Ellis, Barea y Aminu deciden alargar la serie (3-1)

Los Houston Rockets llegaban de nuevo al American Airlines Center con ganas de cerrar la serie que lideraban por 3-0 antes del comienzo del Game 4 con una insultante superioridad, que los Dallas Mavericks únicamente pudieron cuestionar durante partes del Game 3. Los de McHale llegaban con todos sus efectivos sanos, aparte de las ya conocidas bajas de Motiejunas y Beverly durante todos los Playoffs. Por su parte los Mavericks llegaban con las bajas conocidas de Rondo y Parsons y con Harris, Felton y Jefferson entre algodones. También con ganas de competir una vez más, sabedores de que estaban contra las cuerdas y de que lo mínimo que debían de mostrar era coraje para así compensar a sus seguidores, que a pesar de no dar la espalda al equipo, no llenaron las gradas de la casa de los Mavericks, en parte porque se esperaba que el partido de anoche fuera el que cerrara la serie, pero no fue así.

McHale pudo presentar a su quinteto habitual formado por Terry, Harden, Ariza, Jones y Howard. Por su parte Carlisle tuvo que hacer encaje de bolillos y en el quinteto inicial tuvo que introducir a dos jugadores que no habían sido titulares en toda la serie, Barea y Aminu. El quinteto Maverick quedó con Barea, Ellis, Aminu, Nowitzki y Chandler.

El partido comenzó con un ambiente muy frío en las gradas ya que los aficionados a los Mavericks no esperaban gran cosa de su equipo tras ver como se desarrollaba la serie en los anteriores partidos. Howard comenzó dominando el partido haciéndose fuerte sobretodo en la zona de los locales, recibiendo balones cerca del aro y anotando sin apenas oposición, pero su aportación se fue diluyendo según avanzaba el partido. Por su parte Harden comenzó haciendo diabluras desde el perimetro y ambos jugadores acabaron con 10 puntos cada uno el primer cuarto. Por su parte los Mavericks trataron de imponer un ritmo muy elevado atacando contínuamente la canasta de los Rockets tras comprobar que el ritmo lento les perjudica en los enfrentamientos ante los Rockets, tal y como se pudo apreciar en los dos primeros partidos, y que un alto ritmo de juego puede brindarles alguna oportunidad de disputar los partidos. El partido estuvo igualado hasta el final del cuarto, momento en el que Harden decidió poner tierra de por medio y lograr la ventaja de 9 puntos (34-25) con la que se cerró el cuarto.

Los Rockets al comienzo del segundo periodo lograron distanciarse a más de 10 puntos, hasta que llegó la reacción de los Mavericks gracias a 3 contraataques seguidos que hicieron que la diferencia se redujese a 6 puntos (37-31). El partido se iba calentando y Howard protagonizó dos conatos de pelea, primero con Dirk Nowitzki en la lucha por un rebote en la que el center empujó levemente al alemán, el cual le recriminó su acción y los árbitros tuvieron que separarles. La segunda tras una falta de Devin Harris a Howard en un contraataque que acabó con Howard en el suelo y Harris sancionado con una falta flagrante. El partido aumentaba su intensidad y el público se iba metiendo en el partido. Durante este segundo periodo Houston sufrió un cortocircuito y vieron como los Mavericks les endosaban un parcial de 14-5 liderados por un grandísimo Barea, que ponía la dirección, los puntos y sobretodo el carácter al equipo. Los Mavericks se adelantaban por primera vez en el partido a 48-50. Los Mavericks conseguían así un parcial de 14-28 en apenas 8 minutos y medio. El cuarto continuó con los locales atacando la zona y consiguiendo resultados positivos en la mayoría de las acciones. Al descanso el marcador reflejaba un 53-61 a favor de los locales.

Con el comienzo de la segunda mitad Carlisle cambió el planteamiento del partido y decidió bajar el ritmo para que sus jugadores no acusaran el desgaste de la primera mitad. Para ello decidió bajar el ritmo ofensivo y que su equipo controlara el partido. Los Rockets seguían sin encontrar soluciones en ataque ni en defensa y estuvieron 9 minutos seguidos sin anotar un solo tiro de campo fallando hasta 17 tiros de campo de manera consecutiva. Cuando anotaron ese primer tiro ya era demasiado tarde y los Mavericks habían logrado su máxima ventaja a favor de la serie (+24) a 6:39 de terminar el tercer periodo.

Durante el cuarto periodo ambos equipos se dejaron llevar y únicamente Josh Smith pareció tratar de luchar por la victoria de los Rockets. Los Mavericks anotaron en todos los cuartos excepto en el primero más de 30 puntos y lanzaron a canasta con un 54,3% de acierto, por un 46,9% de los Rockets. Barea, cuyo último partido como titular en Playoffs fue en el cuarto partido de las finales de 2011, y Aminu, que nunca había sido titular en un partido de Playoffs fueron piezas claves para lograr alargar la serie al menos un partido más. El base boricua consiguió 17 puntos, 3 rebotes y 13 asistencias. Por su parte el alero anotó 16 puntos y cogió 12 rebotes, además de hacer una gran defensa sobre James Harden que acabó con 24 puntos y una serie de 1-7 desde la línea de tres.

Pero sin duda la estrella del partido fue Monta Ellis que guió a su equipo con sus 31 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias y declaró tras el partido:

«No estábamos listos para irnos a casa«

Esta vez el banquillo de los Rockets no funcionó como en los 3 partidos anteriores y esto fue clave para la victoria local. Y sus pilares anotadores fueron Harden (24), Smith (23) y Corey Brewer (22). Howard, que venía siendo un factor clave durante toda la serie se quedó en 13 puntos (de los cuales 10 los anotó en el primer cuarto) y 7 rebotes (tras lograr 26 durante el Game 3).

La serie vuelve a Houston y el quinto partido de la serie se disputará la madrugada del martes al miércoles a las 02:00 hora española. En el, los Rockets buscarán cerrar la serie tras el patinazo de anoche y los Mavericks que la serie vuelva a Dallas para el Game 6 y seguir soñando con la machada que nadie a conseguido jamás en la historia de la NBA, dar la vuelta a un 3-0 en contrar en una serie a 7 partidos.