Estados Unidos, campeones del mundo

Tras vencer a Serbia por 129-92

USA

Llegaba el tan esperado día, la conclusión de una cita mundialista que empezaba el 30 de Agosto y que, en sus 16 días de competición, nos ha dejado muchas imágenes, impresiones, alegrías y decepciones. Y tras todo eso, solo dos países seguían vivos en la lucha por las medallas: Estados Unidos y Serbia.

Con el conjunto dirigido por Mike Krzyzewski como claro favorito, los serbios llegaban sin una desmedida presión, sabiendo cuales podían ser las armas que les llevaran a la victoria. Y por un momento creyeron en ella, pues el comienzo del partido fue un tanto sorprendente: la selección americana, aún dormida, veía como los balcánicos entraban por su zona sin esfuerzo para anotar, en medida gracias a dos tempraneras faltas de Anthony Davis.

Así, con un parcial de 14-7 para una Serbia liderada magistralmente en los primeros compases por Milos Teodosic y con las caras de los miembros del banquillo denotando sorpresa, Coach K pedía el primer tiempo muerto del encuentro. Y se podría decir que ahí se acabó el mismo.

Y es que tras la reanudación, todo cambió. Kyrie Irving se echó, nunca mejor dicho, a su país a la espalda, y comenzó a anotar sin freno, iniciando un festival, especialmente desde el triple, que duraría todo el encuentro. Con DeMarcus Cousins cerrando su propio aro, en un abrir y cerrar de ojos y con un ritmo de juego vertiginoso, USA endosó a sus rivales un parcial de 15-0 que les ponía por delante, y que no hacía más que demostrar el verdadero potencial de una selección que en casi ningún momento de este campeonato ha tenido que competir al 100%.

Tras verse por encima, casi sin darse cuenta Serbia se vio cayendo de 14 [35-21] al final de los primeros diez minutos. Aturdidos por el efecto de tamaño parcial, empezaron a fallar tiros [muy erráticos sobre todo desde la línea de personal], y eso firmó su sentencia, pues además del inspiradísimo Irving y un James Harden que progresivamente se fue incorporando a la fiesta, los americanos contaron de su lado con un factor diferencial: su acierto exterior. Y es que, durante todo el encuentro, un martillo pilón en forma de canastas de tres puntos ha aniquilado al instante cualquier intento de reacción de los de Djorjevic. Una vez concluida la primera parte, el resultado era claro: 67-41, habiendo estado los americanos con un +30 [65-35]. El partido había finalizado.

Pero aún quedaban dos cuartos más, ya de puro trámite para una selección serbia cabizbaja ante la superioridad de su contrario. Entraría en el tercero Anthony Davis tras ver 17 minutos de juego desde el banquillo, aportando energía e intimidación bajo los tableros acompañado por su inseparable durante este campeonato Kenneth Faried, y junto con sus compañeros disfrutaron de una fiesta de baloncesto.

Con Irving en estado de gracia (26 puntos con 6/6 en T3) y Harden compitiendo con el jugador de Cleveland por ser el mejor de la Final (finalizaría con 23 puntos), el banquete ofensivo estadounidense continuó, hasta el punto de que tras el final del tercer periodo ya habían superado los 100 puntos [105]. Ya en el último cuarto, y ante el comprensible descenso de nivel defensivo americano, Serbia pudo lucirse un poco, disfrutar de sus últimos minutos en España, e incluso apuntarse el último cuarto tras anotar 25 tantos por 24 de USA. El resultado final sería de 129-92, siendo esos 129 puntos la segunda máxima anotación en una final de un Mundial, tras los 137 hechos precisamente por USA ante Rusia en 1994.

Una vez dado el bocinazo final, comenzaba la fiesta: los americanos recibían las merecidas medallas de oro, mientras que los serbios recibían sus platas acompañados del cariño de los asistentes al pabellón, conscientes del escaso sabor de la medalla en esos instantes, pero de las que en unos días, ya en frío, sus ganadores valorarán en su justa medida.

Por último se dieron a conocer los galardones, recayendo en Kyrie Irving el mejor jugador del torneo, pese a que en la apertura de votaciones realizada el viernes no aparecía inicialmente su nombre, para luego pasar al mejor quinteto del Mundial, formado por Milos Teodosic, el propio Irving, Nicolas Batum, Kenneth Faried y el español Pau Gasol. A continuación, el boxscore de la final:

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Así, se ponen fin a 16 días de baloncesto tras los que nos hubiera gustado vivir el último partido de la selección española hoy, y no vivir uno de los mayores fracasos de nuestra historia reciente, además de volverse a demostrar que, con más o menos estrellas, Estados Unidos sigue siendo el número 1 jugando a esto. Por algo son los campeones del mundo.