Iverson: »He perdido toda la pasión que tenía en mi carrera»

Promociona en Manila su etapa como mentor y colaborador con los más necesitados

Corría el 7 de junio del 1975 cuando decidió ver el mundo un tal Allen, en el estado de Virginia, más concretamente en la ciudad de Hampton, donde el umbral de pobreza supera ya el 18.6%, por lo que su posterior apodo ‘The Answer’ (aunque también hay que relacionarlo con los que hacía dentro de la cancha) le vino al dedo a él y a toda su familia (que sufría problemas de salud, en el caso de su hermana, y económicos) cuando decidió tomar rumbo hacia la NBA y desprenderse de la camiseta de los Hoyas de la Universidad de Georgetown, que lo vio crecer como jugador.

Así que en el Draft del 1996 la NBA y la ciudad de Philadelphia conocería la personalidad de un personaje que ha sabido dar la nota (y la talla), y no caer en vano para nadie.

Los que más y los que menos conocen los entresijos de la NBA, incluyendo el deporte como tal, saben con mayor o menor duda de la existencia de un jugador que marcó una época, tanto en el estilo que defendía (a veces adaptados como dogmas por parte de sus fans) basado en su vestimenta holgada y cargado con gorras de visera plana y cadenas de oro, haciendo más popular si cabe o reeditando la forma de vida que en Estados Unidos muchas veces está ligado con el baloncesto, y ya que estamos, recordado y alabado por todos por su juego espectacular, fuera de lo común, glorificado con el don de ver el pase que nadie más ve y el hueco justo para meter la bola allá donde haya la mano de un colega esperando a que llegue el cuero.

Pero sobre todo se consideraba un tipo real, sin cambios externos concedidos por una nueva sociedad VIP, la que rodeaba a la clase alta de la NBA y la que querían imponer a todos los jugadores, ya que según dijo en una pasada entrevista en Manila, tiene que seguir manteniéndose real, exprensándose tal y como es, sin justificación de porque él es así, y manteniendo la promesa familiar que siempre ha llevado pegada al pecho, no deshonrar a sus raíces.

«Recibí muchas patadas en el culo por ser yo mismo», dijo Iverson. «Fue una situación agridulce, pero estoy feliz de que ahora otros chicos pueden expresarse de la manera que quieren. Me siento bien bien al saber que tengo algo que ver con eso».

«El hecho de que me abracé con todo el mundo por lo que hice es una buena sensación».

Esta entrevista se llevó a cabo en el NBA Cafe en Taguig’s Bonifacio Global City, y como era de esperar Bubbachuck’ como también se le conocía en su época como deportista de élite se mostró sin pretensiones y sin dar respuestas políticamente correctas, solo dejó que se escuchasen respuestas correctas para AI.

Iverson acudirá hoy al Mall of Asia Arena junto a dos veteranos de la NBA como son Eddy Curry y DerMarr Johnson para disputar un partido del que se beneficiará Gawad Kalinga, una organización benéfica que se especializa en la provisión de viviendas para las víctimas del desastre y los empobrecidos. Ante la pregunta de un perspicaz peridista de si va a participar activamente en el partido o no, Iverson soltó una perla que no pudo evitar:

«Toda la pasión que has visto de mí en toda mi carrera se ha ido», dijo Iverson, quien promedió 26.7 puntos por partido y 6.2 asistencias por partido en una carrera que incluyó temporadas con Filadelfia, los Nuggets de Denver, Detroit Pistons y los Grizzlies de Memphis. El silencio se hizo en la sala. «Sinceramente, echo de menos el juego, me encanta ver el juego. No puedo ver a los Sixers cuando juegan porque me emociono viéndolos, por todos los recuerdos que invaden mi mente. En esta etapa de mi vida, no quiero nada más que lo que hago ahora».

En un futuro inmediato AI no se quiere centrar mucho en el entrenamiento de equipos, su verdadera motivación en esta nueva etapa es la de ser mentor de jugadores jóvenes. Iverson puede aportar a los niños que tiene un futuro prometedor a centrarse y explotar su potencial al máximo, AI se crió solo en este aspecto, y la vida lo curtió desde muy pequeño enseñándole que esforzarte por exprimir tu potencial es lo más importante:

«Todo lo que quiero hacer es aconsejar. Quiero usar todo el conocimiento que tengo para poder trabajar. También quiero ser capaz de ser alguien que entrene y dé su opinión acerca de un equipo. Eso es lo que quiero hacer», dijo Iverson. »Quiero trabajar con niños pequeños, darles mis pensamientos sobre la forma de tratar el baloncesto. Me gustaría decirles que no pongan tanta presión sobre sí mismos para sobresalir desde el principio. Que sean capaces de dejarse crecer. Decirles: ‘No seas tan duro contigo mismo'».

Para finiquitar la conferencia el genio de Virginia puso la guinda al pastel y respondió a una clásica pregunta entre reporteros, y es que siempre nos va a dar morbo saber quiénes son los cinco jugadores, posición por posición de cada uno de los mejores artistas de este deporte. Ante la pregunta, Iverson se mantuvo en calma y respondió sin tapujos.

«Me pondría en la posición 2, pero yo no puedo ponerme en los cinco mejores y se la cedo a Michael Jordan. Me excluyo y yo diría que Magic [Johnson], Mike [Jordan], LeBron [James], Barkley y Shaq. Y el sexto hombre sería Larry Bird».