Danilo Gallinari: «Seremos un equipo de run and gun»

Si debiéramos escojar una sola palabra para definir todo lo que ha sido la postemporada de los Nuggets, sin duda tendríamos que decantarno por «ritmo«. De hecho, tal es la importancia de dicha palabra en Colorado, que el nuevo entrenador, Michael Malone, se tuvo que comprometer con ella durante la primera rueda de prensa incluso antes de poder responder nada en absoluto:

«Sé perfectamente que en cuanto demos vía libre a las preguntas todos van a querer hablar sobre el ritmo, yo soy un tipo al que le gusta mover el balón por la cancha,» Dijo Malone. «He dirigido 106 encuentros como entrenador en la NBA, no me marquéis diciendo simplemente éste es quien eres. Yo juego con los puntos fuertes de nuestra plantilla.»

Sin duda, el acoger dicho ritmo de juego fue un acierto por parte de Malone. Todo el mundo le había encasillado ya como un entrenador que dirigía a su equipo a un tempo muy bajo, algo que no permitiría a los Nuggets utilizar la ventaja natural de terreno que poseen, y que ningún otro equipo tiene.

A pesar de hablar tanto de ritmo, ¿qué entendemos como tal? El ritmo, en lo que a baloncesto refiere, consiste en el número de posesions que un equipo tiene cada 48 minutos de juego (el tiempo natural de un partido cualquiera). Acorde a las estadísticas de NBA.com, los Nuggets fueron el conjunto con el 4º ritmo más alto de la liga, con un total de 98.67 posesiones cada 48 minutos. Sin embargo, dicha estadística no se traduce directamente en victorias, especialmente si posees una ofensiva sin corazón y una defensa tan pasiva como la que Denver mostró la pasada campaña bajo el mandato de Brian Shaw.

«Creo en jugar rápido, pero para mí es todavía más importante jugar con eficacia.»

Si tal y como ha dicho anteriormente, Malone pretende basar el juego en los puntos fuertes del equipo, utilizar un alto ritmo de juego sería un gran comienzo. En esta pasada Summer League ya pudimos presenciar como Emmanuel Mudiay lograba siempre crear peligro en cuanto se le daba un poco de espacio que pudiese utilizar para correr por la cancha. Wilson Chandler y Danilo Gallinari son también dos jugadores que pueden hacer daño cuando poseen espacio para correr, al igual que Kenneth Faried (el cual deberá demostrar mucho este año para seguir siendo considerado una pieza importante del conjunto.)

Malone no se ha retractado de sus palabras con respecto al ritmo de juego en todos estos meses, es más, recientemente visitó a Gallinari durante su paso por el Eurobasket, y le volvió a decir lo que ya ha repetido una y otra vez, que pretende implantar un alto ritmo de juego:

«(Malone y yo) Hablamos muchísimo,» Dijo Gallinari a Markwoods durante el Eurobasket. «Al igual que con los otros asistentes. Hablé con todo el mundo. Seremos un equipo de run and gun, eso es lo que necesitamos en Denver. Correr más que los otros. Va a ser duro en la Conferencia Oeste, pero si logramos mantenernos sanos, creo que tenemos la oportunidad de hacer algo especial.»

Todo el mundo considera a Malone un entrenador de mentalidad defensiva por su currículum. Logró que la defensa de los New Orleans Hornets mejorara en casi 5 puntos cada 100 posesiones en tan solo 1 año. También se le ha reconocido su compromiso con la defensa durante su paso por Oakland (2011-2013), un paso que acabó convirtiendo a los Golden State Warriors en el equipo con mejor rating defensivo de la liga.

El aficionado en general sigue preocupado porque Malone muestre su lado más seguro, el cual ya presenciamos durante su época en los Kings, etapa en la que contaba con un conjunto bastante falto de experiencia, por lo que decidió reducir el ritmo de juego para que sus jugadores lograsen jugar de una forma más segura. Una situación similar es la que podríamos vivir en los Nuggets, sin embargo, si Malone se sigue aferrando a su palabra, como ya ha venido haciendo todos estos meses, y realmente implanta un alto ritmo de juego con la eficacia como segundo estandarte, los Nuggets pueden sorprender a más de uno durante este año.