Rudy Gobert, el pívot del futuro (y del presente)

Ha impactado en su segundo año, sobre todo en defensa

Continuamos con nuestro cierre analizando la actuación uno a uno de los jugadores; en anteriores artículos: Gordon Hayward, Derrick Favors.

Si en septiembre de 2014, en cuartos de final del Mundial de baloncesto, contra la anfitriona y gran favorita España, Rudy Gobert se destapó a ojos de la mayor parte de aficionados que no le habían visto jugar, el 19 de febrero de 2015 es probablemente la otra gran fecha en el desarrollo del jovencísimo y espigado center galo. Su gran actuación en defensa y en ambos tableros contra los Gasol e Ibaka, por lo menos, auguraban que podría tener un sitio en la NBA, pero la marcha de Kanter en un traspaso en el que básicamente los Jazz no recibieron nada tangible – de momento – le ha permitido ocupar su lugar como uno de los mejores defensores de toda la liga en apenas su segundo año, y convertirse en una de las piezas clave sobre las que quiere edificar Utah su próximo equipo ganador.

Tras apenas jugar en la temporada anterior, el nuevo entrenador jefe Quin Snyder decidió darle poco a poco confianza y minutos, y sobre todo responsabilidad, ya que empezaba a ser claro que la dupla Gobert-Favors daba mucho mejor rendimiento a los Jazz que cualquier combinación con el turco. A medida que pasaron los meses el promedio de minutos del ex de Cholet aumentó de 15,8 en noviembre, a 21,7 en diciembre, y a 27,6 en enero y febrero, cuando Kanter ya no aguantó más la situación y pidió salir de Salt Lake City. En marzo esos minutos pasaron a 36,2, con 10,9 puntos, 14,9 rebotes y 2,3 tapones por noche – por no hablar de su rating defensivo, que alcanzó un espectacular 94.3 mientras alcanzaba un 32,3% de rebotes defensivos; cifras ambas escalofriantes -, además de una colección de highlights inagotable. Gobert se había convertido en una de las sensaciones del año y para prensa, aficionados y cuerpos técnicos rivales no ha pasado desapercibido. El francés ha terminado tercero en la votación para MIP (Jugador Más Mejorado) tan solo por detrás de Jimmy Butler y Draymond Green, y quinto en la de Mejor Defensor. Y lo mejor de todo es que esto es solamente el comienzo de todo lo que puede dar.

«(recordando el partido contra España del Mundial) Incluso después de un año sin jugar, sabía que me podía convertir en uno de los mejores pívots del mundo. Era y es siempre mi objetivo. Es a lo que me dirijo. Al principio del torneo mis compañeros pensaban que iba a ayudarles, pero podía ser que no tanto y menos durante un partido tan importante».

El plan para franquicia y jugador es que gane músculo, algo que ya hizo en su primer curso en Utah – en el que cogió entre 7 y 8 kilos – y que gane fuerzas para poder disputar más minutos y ser más importante en 2015, aunque también quiere Snyder y el resto de los entrenadores que se centre en mejorar sus recursos en ataque, ya que como admite el responsable técnico de la escuadra la defensa ya está a un nivel excepcional:

«Nos podemos centrar un montón en su ataque. Su defensa es ya impactante. Creo además que puede seguir teniendo el mismo impacto que tiene cerca del aro en diferentes facetas.»

Gobert tiene mucho hambre de mejora y los Jazz quieren encauzarlo, sabiendo que posiblemente se encuentran ante uno de los grandes defensores interiores de la NBA de la próxima década. Sus innatas habilidades para taponar tiros y ocupar espacio por dentro, sumadas a su extraordinaria envergadura, han encajado a la perfección en lo que quiere implementar Quin Snyder en el EnergySolutions, y su irrupción como titular fue clave para que Utah terminara la campaña como una de las mejores defensas de toda la liga.

La franquicia del estado mormón apostó en su día por el francés, enviando dinero y una segunda ronda a Denver, que lo había escogido pero tenía ya a Mozgov y McGee y no necesitaba los servicios del joven Gobert. Al principio tampoco parecía tener sitio en su nuevo destino, con Favors y Kanter llevándose todos los minutos, pero su dedicación, trabajo y el cambio de entrenador propiciaron que los Jazz se deshicieran de éste último y darle las llaves de la pintura al 2,16 de 22 años que muestra una ambición solamente superada por su talento.

«El inicio de temporada fue un poco frustrante, pero sabía que el entrenador contaba mucho conmigo. Ha sido paciente conmigo, ha aumentado poquito a poquito mis minutos y me ha dejado terminar los partidos. Asumí importancia en este equipo y sabía que sería titular tarde o temprano. Nunca he dudado de mí. Con cada oportunidad que se me ha dado no he querido decepcionar al entrenador. Era un reto.«

La apuesta ha salido redonda, y ahora el que es conocido como The Stifle Tower, The French Rejection, Swat Lake City, The Gobstopper, Gobzilla, The Gobert Report, Don’t Go There with Gobert o Rudy Gobert or Go Home es la solución a largo plazo en el centro de la defensa, y digno sucesor del gran Mark Eaton.