¿Hacia dónde va la defensa de los Boston Celtics?

Especulaciones sobre el sistema defensivo de Stevens

Foto: Farm3 (CC)
Foto: Farm3 (CC)

Los Celtics no han logrado conseguir este verano a ese “rim protector” que viene buscando hace años como si fuera una obsesión rayana la locura, al mejor estilo Gollum con su “my precious”. Danny Ainge ha intentado remediar su Perkingsgate durante años, pero no logra llegar al objetivo deseado . Todo parte de ahí, porque si se quiere hacer un análisis defensivo de Boston hay que partir de su talón de Aquiles, su junta de la armadura, su agujero negro… y ese lugar definitivamente es la protección del aro.

Stevens, como buen entrenador que es, ha tratado de palear su deficiencia más notoria con rotaciones y ayudas defensivas aprovechando el gran despliegue físico que tienen sus jugadores perimetrales (Crowder, Smart y Bradley a la cabeza), tratando de doblar en el poste bajo cuando la presencia contraria es determinante en ese sector. Ha utilizado para esto alineaciones bajas mucho tiempo en pista, para optimizar las ayudas, ya que este tipo de sistema desnuda otro peligro latente al dejar un jugador liberado: el triple desde la esquina.

Si vemos los primeros partidos de la temporada pasada, el conjunto de Massachusetts era lo más parecido a un colador, con Olynyk y Sullinger en la pintura (uno blando y otro lento) los internos contrarios se hacían una fiesta privada aprovechando el mano a mano con Olynyk o lastimando con el pase interior al lado débil de la defensa, lo que desnudaba la falta de desplazamientos laterales de un “fuera de forma Sullinger”.

Con el paso del tiempo, Stevens priorizó la solvencia defensiva al juego de golpe por golpe que se vio en un principio, cuando Rondo marcaba el tiempo y Green corría la pista. Con los traspasos y el nuevo material incorporado la lectura fue sencilla: defender duro y correr lo más que se pueda con alineaciones más balanceadas, teniendo en cancha siempre tres buenos defensores y relegando un poco el ataque.

La identidad de este equipo o su ADN basquetbolístico se logró en aquella recordada gira por el Oeste, cuando el conjunto de Stevens entendió que con lo que se contaba en el plantel por ese entonces, solo la defensa podía ganar partidos. Las incorporaciones en febrero le aportaron la anotación que había perdido (Thomas) y la polivalencia que necesitaba para jugar defensa/ataque (Jerebko).

Ahora el entrenador cuenta con Amir Johnson y David Lee, lo que no hará cambiar mucho su filosofía defensiva, ya que las carencias en la pintura siguen existiendo, (el rim protector brilla por su ausencia) así que en base a lo aprendido a lo largo del torneo pasado determinará las decisiones para este.

Stevens habló de alineaciones “más tradicionales”… déjenme dudar de esas palabras, no porque no lo quiera así, estoy convencido que si Nerlens Noel estuviese en Boston, los Celtics serían más “tradicionales”, con un 5 acorde a esas expectativas, pero por el momento no lo tenemos y solo Zeller tiene, siendo generosos, algunas de esas características, y sumado a la superpoblación de aleros que hay el roster le va a impedir realizar su idea tradicionalista.

En el media day ya la palabra “tradicionales” fue reemplazada por algo en lo que yo había puesto a discusión en su momento en algún podcast del Despacho de Auerbach: “rotaciones largas”. “No tengo inconvenientes en jugar con rotaciones de 10 jugadores” dijo Stevens, lo que parece una decisión acorde con el material y las características de los profesionales con que se cuenta: Juventud, velocidad y poca altura.

La idea me parece que está clara, jugar con la mayor intensidad y despliegue físico todo lo que se pueda: mantener una alineación balanceada entre jugadores de ataque y defensa (ya se está trabajando en esto en las prácticas de estos días) ayudas y desplazamientos en la pintura para cubrir al pívot del momento (Zeller, Amir, Lee, Olynyk van a ir alternando), pero siempre con un jugador de características opuestas al lado. Lo más importante es no desbalancear el sistema defensivo y optimizar el ataque.

Cómo funcionaria el sistema: Imagínense una defensa en ataque en estático, Bradley y Smart bien arriba sobre sus defensores y los aleros cubriendo línea de pase. La misión exclusiva de los perimetrales es forzar a su marcador a ir a hacia un lado para incomodar la penetración por el centro de la defensa y si se puede atrapar sobre el fondo de cancha o sobre el lateral. La funcionalidad es tratar de producir robos para correr y, sobre todo, evitar penetraciones en la pintura o el pase al jugador interior. Esto produce desplazamientos de los jugadores que no van a la pelota, porque al doblar la marca en algunas situaciones los demás componentes de la defensa tienen que cubrir espacios vacíos, por esto, la velocidad y la concentración es fundamental al momento de evitar el colapso del sistema.

Crowder dijo una gran verdad, “jugar en el sistema de Stevens es muy sencillo: haz lo mejor que sabes hacer y hazlo bien», y esa filosofía del coach la aplica a rajatabla. Usa las virtudes de sus jugadores poniéndolos en situaciones en las cuales puede sacar ventaja: Dándole la pelota a Turner, abriendo tiradores para cuando Thomas está en cancha, poniendo a Sully uno contra uno en el poste, usando a Kelly de tráiler etc.

Estos esquemas también los aplica al sistema defensivo, porque en busca del equilibrio siempre empareja a jugadores con características defensivas para cubrir los huecos dejados por aquellos en que no está en su esencia el impedir jugadas ajenas. Así Thomas compartió mucho tiempo en pista con Jerebko y Crowder, por ejemplo.

Stevens cuenta ahora con un comodín en la pintura, ya que Amir Johnson puede emparejarse casi con cualquiera, debido a su versatilidad defensiva y de ataque. Justamente ayer el coach después de la práctica abierta habló de esto, ponderando las facilidades que le brinda el exRaptors.

«Este campeonato nos traerá muchas combinaciones de alineaciones con rotaciones de nueve o diez jugadores, con mucha presión sobre la pelota para conseguir pelotas fáciles y explotar la transición y disimular la falta de talento necesario para jugar en posiciones estacionadas

La semana entrante empieza a moverse la pelota en la gira europea y ahí observaremos como el entrenador pone nombres propios al sistema, que parece no variar mucho con respecto a lo que vimos el año pasado. La meta para este torneo es la búsqueda de la consistencia defensiva y de la maximización de las oportunidades en ataque, y Stevens lo dejó claro en su primera práctica con el equipo. Ahora viene el tiempo en que los jugadores pongan en marcha lo que en la teoría parece muy claro.