Shaquille O’Neal ataca a Westbrook
El center critica al base Thunder con dureza
La leyenda viva de la NBA y el último center dominante de la liga, Shaquille O’Neal, es bien conocido por su capacidad para hacer que suba el pan, como se dice coloquialmente, cada vez que abre la boca. Esta vez el objeto de sus críticas ha sido el base titular y estrella de Oklahoma City Thunder, Russell Westbrook.
Shaq hablaba de lo vital que es el sacrificio de los jugadores en las esperanzas de OKC de ganar el campeonato, y ha puesto a Russell en su punto de mira criticándole esto precisamente, el poco sacrificio que supuestamente tiene el base con respecto al equipo.
Shaq dice de Westbrook que pretende estar por encima del líder indiscutible del equipo y actual MVP, Kevin Durant, como si pensara que el mejor anotador de la liga no estuviera capacitado para asumir responsabilidades en el clutch time.
Shaq compara a esta explosiva pareja, de las mejores de la liga, con otras del pasado, y argumenta que en todo combo de un equipo con aspiraciones a todo uno de los dos debe dar un paso atrás para dejar paso al más importante. Esta regla general se aplica a OKC definiendo a Kevin Durant como estrella absoluta y a Russell Westbrook como su segundo espada de lujo.
Por una parte, el pívot retirado y presentador de tv actual tiene razón, ya que muchas veces hemos visto a Russell Westbrook intentando echarse el equipo a los hombros cuando no era necesario, aunque este eufemismo se define mejor diciendo que es un poco chupón, liándose la manta a la cabeza y creándose un pique mental con Durant por ser el máximo anotador.
Por otra parte, se da por hecho que Westbrook ha madurado y ha visto quién manda en el campo y, si tiene hambre de títulos, sabrá aceptar ese rol y si no, Scott Brooks se encargará de recordárselo.
Por último, hay que decir que Shaq no es el más indicado para decir esto, porque son bien conocidos sus piques con Kobe Bryant cuando este se estaba convirtiendo en una estrella y el propio pívot lo trataba como una mera comparsa, y era él quien no le dejaba protagonismo.