Sacramento Kings, nueve años en las tinieblas

Del cielo al infierno en un abrir y cerrar de ojos

Autor: Keith Allison (CC)
Autor: Keith Allison (CC)

Siempre que oímos hablar de California nos vienen a la cabeza sus enormes playas, llenas de chicas en bikini con cuerpos de escándalo que aparecen en muchas series de televisión americanas. Después, pensamos en Hollywood y sus estrellas de cine, para terminar en Los Ángeles, ciudad que hospeda a uno de los mejores equipos de la historia del baloncesto, Los Ángeles Lakers.

Hubo una época, no hace tanto tiempo, en la que a los aficionados del baloncesto casi a la vez que Los Ángeles, les rondaba la cabeza otra ciudad del estado de California, Sacramento. Y es que, allá por 2002 eran Kings y Lakers los dos equipos que se disputaban el trono en el Oeste, que a la postre significaba conseguir el anillo ya que por aquel entonces (y desgraciadamente la cosa no ha ido a mejor) la conferencia Oeste era muy superior a la Este.

Los más veteranos del lugar recordarán a aquellos Kings de Mike Bibby, Doug Christie, Peja Stojakovic, Chris Webber y Vlade Divac, con todo un ilustre como Rick Adelman en el banquillo. Esos Kings que empezaron la temporada al ritmo de ‘showtime’ que marcaba Jason Williams, se convirtieron tras el traspaso de éste por Mike Bibby, en uno de esos equipos destinados a marcar una época en el baloncesto, pero algo oscuro se cruzó en su camino y en la capital del estado de California aún no han levantado la cabeza desde entonces.

Viviendo en la cima de la NBA

Para los que aún no lo sepan, Kings y Lakers disputaron las finales de conferencia en 2002, en lo que fue un enfrentamiento épico con tintes de batalla medieval. Los de Sacramento fueron superiores durante prácticamente toda la seríe ante los Lakers de Kobe, Shaq y Phil Jackson, pero uno de los mayores escándalos arbitrales que se recuerdan en la historia del baloncesto hizo que los de amarillo y púrpura avanzasen a las finales de la NBA, bueno eso y alguien a quién Andrés Montes bautizó como «Ese extraño elemento llamado Horry«. Si no conocéis la historia, podéis encontrar en Youtube un gran documental al respecto, no apto para cardiacos.

Al año siguiente los Kings parecían volver con más fuerzas que nunca y terminaron con un récord de 59-23, quedando campeones de su división. En Playoffs, tras despachar sin problemas a los Jazz de Stockton y Malone en primera ronda, fueron eliminados por los Mavericks en semifinales debido a la horrible lesión que sufrió Chriss Webber en su rodilla, que lo tuvo apartado de las canchas hasta mediados de la temporada siguiente.

La temporada 2003-2004 significó el comienzo del fin para los Kings. Webber volvió de su lesión a mitad de temporada, pero ese C-Webb en poco o nada se parecía al jugador que estábamos acostumbrados a admirar. El ala-pívot de los Kings volvió sin la explosividad física que le había caracterizado toda su carrera y con ese nuevo Chris, los de Sacramento no fueron capaces de superar las semifinales de conferencia otro año más y cayeron derrotados ante los Timberwolves de Kevin Garnett.

El verano de 2004 lo recordarán en Sacramento como el verano de la huída de Vlade Divac hacia L.A y el desmembramiento total de un conjuto que estuvo a medio palmo de tocar con los dedos el cielo de la NBA. Nada más comenzar la temporada, los Kings traspasaron a otro estandarte del equipo, Doug Christie, a los Orlando Magic a cambio de un Cuttino Mobley que solo disputó 43 partidos con la franquicia californiana antes de poner rumbo a los Clippers de Donald Sterling.

Debido al Draft de expansión por la entrada de los Charlotte Bobcats en la NBA, los Kings perdieron a otro de sus hombres clave, Gerald Wallace, quien se convirtió a la postre en uno de los mejores aleros defensivos de toda la NBA. Aquella temporada 2004-05 los Kings volvieron a alcanzar los Playoffs, pero con un equipo muy diferente al de años anteriores no fueron capaces de superar la primera ronda ante los Seattle Supersonics de Ray Allen y Rashard Lewis.

