Las bases de la NBA: los traspasos, el draft y el límite salarial

Los próximos meses de competición se avecinan interesantes en lo que se refiere a traspasos y renovaciones de jugadores. Ahora mismo, en la liga existen 534 millones de dólares en contratos de jugadores que podrían finalizar este año.

Desglosemos un poco está cifra tan grande y poco específica. Divididos según el tipo de contrato del que se tratan, la totalidad de 534 millones de dólares se puede ordenar de la siguiente manera:

1. Unrestricteds: no definen ningún tipo de restricción al finalizar. $267.7 millones (50%)
2. Con Player Option: pueden prolongarse un año más si el jugador así lo prefiere. $209,8 millones (40%)
3. Restricteds: cuando terminan otorgan al equipo propietario el derecho de igualar cualquier oferta que el jugador reciba y decida firmar. $34 millones (6%)
4. Con Team Option: al igual que los contrato con player option, este tipo de contratos pueden prolongarse, pero en este caso es si el equipo así lo prefiere. $23,3 millones (4%)

Son muchos millones, y lo que es más importante, son muchos jugadores. Son 69 jugadores de 29 franquicias que en algún momento u otro del curso se sentarán a negociar sobre dónde y a cuanto trabajarán las siguientes temporadas. De ahí, que la mayoría de los equipos negocien con otros con tal de traspasar a sus jugadores con contratos en fase terminal, simplemente por el hecho de intentar obtener algo a cambio de su marcha.

De estas circunstancias intentarán sacar tajada todos los demás equipos, que verán en esta situación una oportunidad de oro para hacerse con los servicios de piezas importantes para su conjunto, o para redistribuir el peso del salario total del equipo de tal manera que, al término de la temporada, cuando se conviertan en agentes libres los nuevos jugadores contratados, la franquicia disponga de un mayor margen salarial con el que lanzarse al mercado de verano. Por todo ello, casi como cada año, veremos fluir a lo largo de las semanas un abundante número de renovaciones y traspasos, acelerándose estos últimos a medida que nos acerquemos al último día del mercado de fichajes, también conocido como Trade Deadline.

Los traspasos entre equipos son tan numerosos e implican a tanto presupuesto y jugadores, que el formato en el que éstos se realizan tiene un gran impacto en el funcionamiento de la liga. Este formato nace a partir de una regla que impone la NBA en los traspasos, que impone que el importe monetario pagado o recibido por los equipos en los traspasos está limitado a un total de 3 millones de dólares anuales. En otras palabras, cuando las franquicias quieren obtener a un jugador que ya tiene contrato, el dinero que puedan poner en la transacción será tan pequeño en comparación a los salarios de los jugadores que no tendrá mucho peso en la negociación, hecho que propicia que lo que se intercambie por un jugador sea o bien otros jugadores, o elecciones de futuras rondas de draft.

Si a este interesante sistema de intercambio le sumas el hecho de que la NBA impone un margen salarial a los equipos, surge la magia. Surge un tipo de magia que se demuestra cuando contemplamos que en que en todos los despachos de las franquicias NBA existe la posibilidad de que surjan proyectos maravillosos. Proyectos soberbios que dependen de la habilidad de los general managers. Ellos son los magos que, primero, tratan de saber el valor real de todos los jugadores de la NBA antes que los demás gm’s  (más o menos como los agentes de bolsa con el mercado de valores), y segundo, eligen la forma idónea de emplear los elementos de los que disponen para negociar y conseguir aquellos valores con los que el equipo rendirá mejor. Al disponer de un período de traspasos que se extiende hasta el 19 de febrero (justo antes de la mitad de la temporada), los equipos tienen más flexibilidad para lograr acercarse más a esos proyectos y realizar un traspaso que involucre a varios jugadores casi de un día para otro se vuelve en algo natural.

Gracias a esta estructura para crear equipos tan compleja, la liga evita o hace más difícil que la calidad de las plantillas esté relacionada puramente con el dinero del que disponen los equipos. Pruebas de ello son el fracaso de los proyectos de los Nets y los Knicks, que durante las dos últimas temporadas han superando ampliamente el tope salarial que marca la liga situándose así los primeros y segundos respectivamente de toda la NBA en cuanto a salarios pagados a sus jugadores, y aún así los resultados que han conseguido están lejos de ser formidables.

Por contra a Knicks y Nets, cada temporada brotan de los despachos de talentosos gm’s milagros como el proyecto de los Golden State Warriors o el de los Toronto Raptors. Proyectos de grandes equipos que son un verdadero placer para la vista. Proyectos que no solo ilusionan a los aficionados del equipo en cuestión, sino que hacen disfrutar a todos los aficionados al baloncesto.

Va a ser un placer ver semana a semana como las 30 franquicias de la NBA se van a mover como consecuencia de los 69 jugadores con contratos que finalizan este año, revelando poco a poco sus nuevos proyectos.

