Jerry West ejerció de mentor para Harrison Barnes

El alero pasó varios días con el Hall of Famer

Kobe Bryant era el ojito derecho de Jerry West. West prácticamente embaucó al entonces entrenador de los Nets, John Calipari para que no eligiese a Kobe en el draft del 96, haciendo que Bryant cayera hasta Charlotte, quien lo traspasaría a Lakers a cambio de Vlade Divac. West amparó a Kobe, enseñándole todo lo que sabía sobre el baloncesto. Algo que vino muy bien a Kobe y por descontado a los Lakers.

Harrison Barnes ha heredado el trato especial de West.

Después de un par de años en la liga, este pasado verano West se llevó a Barnes a su casa de Los Ángeles para una semana de trabajo y aprendizaje. Algo que el analista Sam Amick detalla en esta historia para el USA Today.

«Durante cinco días, Barnes disfrutó del Hall of Famer en su casa en Bel-Air, que se encuentra al lado de una de las más infames canchas de basket del mundo. Durante el día, trabajaban en una cancha con las medidas totalmente reguladas, dentro de la casa del magnate de los zapatos Steven Jackson, una réplica del Staples Center, a la que Jerry West llama «el mausoleo de los lakers». Por la noche, se sentaban en el comedor de la familia West, mientras su mujer, Karen, le servía la cena a Barnes que intentaba recuperar todas las calorías que quemaba aprendiendo cosas de su legendario marido..

«Fue una locura« dijo Barnes«Ser capaz no solo de pasar tiempo con él en la pista, si no también fuera de ella. Ver como vio el juego, como lo tengo que ver yo y las cosas que el ve en mi juego. En realidad el también salía a la pista y practicaba cosas..»

«Trabajábamos por la mañana, él me enseñaba y después a practicar. Me enseñaba cosas que el haría. Después íbamos a comer y hablábamos sobre como es la liga a día de hoy, cosas que le pasan en el día a día. ¿Quién era el jugador más difícil de defender? ¿Quién era el jugador más duro contra el que jugó? ¿Cuál era su mentalidad antes de salir a jugar? Y luego hablábamos sobre la vida, sobre como disfrutó de LA, mi infancia, la suya, toda esa clase de cosas.»

Sin duda el hecho de pasar una semana con toda una leyenda de la NBA no puede más que tener efectos positivos en Barnes.

El joven alero de los Warriors ha salido de titular esta temporada con Steve Kerr en el banquillo del conjunto de la bahía. Algo que, unido al mayor trabajo que lleva a cabo sin balón, le ha hecho promediar 10.1 puntos y un 40% en triples. Siendo pieza clave en el equipo que ganó 67 partidos en temporada regular.

Además su rendimiento en playoffs ha sido aún mayor.

La franquicia de la bahía quiere mantener a Barnes en los Warriors, pero es poco probable que le ofrezcan la extensión de contrato este verano. Ya que también tienen que tratar con la renovación de Draymond Green, que parece más importante que la de Barnes.

Pase lo que pase, Harrison Barnes ha tenido la oportunidad de disfrutar de uno de los más grandes competidores de la historia NBA. Algo que lo hará mejor jugador.