Los cambios continuaron en la capital del estado de California y los Kings se hicieron con el carismático Bonzi Wells y el talentoso Shareef Abdur-Rahim para alcanzar por última vez los Playoffs en la temporada 2005-2006. A partir de ahí los Kings se enrolaron en una dinámica perdedora llena de infortunios que se ha extendido hasta el día de hoy, día en que los aficionados de Sacramento pueden volver a esperar que su equipo alcance la post-temporada por primera vez en nueve años.

Travesía por el desierto

En el verano de 2006, Rick Adelman abandonó la franquicia de Sacramento y el elegido para reemplazarle fue Eric Musselman, un tipo al que a día de hoy todavía no conocen más allá de su barrio. Con los Maloof como dueños y Petrie como GM, los Kings comenzaron una serie de dudosos traspasos y mediocres contrataciones en la agencia libre que han mantenido al equipo de Sacramento en los bajos fondos de la liga durante nueve temporadas.

Para que os hagáis una idea, estos han sido los jugadores que los Kings han firmado cada verano hasta la presente campaña:

  • 2006: John Salmons y Maurice Taylor
  • 2007: Mikki Moore, Orien Greene, Darryl Watkins y Beno Udrih
  • 2008: Bobby Brown
  • 2009: Sean May, Desmond Mason e Ime Udoka
  • 2010: Antoine Wright, Pooh Jeter, Luther Head
  • 2011: Travis Outlaw y Chuck Hayes
  • 2012: Aaron Brooks y Hamady N’Diaye
  • 2013: Carl Landry
  • 2014: Darren Collison, Erick Moreland, Ryan Hollins, Omri Casspi y Ramon Sessions

Por si todavía queda alguien sin caerse de la silla después de semejante espanto de jugadores, a continuación os mostramos algunos de los traspasos realizados por los Kings en estos años:

  • 2006: Traspaso de Peja Stojakovic a los Indiana Pacers por Ron Artest
  • 2009: Traspaso de Brad Miller y John Salmons a los Bulls a cambio de Drew Gooden, Andrés Nocioni, Michael Ruffin y Cedric Simmons
  • 2010: Adquirieron a Hilton Armstrong de New Orleans por una seguna ronda del Draft
  • 2010: Traspaso a 3 bandas con Knicks y Rockets en el que dan a Kevin Martin, Sergio Rodríguez y Hilton Armstrong y adquieren a Carl Landry, Joey Dorsey y Larry Hughes
  • 2011: Traspaso de Carl Landry a New Orleans por Marcus Thornton
  • 2011: Adquirieron a Marquis Daniels de los Celtics por un futuro pick condicionado
  • 2013: Traspaso de Tyreke Evans (ROY en 2009) a New Orleans por Greivis Vásquez
  • 2013: Traspaso de John Salmons, Greivis Vásquez, Chuck Hayes y Patrick Patterson a los Toronto Raptors por Rudy Gay

Estos traspasos unidos a las firmas de agentes libres de dudosa calidad han llevado a los Kings a acumular un récord durante las últimas diez temporadas de 288 victorias por 516 derrotas. Durante este periodo en Sacramento han pasado hasta ocho entrenadores diferentes (nueve si contamos a Adelman) y ninguno ha sido capaz de ganar más de 38 partidos en la temporada regular.

De todos ellos, el único que dió muestras de poder guiar a los Kings a los Playoffs fue Mike Malone, pero el joven entrenador fue despedido al comienzo de la temporada 2014-15 por no haber convertido al equipo en la ‘Banda de Jazz’ que el nuevo dueño de la franquicia, Vivek  Ranadive, quería para sus Kings.

