Russell Westbrook no para de crecer como jugador
El base consiguió 17 asistencias ante los Nuggets
Ayer fue una noche agridulce en los vestuarios de Oklahoma. A pesar de ser una gran velada, con actuaciones muy buenas, de fondo estaba la ausencia de Kevin Durant. Con la nueva operación en su maltrecho pie derecho, el equipo queda huérfano de uno de sus líderes. Por suerte para los Thunder, el equipo tiene a otro chico preparado para guiar al equipo. Ese díscolo que tantos quebraderos de cabeza ha dado en años pasados ha madurado. Russell Westbrook se ha convertido en un jugador evolucionado. Muchos, entre los que me incluyo, pedíamos que el jugador tuviera más cabeza, que acercase su juego a un estilo más tradicional. Su selección de tiro era de las mejores, sobre todo en los momentos importantes. Su colaboración con el resto del equipo no era la que se esperaba en un equipo con las figuras que ha tenido OKC, pero él siguió fiel a su personalidad.
Este año, Westbrook a seguido con su estilo. A veces aún mermado por la lesión sufrida a comienzos de temporada, pero siempre demostrando una energía y garra devastadora. Su juego es agresivo, pero es un juego que contagia al equipo y del que – ahora sí – hace partícipe al resto de sus compañeros. El base no ha cambiado su forma de jugar, ha evolucionado. He hecho de su fortaleza física y su agresividad en el campo sus mejores armas. Ha aprovechado su juego y en cuanto ha tenido una buena referencia se ha cansado de repartir canastas a sus compañeros. Ayer mismo, con un Enes Kanter que debutaba en su nueva casa y un Serge Ibaka enchufado, Westbrook repartió 17 asistencias en tan sólo 27 minutos de juego. Los que vieron el partido podréis coincidir conmigo que fue un buen espectáculo. El base parecía dominar el partido a su antojo, anotar cuando le apetecía y repartir pases que acaban en canasta tras buenos movimientos del jugador.
Estas 17 asistencias, son el récord personal de la carrera de Russell. Seguro que no se quedará ahí, ahora tiene la oportunidad de mostrar su juego. Tiene la oportunidad de asociarse con compañeros, tanto en la pintura como en el perímetro. Además, no ha perdido ni pizca de explosividad. Como decíamos al principio, con la lesión de Durant, es el momento de Russell Westbrook. No creo que nos vaya a defraudar. La mejor noticia además de la buena situación del californiano es la buena adaptación de los nuevos jugadores. Sin estas buenas ayudas en ataque y solided defensiva, seguro que no sería todo tan fácil para el bueno de Westbrook.