Crowder: energía y garra para los Celtics
COMPENSA SU FALTA DE TALENTO CON SUS APTITUD
No se obtuvo demasiado en el traspaso de Rondo a los Dallas Mavericks en términos de jugadores: Jameer Nelson que está dando sus último coletazos en la liga, Brandan Wright, un pívot joven y prometedor que se vendió a Suns antes de que perdiese más su valor en Boston y Jae Crowder, el único jugador que parece que acabará la temporada en Boston, aunque nunca se sabe… Este joven alero se ha hecho con el puesto de titular, por eliminación debido a los traspasos, y está demostrando que puede ser una pieza aprovechable para la reconstrucción verde. Su entrega en cada minuto que juega compensa una falta de calidad patente para muchos. Y es que Crowder no es un especialista que puede salir del banquillo para aportar minutos de calidad, es el bregador que pone su físico en peligro por esa bola perdida, ese rebote largo, ese salto entre dos que te puede dar un partido.
Su ejemplo está siendo inspirador en un plantilla tan joven y con pocos referentes en cuanto a liderazgo de vestuario se refiere. Gerald Wallace, el jugador más veterano y la voz más autorizada ahora mismo se le asemeja bastante y no sólo en lo físico aunque Crowder deberá mejorar en ambos lados de la cancha para llegar al nivel del mejor «Crash«. Wallace parece que permanecerá en Boston hasta que acabe su desproporcionado contrato y ahí tendrá el joven alero un mentor. Por otro lado está Tayshaun Prince, un baluarte de aquellos Pistons ganadores de principios de siglo que sabe como el que más de defender duro y convertir los partidos en auténticas batallas. Por ahí debe crecer Jae.
La duda reside ahora en cómo afrontará Ainge el contrato de Crowder ya que es expiring y sus poco más de 900.000 dólares se liberarán este verano, el gran espacio salarial que se ha ido creando poco a poco debería dar para conservar a este interesante complemento al que tampoco llegarán grandes ofertas salvo sorpresa. Aún queda mucho por ver de este jugador, sobre todo tras estar perdiendo poco a poco minutos ante Prince.
Su estilo de juego es el mismo que llevó a Shavlik Randolph ganarse a la afición hace poco tiempo en su breve paso por Boston y es aquel que tanto ha caracterizado a los equipos de Boston, trabajo duro, sacrificio y dejarse la piel por cada pelota. Lejos del glamour de California, lejos del calor de Miami, históricamente en el Noreste se ha jugado a ganar luchando. Falta saber ahora si las circunstancias y su juego le llevarán a establecerse en New England durante muchas temporadas.