Fuente: Keith Allison y commons.wikimedia.org (CC)
Fuente: Keith Allison y commons.wikimedia.org (CC)

La ristra de desgracias para los aficionados de los Kings no termina aquí, y es que la lamentable gestión de los hermanos Maloof tras desmontar el equipo en 2006 estuvo a punto de costarle a la ciudad de Sacramento perder a su tan querido equipo. En 2013, los Maloof negociaron la venta del equipo a un grupo de inversores liderados por Steve Ballmer que querían mover la franquicia a Seattle para recuperar a los ya desaparecidos Supersonics. Seattle se echó a la calle para pedir la vuelta de su equipo y los Maloof estuvieron a punto de enviar la franquicia a capital del estado de Washington pero la NBA cedió a las presiones de varios propietarios y de los habitantes de Sacramento, y gracias a la ayuda del alcalde de la ciudad, Kevin Johnson (otrora estrella de los Phoenix Suns), la franquicia fue vendida al magnate indio Vivek Ranadive que se comprometió a mantener al equipo en Sacramento y afrontar la construcción de un nuevo pabellón deportivo para los Kings.

Con el nuevo equipo directivo al mando los Kings comenzaban otro episodio en su dilatada historia en la NBA. En su primera actuación al frente de la franquicia, Ranadive y el GM Pete D’Alessandro contaron con esa pizca de suerte propia de los primerizos que les llevó a poder escoger al escolta Ben McLemore en el pick número siete del Draft, cuando todos esperaban que el jugador de Kansas fuera escogido en primer o segundo lugar.

Después del Draft y con lo que había sido el mejor verano de la franquicia en varios años (imaginaos como estaba el panorama si se considera tu mejor verano uno en el que tu único fichaje es Carl Landry), los Kings comenzaron la temporada con ilusiones renovadas pero la realidad fue muy distinta. El equipo no consiguió arrancar en los primeros meses de competición y demostrando la facilidad de apretar el gatillo que ha caracterizado a D’Alessandro desde que se convirtiera en GM, el directivo de los Kings traspasó a Greivis Vásquez, Patrick Patterson, Chuck Hayes y John Salmons a los Toronto Raptors a cambio del All-Star Rudy Gay.

Gay venía de realizar la que estaba siendo su peor temporada en la NBA pero en Sacramento fue capaz de sorprender a propios y extraños y convertirse en ese gran jugador que había maravillado a la NBA durante sus primeros años en los Grizzlies. Sin embargo, los Kings no lograron ganar más de 28 partidos aquella temporada y de nuevo ponían todas sus esperanzas en que les cayera una estrella del cielo la noche del Draft.

Como no podía ser de otra manera, los Kings volvían a sus andadas en las noches de Draft y tras el fiasco ‘Thomas Robinson’, seleccionaban a Nik Stauskas un año después de haber elegido a otro escolta de similares características como Ben Mclemore. La llegada de Ranadive prometía ilusiones renovadas para los aficionados de los Kings pero desde el «circo» montado en el Draft con la elección de Stauskas y el despido sin sentido alguno de Mike Malone, ya no son pocos los detractores del indio en Sacramento. Por si alguien no conoce el «circo» del que hablamos, aquí os dejamos un reportaje sobre como fue la elección de Nik Stauskas en el Draft de 2014.

http://www.youtube.com/watch?v=rEN6ad_Aw-M

El último episodio antes del Draft del pasado 27 de junio no invitaba al optimismo. Kings y Lakers negociaban un posible traspaso de DeMarcus Cousins en lo que parecía otro disparo en el pie de la franquicia de Sacramento. Unido a esto aparecieron rumores de confrontación entre DeMarcus Cousins y el nuevo entrenador de los Kings, George Karl. El ‘coach’ llegó a decir que nadie en el equipo era instraspasable, ni siquiera Cousins, y esto molestó a más de uno en Sacramento y en especial al díscolo pívot de los Kings, quien no se corto en dejar un recado por Twitter a su entrenador, como ya hicieran antes jugadores a las órdenes de Karl como Carmelo Anthony.

El comienzo de una nueva era

Sin embargo, Vlade Divac (nuevo GM de la franquicia tras el despido de Pete D’Alessandro) salió al paso de los rumores declarando que Cousins era intraspasable y que Karl se había excedido en sus comentarios. El tema quedó zanjado y sin rumores de traspasos de por medio, los Kings eligieron a Willie Cauley-Stein en el Draft, en lo que ha sido una decisión muy criticada por haber dejado pasar al base Emmanuel Mudiay, un jugador con potencial para ser All-Star.

