Utah podría ser el destino de Brendan Haywood

Los Cavs no cuentan con el pívot

Keith Allison (CC)
Keith Allison (CC)

Los Cleveland Cavaliers andan escasos de presupuesto y podrían establecer un récord histórico de salarios con los nuevos contratos de LeBron James, Kevin Love, Iman Shumpert y Kyrie Irving, además del futuro acuerdo al que se llegue con Tristan Thompson. Eso sin contar con que J.R. Smith y Matthew Dellavedova todavía son agentes libres, aunque no esté muy claro si la franquicia del estado de Ohio está dispuesta a pagar demasiado por ellos. La única baza que les queda en el mercado para seguir mejorando el equipo, además de los mínimos de veteranos como Richard Jefferson, es el contrato de Brendan Haywood, que si es cortado antes del 1 de agosto no le costaría ni un dólar a su nuevo equipo.

En anticipo de esta situación, los Cavs están tratando de adquirir algunas rondas de draft que sirvan para pagar al otro equipo su alquiler del espacio salarial por unas horas – hasta que se deshagan del veterano pívot ex de Wizards y Mavericks -. Los únicos candidatos viables para un traspaso de estas características, que puedan absorber los 10,52 millones de dólares de Haywood sin enviar ningún jugador a Cleveland, son los Sixers, los Blazers y los Jazz, especialistas en sacar partido de estas situaciones rivales como ya hicieran hace dos años al ayudar a Warriors a fichar a Iguodala, quedándose con Brandon Rush, Richard Jefferson y Andris Biedrins. De esa transacción, Utah sacó dos futuras primeras rondas, dos futuras segundas rondas y dinero en metálico, una auténtica ganga. Ahora los de Salt Lake City podrían estar tentados a repetir acción, ayudando así a Cavaliers a generar una trade exception muy importante y suficiente para firmar a un jugador relevante.

En el pasado estos contratos no garantizados han sido utilizados de esta misma manera para adquirir esas excepciones que luego se usan para fichar jugadores sin necesidad de tener que cuadrar salarios, como ya hiciera precisamente Cleveland el invierno pasado para traer a Mozgov desde Denver. A pesar de todo, el precio no debería siquiera aproximarse al alcanzado en ese traspaso entre Warriors y Jazz, puesto que Haywood no tendría sueldo garantizado y además porque en 2016 todas las franquicias de la NBA van a tener montañas de espacio salarial. Ahora mismo Utah tendría que deshacerse de algunos de los contratos no garantizados que tiene en plantilla para hacer hueco a esos más de 10 millones si de verdad quiere aprovechar la coyuntura, ya que si descontamos el cap hold de Jeremy Evans (que cuenta contra el espacio hasta que, o bien firme por otro equipo – y todavía no ha firmado con Dallas -, o bien renuncien a sus derechos los Jazz) apenas disponen de unos 6,7 millones. Jack Cooley, Elijah Millsap, Christapher Johnson y en última instancia Bryce Cotton serían los candidatos a abandonar la entidad del estado mormón.

Por las molestias los Cavs probablemente enviarían una de las segundas rondas de draft adquiridas recientemente, como la de 2019 de Lakers, que llega desde Indiana en el traspaso de Rakeem Christmas, número 36 del draft de este año que ni siquiera ha llegado a firmar con el equipo de LeBron James. Este pívot fue a su vez adquirido desde Minnesota, que envío además el número 31 y otra segunda ronda en 2019 a cambio del número 24. Los Cavs se ahorraron así pagarle el sueldo a su primera ronda – cuyo contrato sí es garantizado – y cosecharon algunas piezas extras para poder completar su plantilla de veteranos este año.