¿A qué están jugando los Celtics?

El segundo equipo que más anota en la pintura

Si al día siguiente del «Media Day» le preguntas a 20 aficionados a los Boston Celtics que cómo creen ellos que va a jugar su equipo este año, diecinueve de ellos te habrían respondido que, dada la carencia de jugadores interiores y de grandes anotadores, los de verde jugarían partidos de muy baja anotación, basados en la defensa y con muy pocos puntos en la pintura. El que no dijese esto, estaría drogado. Bien, pues tras cuatro partidos, veamos algunos datos sobre el juego de los Boston Celtics este año:

¿Qué narices está pasando en Boston, señores?, ¿Tenemos que empezar todos a drogarnos para entender algo de este deporte?. Allá cada uno, pero ahora mismo los Boston Celtics son el segundo equipo más anotador de la liga, gracias a un dominio del rebote ofensivo y de los puntos en la pintura. Toma ya. Y eso sin tener un 5 medio decente en la franquicia desde que se fuese Kendricks Perkins hace ya más de un lustro. Intentaremos explicar el por qué de estos datos, que si bien son ciertos, la verdad es que son un poco engañosos.

Pese a que Jared Sullinger está haciendo un gran inicio de temporada y Kelly Olynyk está, por momentos, mostrando un poco más de esa agresividad que todos le pedíamos desde que llegó a la liga, no es que los buenos promedios de puntos en la pintura se consigan de la manera que todos estamos pensando, es decir, por la buena labor de nuestros jugadores interiores.

Lo que estamos viendo es que, no sabemos – aunque podemos suponerlo – si alentados por Stevens o por iniciativa propia, los jugadores exteriores de Boston -sobre todo Rajon Rondo, Jeff Green y Avery Bradley – están compensando sus carencias en el tiro de larga y media distancia penetrando a canasta, y lo están haciendo muy bien, con promedios de tiro en torno al 50%. La única pega en todo esto es que el jugador que, en teoría, tendría más talento y experiencia para enarbolar este tipo de jugadas, Evan Turner, está mostrándose muy desacertado tanto en la toma de decisiones como en la lectura del juego. Tampoco olvidemos que lleva un mes en Massachusetts y que tiene todo el tiempo del mundo para mejorar.

Para acabar con los aspectos positivos de este sorprendente juego mostrado por los de verde, señalar que una de las características que esperábamos de este equipo, un juego solidario y generoso, sí que se ha cumplido a lo largo de los primeros cuatro partidos de Regular Season.

En el reverso negativo de no haber sabido ni acercarnos a qué iban a hacer los Celtics este año está la defensa. Todos los que conocíamos el estilo de Stevens y el roster de los Celtics – con muy buenos defensores de perímetro, pero no tanto de zona -, pensábamos que el equipo iba a crecer desde la misma. Y no está siendo así. Para nada.

Pese a que el rendimiento de Jeff Green en esta parcela de juego ha aumentado de manera evidente (Ainge mismo lo señaló al término del partido contra Toronto), el del resto parece haber disminuido. No solo es que seamos incapaces de frenar a los jgadores altos del equipo contrario, una guerra que ya dábamos por perdida de antemano, es que la defensa del perímetro, como decíamos antes, se suponía que es de nuestros puntos fuertes, está dejando muchísimo que desear, rondando lo ridículo en ocasiones. Sirva como ejemplo el partido contra los Houston Rockets y, muy especialmente, el que nos enfrentó a los Dallas Maverics, donde Dallas llegó a anotar 10 de sus 11 primeros tiros de tres.

En definitiva, pese a la mala defensa colectiva del equipo, los Celtics están realizando un juego mucho más vistoso de lo que, al menos yo, se esperaba de ellos. Y, puestos a afrontar una temporada sin más alicientes que el desarrollo de jugadores y en la que se van a perder muchos más partidos de los que se van a ganar, pues bienvenidas sean las puntuaciones de más de 100 puntos, el acabar con seis jugadores en dobles dígitos, el ver cómo promedian 16, 17 o 19 puntos, y los triples-dobles de Rondo. Uf, que no nos falten nunca los triples-dobles de Rondo.