Tras un primer partido en el que pudimos ver a un Madrid un tanto superior pese a las envestidas valencianas llegaba el momento de ver en acción la puesta en escena de ambos conjuntos. Los de la capital del Túria con el ansia de vencer tras la rabia mostrada en la zona mixta con respecto al arbitraje del pasado jueves.
El Valencia Basket se presentaba en la cita con dos bajas importantes, Pau Ribas y Kresimir Loncar que fueron determinantes en el primer asalto. El Real Madrid, por su parte llegaba con toda su artillería.
Romain Sato inauguraba el electrónico con un triple lanzado desde la confianza y el coraje del centroafricano. Intercambio de canastas en un inicio con un ritmo estratosférico, en el que Sergio Llull ponía la directa en todo momento con un descaro tremendo. El acierto desde el perímetro y la férrea defensa de los taronja permitía soñar con una eliminatoria igualada. La situación era claramente favorable para el cuadro visitante pero la entrada de Nemanja Nedovic le dio el último arreón para colocar el 22-39 con una canasta de Vladimir Lucic.
El mejor equipo de la fase regular y vigente campeón de Europa se veía con el agua al cuello, momento en el que Pablo Laso puso en cancha al veterano curtido en mil batallas y poseedor del MVP de la final continental, Andrés Nocioni. El argentino transmitió a sus compañeros su competitividad en la pista y frenó la dura sangría que estaba recibiendo el conjunto blanco. La escuadra valenciana no bajó su intensidad y pudo marcharse 41-53 al descanso, en la que probablemente ha sido su mejor primera parte de la temporada.
Tras el paso por los vestuarios Lishchuk y Dubljevic, multiplicaban su aportación defensiva, poniendo la casta necesaria para embestir la armada liderada por un Sergio Llull, al que parece que el viejo continente se le queda pequeño. El base de menorquín tuvo un encontronazo con Guillem Vives que sufrió tras el accidentado choque. El banquillo de Carles Duran se revolucionó tras la acción y fue sancionado con falta técnica. El entrenador catalán no se lo tomó bien y lanzó de una patada el balón a la grada, que le supuso otra una técnica tipo C.
La tensión subió considerablemente a partir de ese instante, pero el corazón taronja que luce en su camiseta el particular lema de la Cultura del Esfuerzo, trasmitía esos valores y no quería dejar escapar el triunfo. No sabían como parar al jugador que puede que dé el salto a la NBA de un momento a otro, que se marchó con 28 puntos (7/17 en triples). Felipe Reyes se mostraba imparable en la pintura y el Real Madrid cada vez estaba más cerca de certificar la remontada.
Llegábamos al último minuto 89-91 y todo por decidir. Nedovic erró un triple y dos tiros libres tras una falta en el rebote con 26 segundos por disputarse. El interior cordobés tuvo la bola para empatar el encuentro y mandarlo a la prórroga pero erró, y entonces apareció Guillem Vives que recibió la personal y sentenció desde la línea transformando los dos tiros libres (89-93).
El Valencia Basket suma un triunfo muy importante, lo que le permite recuperar el factor cancha. No olvidemos que Pau Ribas y Kresimir Loncar no han estado disponibles. El Real Madrid se ha quedado con las ganas de poder dedicarle a Drazen Petrovic la victoria en el 22º aniversario de su fallecimiento.
Real Madrid 89: S. Llull (28), J. Carroll (6), R. Fernández (6), G. Ayón (6), F. Reyes (17) -cinco inicial- K.C. Rivers (-), Andrés Nocioni (12), J. Maciulis (3), S. Rodríguez (7), M. Slaughter (-), S. Mejri (4).
Valencia Basket 93: S. Van Rossom (13), R. Martínez (3), R. Sato (8), L. Harangody (9) S. Lishchuk (10) -cinco inicial- G. Vives (14), V. Lucic (4), B. Dubljevic (18), N. Nedovic (14), P. Aguilar (-).
La mejor noticia para el baloncesto es que en esta eliminatoria todo es posible. ¿Qué sucederá en Valencia?