Después de que en su primera decisión como GM, Vlade Divac eligiese a Cauley-Stein por delante de ‘Manny’ Mudiay, en EEUU ya empezaban a oírse las primeras risas sobre el catastrófico verano que se les aventuraba a los Kings. Periodistas destacados de ESPN o Yahoo no creían que Divac fuese capaz de convencer a agentes libres importantes de firmar por los Kings y tras el traspaso de Thompson, Stauskas, Landry y una primera ronda a los Sixers para únicamente crear espacio salarial, las sospechas parecían confirmarse, Vlade Divac no estaba preparado para el cargo.

La locura de la agencia libre comenzó y salían los primeros rumores sobre jugadores renunciando a ganar más dinero en los Kings y firmando por otros equipos. Casos como el de Monta Ellis o Wesley Matthews menguaban las posibilidades de los Kings de hacerse con alguien de renombre en esta agencia libre y el nerviosismo se palpaba en los despachos  de la franquicia.

Sin embargo, en lo que fue un giro inesperado de los acontecimientos, Los Kings consiguieron convencer a Rajon Rondo de firmar una temporada con ellos y unirse así al grupo liderado por su amigo Rudy Gay y el díscolo DeMarcus Cousins. Los más escépticos del lugar no creían que Rondo se hubiese comprometido con los Kings, pero el asunto no terminaba ahí. Minutos más tarde el escolta Marco Belinelli se comprometía también con la franquicia de Sacramento, y 48 horas después lo hacía Kosta Koufos.

La NBA se levantaba sorprendida cada mañana esperando qué nuevo fichaje realizarían los Kings y nombres como el de Josh Smith empezaban a sonar con fuerza. Divac seguía a lo suyo y en los siguientes días cerró las contrataciones de Caron Butler y un favorito de la afición, Omri Casspi. Pero aún no conforme con eso y con la intención de formar el mejor equipo que se ha visto en Sacramento en los últimos 10 años, Divac ha firmado en la última semana a tres jugadores que completarán la plantilla de los Kings la próxima temporada: Seth Curry, Quincy Acy y Luc Mbah a Moute.

Con esta plantilla soñar es gratis para los aficionados de Sacramento, y es que tienen razones de sobra para ello. Rudy Gay está a un nivel excepcional desde su llegada a Sacramento y DeMarcus Cousins está ante los que serán los mejores años de su carrera. Belinelli viene de madurar como jugador en San Antonio y Koufos de confirmarse como un suplente de lujo en los Grizzlies de Marc Gasol.

Por si esto fuera poco, ha llegado a Sacramento un jugador que durante años ha sido capaz de imponer su ley por todas las canchas de la NBA, hablamos de Rajon Rondo. El imprevisible Rajon lleva un par de años alejado de su nivel habitual en la época de esplendor del big-three en Boston, y su última aventura en Dallas no ha hecho sino generar más dudas sobre si Rondo recuperará alguna vez el nivel que mostró a las órdenes de Doc Rivers. Por aquel entonces, en los partidos de los Celtics se jugaba al ritmo que marcaba Rondo, quien noche sí y noche también coqueteaba con el triple-doble cuando no lo conquistaba del todo.

Es por todo esto que podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que los Kings están de vuelta en la lucha por los Playoffs y si antes no se «matan» entre ellos, pueden terminar dando un susto a más de uno en la post-temporada.

Vivek sonríe, Divac sonríe y Sacramento ya luce esa media sonrisa nerviosa propia de los aficionados cuando saben que algo bueno está por llegar. Si existiera la llamada «justicia poética», los Kings deberían volver a ese lugar que nunca debieron perder en la cima de la NBA, para esta vez, contar con esa pizca de suerte necesaria para llevarse el campeonato. Y aunque una gesta como tal suene utópica, estos Kings están preparados para batir en duelo hasta a los más rápidos pistoleros de la Bahía de San Francisco.

La ciudad de Sacramento está de enhorabuena porque tras nueve años en las tinieblas, «The Kings are back!».

Autor: Borja Herrero (CC)
Autor: Borja Herrero (CC)