Tim Frazier y Phil Pressey compiten por un puesto en los Blazers
Uno de ellos podría ser el tercer base
Portland tiene una estrella en la posición de base, con Damian Lillard como indiscutible jugador franquicia tras la marcha de LaMarcus Aldridge. El entrenador jefe del equipo, Terry Stotts, pretende usar a la gran sensación de los pasados playoffs, CJ McCollum, como segundo base en algunas situaciones, y por tanto a los Blazers solamente les queda resolver quién ocupará el rol detrás de ellos. Aunque sus minutos puedan ser limitados es todavía más importante en la NBA de ahora tener jugadores capaces de crear y resolver y que manejen bien el balón, por lo que la lucha entre Tim Frazier y Phil Pressey será uno de los puntos más relevantes de lo que queda de verano en el Moda Center.
El primero parte supuestamente con algo de ventaja ya que debería estar más familiarizado con el esquema de juego de los de Oregon, tras haber firmado con ellos a finales de marzo pasado un poco antes de hacerse con el MVP de la NBA D-League. Apenas disputó 5 partidos en temporada regular y un par de minutos en los playoffs, pero eso se la ha posibilitado tener el timón en la liga de verano, donde ha combinado algunos brillos con lunares más importantes. Sus 7,5 asistencias por encuentro, segundo mejor promedio de la competición, no son nada nuevo, pues en su previo paso por los Sixers en este curso anterior también consiguió 7,2 por noche en los 6 partidos que disputó con los de Philadelphia. El principal problema son sus pérdidas, 3,8, y también su tiro, algo que también evidenció la temporada pasada. En Las Vegas finalizó con 37,9% en tiros de campo y un pírrico 16,7% en triples. En sus propias palabras:
«Demasiadas pérdidas para un base, y costosas pérdidas para un base.«
A los Blazers les gusta Tim Frazier, pero han querido traer al también tejano Phil Pressey para competir con él porque no tiene sitio asegurado. El ex de Celtics ha sido víctima del overbooking de jugadores bajitos de perímetro que tienen en Boston, y fue cortado antes de que su sueldo de 900.000$ fuera garantizado, aunque Danny Ainge no ha tardado en asegurar que ha sido una decisión muy dura ya que «podría ser mi jugador favorito de todos los que he tenido alrededor en la NBA, tanto como jugador, entrenador o dirigente». Es otro base que hace jugar a los compañeros y que destaca por su dirección, aunque es incluso menos anotador y con peor tiro que Frazier. Ambos son pequeños (1,85m. del ex de Penn State por el 1,80m. del nuevo fichaje) y con un perfil similar, y además ninguno de sus contratos está garantizado así que ni siquiera su permanencia es segura si no convencen en ningún caso.