Veamos por ejemplo el primer traspaso importante desde el inicio de esta temporada. «Rajon Rondo es traspasado a los Mavericks junto a Dwight Powell a cambio de Brandan Wright, Jameer Nelson, Jae Crowder, una primera ronda del draft 2015 y una futura segunda ronda.»

Si lo analizamos, nos damos cuenta muchos detalles interesantes, como por ejemplo, de porque los Mavericks y los Celtics han sido los primeros en realizar una gran operación. Los salarios de los jugadores de los Mavs que terminan esta temporada suman $43,25 millones y los de los Celtics $47,76, convirtiéndolos en los primeros y terceros de toda la NBA en este sentido. De ahí su imperiosa necesidad por mover sus fichas de manera favorable lo antes posible, pues si esperan a que los demás equipos realizen movimientos, lo más probable es que no encuentren oportunidades como las que este traspaso les ha brindado a los dos.

Es cierto que los Mavs se llevan la mejor parte en este traspaso y que probablemente eso se deba a que Mark Cuban parece no reparar tanto en gastos como el resto de propietarios de equipos de la NBA, pero las reglas de la NBA siguen siendo efectivas, pues, aunque no evitan que Dallas tengan un gran proyecto a costa de pagar mucho más, sí evitan que Dallas se pueda permitir un quinteto de jugadores que serían titulares en el All Star.

Profundicemos un poco más en este traspaso. Los Mavs adquieren más pólvora para un año de grandes aspiraciones, pero no es lo único que han logrado con este traspaso. Dallas ha conseguido evitar que Jameer Nelson ejerciera su Player Option al final de temporada, lo cual los habría perjudicado debido al bajo rendimiento del base y les habría estancado en cuanto a esa posición, pues a parte de Nelson también tienen a Devin Harris y Raymon Felton. Asumiendo que Felton ejercerá su Player Option y continuará el año que viene pues después de su lesión no recibirá muchas ofertas, los Dallas probablemente se desharán de Devin Harris una vez recuperado Felton. En cuanto a Wright, los Mavs han acertado también pues el pívot se convierte en agente libre este verano y en Dallas ya tienen a un muy buen pívot como lo es Tyson Chandler, que también finaliza contrato pero después de ver este traspaso lo más coherente es que el propietario del equipo tejano Mark Cuban haya hablado con él y esté seguro de que renovará.

Por lo que respecta a los Celtics, también han acertado ya que han sacado lo mejor de una mala situación. Rondo había decidido no renovar, ¿Como minimizar la pérdida de rendimiento del equipo tras su marcha? Se han hecho con los derechos de un base veterano como lo es Nelson para intentar paliar el hueco que deja Rondo, y han conseguido a un Wright, que si consiguen que renueve probablemente suplirá a Brandon Bass, que este verano se convertirá en agente libre.

En cuanto a las elecciones de draft, éstas no hacen más que cambiar de unas manos en las que no tienen mucho valor a otras en las que sí lo tienen, ya que los Mavs poseen una plantilla muy amplia y no las «necesitan» de manera imperiosa, a diferencia de los Celtics, que tienen una plantilla más corta que pueden ampliar con un par de buenos novatos de primera ronda.

¿Cómo ha entrado en juego el límite salarial y el sistema de traspasos impuesto por la liga para equilibrar los equipos? A simple vista, los Mavs son claros ganadores, pero las medidas de equilibrio de la liga actúan efectivamente. Con la adquisición de Rondo, Dallas gastará más en fichajes, pasándose aún más de lo que se pasaba del límite hasta ahora, por lo que habrá de pagar un millón por cada millón que se pase y ello les llevará a que para ellos a partir de este punto gastar un millón significa dos, mientras para Boston sigue significando un solo millón. Los Mavericks se ven con menos posibilidades de entrar en la lucha de jugadores por los que también luchen equipos como Boston. El último beneficio que las medidas le dan a los Celtics es el sistema de draft, que premia a los equipos en función a cuan mal su temporada ha sido. De este modo sí puede existir una liga más o menos justa.

Es fascinante la cantidad de puntos que se pueden llegar a unir investigando los porqués de un traspaso. Todos los elementos que forman parte de él tienen un sentido, y combinados de la manera en la que finalmente se produce el intercambio benefician a las dos partes dada la situación en la que se encuentra cada una. De este modo, mediante traspasos en el momento adecuado, los equipos materializan sus proyectos.

En conclusión, la NBA es una gran liga porque consigue que los 30 equipos tengan, aproximadamente, las mismas posibilidades de tener grandes plantillas con las que dar espectáculo a los aficionados. Los general manager devienen cruciales para construir los proyectos de los equipos, pero más allá del talento de éstos la liga regula las posibles desigualdades entre las franquicias mediante el límite salarial, el sistema de traspasos y el draft.