El dilema en la posición de escolta de los Jazz

La posición de SG titular ha quedado en disputa

Todos los fans de Utah Jazz nos cubrimos los ojos cuando a la veintena de partidos de la pasada campaña, Arron Afflalo (por aquel entonces jugador de los Denver Nuggets) realizaba una brutal falta contra el escolta de los Jazz, Alec Burks, que se perdería el resto de la RS por una lesión en el hombro provocada en esa misma acción. Desde ese momento, el puesto que el jugador proveniente de la Universidad de Colorado dejó vacante se fue alternando entre varios jugadores. El sorprendente Elijah Millsap, el rookie Rodney Hood cuando las lesiones se lo permitieron, en ocasiones también  Joe «Slow Mo» Ingles ocupó su lugar. Y todos ellos dejaron buenas sensaciones durante la excelente segunda mitad de temporada que cuajaron los de Salt Lake City. Sin embargo, la vuelta de Burks es un hecho. El jugador, que renovó el año pasado, ya está preparado para cumplir las órdenes de su entrenador, Quin Snyder, que ahora afronta una difícil decisión en lo que a completar el quinteto inicial se refiere.

De buenas a primeras, parecería que Alec Burks debería retomar el rol de titular que tenía antes de su lesión. El número 10 de los Jazz promedió 13.9 puntos por partido durante los 27 que jugó, con un más que decente 38% de tiros de tres. Mejorando sus registros de las tres anteriores temporadas. Pero si por algo es famoso Burks no es por ser un gran tirador exterior, es por su habilidad para penetrar a canasta. Según remarca el analista deportivo Austin Clemens, más de la mitad de sus tiros fueron a cinco metros o menos del aro, forzando un total de 129 tiros libres.

Visto esto, la decisión parecería rápida y fácil, pero nunca lo es. Ya que tras las dos Summer Leagues (Utah y Las Vegas) ha irrumpido en la ecuación un elemento externo, Dante Exum. El joven australiano, en el que los Jazz han depositado grandes esperanzas, ha demostrado un gran cambio en el aspecto ofensivo del juego. Mientras que en su año rookie, su aportación se limitó mucho más a un ámbito defensivo y de organización, tras su actuación este verano ha quedado claro que ha habido un cambio de mentalidad. Ahora Exum busca el aro con mucha más agresividad, penetrando y forzando personales de los rivales. Y aquí entra en un conflicto con el estilo de Burks. Siempre va bien tener jugadores que puedan penetrar a canasta, pero con Exum y Burks en pista se podría llegar a colapsar la pintura.

Es en este momento en el que aparece la solución, Rodney Hood. El otro rookie de la pasada temporada ya ha dejado claro, en el tramo final de la pasada temporada y en la SL, que es capaz de anotar desde fuera con consistencia. ¿Es su posición un problema? No, «The Prince of Threes» llegó a la NBA como un Alero, pero con el sistema de Quin Snyder en el que las posiciones no están definidas con excesiva rigidez, terminó jugando al mismo tiempo con otros aleros como Joe Ingles o Gordon Hayward dando grandes resultados, lo que demuestra que sería capaz de cubrir el puesto de SG titular. Además Hood aportaría algo que el propio Gregg Popovich declaró imprescindible para llegar lejos, amenaza exterior. En un quinteto sin ningún tirador puro (Exum – Hayward – Favors – Gobert), Hood sería ese peligro constante que castigara a la defensa cuando esta se cerrara para cubrir al potente juego interior o las penetraciones de los mormones, algo que acusaron en algunos momentos durante la temporada pasada. Eso sí, siempre que las lesiones respeten más a un jugador que ha pasado una mala temporada rookie en ese aspecto.

Y en caso de que Hood saliera de titular, la solución para Burks sería sencilla. Como los Jazz hicieran con Trey Burke el año pasado, pasar al banquillo para liderar una segunda unidad algo falta de anotación en la que Burks podría penetrar con relativa tranquilidad pues Burke (pese a tener malor porcentajes desde el exterior estos dos primeros años) es un base que por tamaño se ve forzado a tirar desde lejos para evitar diferencias de altura insalvables.

La decisión de quién jugará queda, finalmente, en manos de Quin Snyder, quién este año sabe que sus Jazz pueden ser aspirantes a ocupar una de las carísimas plazas de Play-Offs en una conferencia Oeste que se prevé más salvaje que nunca.