Cliff Alexander es un jugador de tan solo 19 años, que puede ocupar tanto la posición de 4 como la de 5, así lo ha demostrado en la universidad, y así se supone que va a poder hacer en la NBA. Físicamente, se halla entre los 2’03 y los 2’05 metros de altura, y con un peso de alrededor de 109 kilos.
Alexander se unió a la universidad de Kansas con muy altas expectativas de hecho, informes le habían situado como el segundo mejor jugador durante el periodo de secundaria. Sin embargo, la temporada no fue nada fácil para él, saliendo desde el banquillo durante la mayor parte del año, jugando alrededor de 17 minutos por encuentro, y no pareciendo estar nunca en el mismo tempo que el equipo técnico de Kansas.
Sin embargo, cuando parecía que el año le iba a empezar a sonreir, ya que a mediados de febrero había logrado ganarse un puesto de titular dentro de la rotación, fue declarado como no seleccionable por su propia universidad debido a unos problemas financieros que involucraban a la madre del propio Cliff. Al parecer, la madre de Cliff había pedido un préstamo, el cual es legítimo para los jugadores que se presentan al Draft, sin embargo, para cuando la madre de Cliff pidió el préstamo, su hijo estaba empezando su año freshman, sin conocimiento de si iba a presentarse como elegible en el Draft o no. Este suceso significó el fin de la temporada, y de la carrera universitaria para Cliff, tan solo 28 encuentros después del comienzo del año.
Tras esto, vamos pues a analizar los puntos fuertes y débiles del juego de Alexander, que es lo que más debe interesarno de cara al Draft:
Puntos fuertes
A pesar de que a simple vista pueda parecer que Alexander está falto de centímetros debido a la posición que ocupa en la cancha, hay que tener en cuenta que su envergadura (hasta 2’20 metros) suple esa desventaja física ante otros 4 o 5 con más altura. Así pues, gracias a sus grandes manos, su fuerte cuerpo y su gran envergadura, podría ser incluso que Alexander viese minutos como pívot en quintetos donde predominase el small-ball, un concepto que tras las finales de la NBA, parece estar ganando terreno. Ateniendo a sus cualidades físicas, Alexander es un hombre alto con mucho movimiento, algo carente de explosividad, aunque siempre corriendo por toda la cancha, y buscando oportunidades para realizar mates una y otra vez.
Probablemente, lo que más destaque del juego de Alexander, es su capacidad reboteadora. Tiene una gran capacidad para predecir hacia dónde saldrá un balón, y sabe posicionarse perfectamente bajo el aro para luchar por los rebotes o por los balones sueltos. Tal es su capacidad para capturar rebotes, que durante los 6 primeros encuentros que disputó en la universidad, Alexander promedió casi 13 rebotes cada 40 minutos de juego, y una media de 5.4 rebotes ofensivos cada 40 minutos.
Ofensivamente, su físico es su mayor arma. Es capaz de colocar muy buenos bloqueos, que le permiten salir corriendo hacia el aro y finalizar, logrando anotar el 63% de sus tiros alrededor del aro. Hay que decir que donde posee una mayor productividad ofensiva, es en el rebote ofensivo, y mediante cortes a canasta, estas dos variantes se tradujeron en el 70% de los puntos que Alexander anotó durante su etapa universitaria.
Aquí tenemos una muestra de la potencia física de Alexander:
Rock Chalk Tomahawk! Cliff Alexander has arrived with THIS one-handed drop-step banger! #and1 #rockchalk https://t.co/NEPgf1vmOj via @vine
— The KC Star (@DwightMiller6) enero 14, 2015
Además, ha mostrado un tiro de media distancia que da para ser optimista, ya que posee una buena mecánica de tiro, algo que en el futuro le puede dar capacidad para aumentar su rango, y ser así una amenaza ofensiva a varios niveles. Su efectividad desde la línea de tiros libres es del 67%, algo que a pesar de no ser una gran marca, puede hacer pensar en la posibilidad de mejorar esos números.
Pasando al apartado defensivo, Alexander posee buenas herramientas: un físico fuerte, y una gran movilidad acorde con una gran envergadura. Todo esto le permitió taponar hasta 3 tiros cada 40 minutos, lo cual supone la 6a mejor marca entre los PF según la clasificación de DraftExpress. Además, ha mostrado una gran capacidad para ir a las ayudas, algo que gracias a su envergadura total y su capacidad para seguir el balón, le hacen ser un mayor protector del aro de lo que su estatura podría sugerir.
Puntos débiles
Antes hemos mencionado los puntos fuertes en el apartado ofensivo de Alexander, y su principal carencia, es que todos son dependientes de su físico, posee un repertorio ofensivo muy limitado. En el instituto destacaba ofensivamente ya que su físico le hacía las cosas muy fáciles de cara al aro, sin embargo, en la universidad, con rivales más poderosos físicamente empezó a tener problemas, y es algo que se puede producir en la NBA también con mucha facilidad.
A pesar de que posee una buena mecánica de tiro, necesita trabajar mucho su tiro todavía para poder convertirlo en algo consistente, al igual que necesita trabajar su juego de pies en el poste, ya que se muestra también en fase de desarrollo.
El ser tan limitado ofensivamente, le hace ser muy predecible, lo que sumado al hecho de que en la universidad se encontró a muchos oponentes con destacables cualidades físicas, provocaba que muchos de sus lanzamiento fuesen errados o taponados. Según estadísticas, sólo consiguió anotar un 33% de sus oportunidades desde el poste, además de que perdió el 20% de los balones que jugó en esa situación.
Hay que decir también que en Alexander no vamos a encontrar a ese pasador nato desde el poste, como podrían ser los hermanos Gasol, de hecho, Alexander es de los peores pasados de todo el Draft de este año, generando tan solo 12 asistencias en 492 minutos disputados, algo que le coloca como el segundo peor pasador de todos los jugadores disponibles en el Draft.
En el aspecto defensivo, tiene un largo camino por recorrer también. A pesar de que su físico le permite defender con contundencia, muchas veces se ve picando en amagos y cometiendo faltas innecesarias. Es especialmente débil en la defensa al pick-and-roll , ya que le cuesta reaccionar con rápidez sobre los movimientos ofensivos.
Conclusión
A pesar de todavía le queda un largo por recorrer, su temprana edad, y el hecho de que comenzara a jugar en secundaria, le hacen poseer un amplio margen de mejora en prácticamente todos los aspectos de su juego. Además, Alexander ha demostrado poseer un físico con una gran capacidad, el cual entrenando a fondo, y mejorando tanto su velocidad lateral como la explosividad en el salto, puede garantizarle muchos minutos de juego a la larga.
