El bonito gesto de los Utah Jazz

Cumplirán el sueño de un niño con leucemia

El deporte sirve de entretenimiento a las masas, y convierte las acciones de los jugadores en causa de las más diversas emociones para los aficionados, que en muchos casos se desviven por los colores que sienten. Y hay ocasiones en los que esa pasión, y especialmente en una liga tan centrada en la ayuda a la comunidad como es la NBA, es correspondida. Esta es la historia de JP Gibson.

Gibson, de 5 años, fue diagnosticado en 2012 como víctima de una leucemia linfoblástica aguda, lo que significó un golpe tremendo para sus padres, Josh y Megan, quienes veían impotentes como su pequeño sufría una enfermedad muy complicada. Ajeno a esto, JP empezó a interesarse por los deportes, los que veía en compañía de sus padres. Y en especial le gustó el baloncesto.

«Le encantan los deportes, pero el baloncesto es el que más.», afirma su madre. «Con un año empezó a quedarse viendo los partidos con su padre, y con 15 meses se pasaba las horas lanzando en una canasta que compramos.»

Es en esta parte de la historia donde entran los Utah Jazz. Y es que la franquicia mormona, en un gesto que honra a la organización y que ha sido posible gracias a un programa denominado «Anything Can Be» («Todo puede ser»), proyecto afiliado a la organización Millie’s Princess, la cual apoya a las familias cuyos hijos sufren cáncer, cumplirán en el día de hoy el sueño del pequeño.

Así, JP firmará un contrato de un día con la franquicia mormona, que le será entregado por el presidente del equipo, Randy Rigby, para asistir acompañado de sus progenitores al partido que tendrá lugar en el día de hoy en la jornada de puertas abiertas de los Jazz entre los miembros de la plantilla.

«JP sabe que para unirse a los equipos Junior de los Jazz tiene que tener al menos seis años, y no para de recordarnos que no puede esperar a cumplirlos.»

Una vez más, en este caso encarnado en la organización de los Jazz, la NBA muestra que es de largo la mejor liga del mundo no solo por lo que se puede ver en la pista. Y es que, lo que para una organización millonaria no es más que un pequeño detalle, para un joven fan significará poder vivir el mejor día de su vida. Porque la vida puede ser maravillosa, que diría nuestro querido y extrañado Andrés Montes.