Mark Cuban en contra de los viajes FIBA

Mark Cuban, el actual dueño de los Dallas Mavericks (adquirido el 4 de Enero del 2000 por 285 millones de dólares) no es demasiado admirador de ceder a sus jugadores para campeonatos internacionales. El alemán Dirk Nowitzki participó en todas las ocasiones con su selección, Alemania, siempre que se le reclamó. Pero en esta ocasión es Chandler Parsons, que se incorporó al equipo recientemente por 46 millones de dólares, no lo tuvo tan fácil para viajar a España con su selección USA.

Las palabras textuales de Cuban a la página norteamericana ESPNDallas fueron: «Como a Dirk, no puedo pararle», «es su decisión», «él sabe como me siento», refiriéndose a la «petición» de Parsons de formar parte en el equipo USA. Cuban declaró que no era necesario presionar al jugador y que nunca le dijo específicamente que no quisiera que jugase para su nación. Sin embargo, las declaraciones que más tarde el mismo Parsons hizo a Morning Dallas News no parecen cuadrar con lo que Mark había declarado anteriormente, ya que el jugador de Dallas dijo: «me dejó claro que no jugara». A pesar de esta desafortunada confesión de Chandler Parsons, al final añadió: 

«Mark es genial, si tengo algún problema de ahora en adelante sin duda hablaré con él. Me dijo como se sentía acerca de que sus chicos jueguen para USA, pero al mismo tiempo entendió lo apasionado que estaba con la idea y que realmente quería hacerlo».

Todo esto podría estar solucionado y zanjado, el problema es que hay un acuerdo FIBA-NBA en que se estipula: «Los equipos de la NBA pueden prevenir que un jugador juegue para su selección siempre y cuando exista un problema médico razonable», aquí es donde las preguntas salen a flote, ¿puede un dueño de una franquicia pedirle a un jugador que no juegue con su selección si este está en plena condición física? y ¿puede que esta situación afecte al comienzo de Parsons en los Mavericks?

Adam Silver no ha declarado nada acerca de esta situación, tal y como están ahora en Atlanta no le interesa tener a mas dueños siendo investigados, pero por parte de Mark Cuban y en su defensa, hay que decir que después de lo de Paul George no parecería extraño que el tópico de «no quiero que mis jugadores jueguen para sus selecciones» no saliera a la luz más a menudo.