España debuta con derrota ante una grandísima Serbia

Bienvenidos al Eurobasket 2015, bienvenidos al final de ese paseo militar, a golpe de tambores y trompetas, y lleno de comparsas, en el que todos los veranos la selección española de baloncesto convierte su preparación para cualquier competición. Estos orquestados veranos españoles suelen acabar con un duro golpe en forma de realidad, y el debut 2015 de España no ha podido ser más revelador al respecto.

Se enfrentaba España, en su debut, a toda una Serbia, la dirigida por Sasha Djordjevic, y liderada por gigantes del baloncesto como Milos Teodosic o Nemanja Bjelica, reciente subcampeona del mundo, excesivo y preocupante rival, para enfrentarse en un primer partido de cualquier competición.

Pronto las dudas generadas por juego y físico hicieron acto de presencia en este primer partido. Djordjevic, entrenador serbio, sabedor de las dudas españolas, y sobretodo de sus peros, no se hizo esperar, y mandó a sus chicos, a niveles de intensidad al que el equipo de Scariolo no está acostumbrado.

La extrema intensidad serbia estuvo presente desde el inicio, y España sufrió mucho en los primeros compases del partido, tardaría cinco minutos en anotar, y solo el desatino de los chicos de Djordjevic hizo que nuestra selección se mantuviese en pie.

Tras esa primera canasta, el despertar español fue un hecho. La intensidad de los nuestros hizo acto de presencia, y el shock para Serbia fue tal, que no supieron reaccionar. Cuando quisieron responder, España había finalizado, ya, el cuarto con un demoledor parcial de 21/6, que parecía romper el encuentro. Los de Scariolo dominaban el marcador +10, con un buen Rudy Fernández que se iba a los 8 pts y 2 asts.

Pese al dominio serbio en el rebote, y la intensidad inicial, las cosas no podían estar peor para los ex yugoslavos, tocaba recomponerse, y volver a ensuciar el partido, a intensificarlo, a poner en aprietos la ofensiva española. Así fue durante todo el segundo cuarto, España empezaba con las rotaciones de sus jugadores, pero también con los errores ofensivos, los malos porcentajes se unían a un estrepitoso mal cuarto, donde solo la aportación de Felipe Reyes fue una buena noticia.

España pese al mal juego, consiguió malvivir en el segundo cuarto, hasta el desequilibrio defensivo de los últimos minutos, que fue aprovechado por Nemanja Nedovic, para convertirse en protagonista, llegaba a los 10 pts en anotación y empataba el partido. Por suerte, Sergi Llull, desastroso hasta el momento, conseguía poner el +2 en el marcador, con un canastón imposible, con el que cerrábamos la primera parte.

La mala imagen dada por España, en ataque, con malisimos porcentajes de sus jugadores más importantes, Felipe Reyes fue la excepción, y en defensa, con lagunas impropias de un equipo que alguna vez fue campeón, siguieron siendo la nota predominante en el arranque del tercer cuarto.

Serbia sabía que su intensidad al extremo era un auténtico quebradero de cabeza para los españoles, y no dejaron de hacerla su seña de identidad durante todo este cuarto. Lo que en otros momentos no les entró a los serbios, ahora sí, y pronto multiplicaron las diferencias, llegaron a estar por encima de los 10 puntos. España sufría, estaba herida, sin ideas, y lo que es peor, sin soluciones para parar el vendaval creado desde la pizarra de Djordjevic. Liderados por Bjelica y Teodosic, dos jugadores que por momentos parecieron semi dioses, y a los que España no podía poner freno.

La selección se desmoronaba, y entraba al ultimo cuarto perdiendo de mas de 10 puntos, parecía un milagro recomponerse de todo esto. Sin embargo, el cierre de tercer cuarto pareció sentarles bien, a los pupilos de Scariolo, que empezaban los últimos diez minutos de partido con aires renovados. España apretaba en defensa, Serbia dejaba de apretar el acelerador, se provocaban buenos ataques, y sobretodo, perdidas al rival, algo innovador, visto lo visto durante el resto del partido.

Clave en el acercamiento español, fue la figura de Pau Gasol, que lideró la remontada, casi como total protagonista. España le cedía el balón a Pau, el partido se resumió en un cara a cara Pau contra sus defensores. Gasol nos daba el empate en el marcador, y el partido se acabaría definiendo por minúsculos detalles.

Esos detalles, por desgracia, cayeron del lado serbio, cuando el balón quema deben aparecer los hombres con descaro, los lideres naturales. En ese rol, en España apareció Pau, por supuesto, pero Serbia tuvo a dos hombres, Bjelica y Nedovic, que estuvieron de dulce en esos instantes, con sus triples, Serbia rompía el partido, para no dejarlo escapar jamás.

Bjelica se acabaria convirtiendo en el hombre del partido, jugador que domino el juego de manera espectacular, con 24 pts, 10 rbts y 4 asts, toda una pesadilla para todo aquel que lo intentase frenar. Sin lugar a dudas, Nemanja fue la estrella invitada en esta gran noche de baloncesto en Berlín.

Al final, un +10 en el marcador que deja muchas dudas en España, y que pone en el escalafón de grandes favoritas, a una Serbia que viene en crecimiento. España con peros ofensivos, con escasa productividad en la rotación, y con lagunas defensivas, que debe solventar rápidamente, debe cambiar el chip, y empezar a encontrarse a sí misma. Ya saben, los grandes campeonatos no entienden de pasado, y mucho menos se acuerdan del que fue, y quizás ya no sea.