Uno de los nombres que más ha sonado todo este verano para quedarse sin ficha para temporada regular. Grant Jerrett, dio a conocer en el Media Day de los Jazz el pasado lunes que fue operado en julio. Por si no fuera poco el perderse una importante parte del training camp que comenzó esta semana, el hecho de que Utah no lo hiciese público entonces tampoco parece ayudar a su causa.
El ex de los Oklahoma City Thunder, que llegó a Salt Lake City en el traspaso de Enes Kanter, tiene su contrato garantizado para esta temporada, pero el hecho de que todavía no tenga fecha prevista para retomar el trabajo con el resto del equipo, la sobrepoblación de jugadores en su puesto, y que se tirara prácticamente todo el año pasado en la D-League, no hace muy halagüeño su futuro a corto plazo en Utah. Hace un par de días declaraba esto en el The Salt Lake Tribune:
«Me siento bien. No sé cuándo podré volver a la pista. Simplemente me lo tomo día a día».
Utah no ha mostrado nunca problema en cortar a jugadores con pequeños garantizados, y Jerrett ni siquiera llega al millón de dólares – algo más de 800.000 dólares -. El ex de la Universidad de Arizona ya tuvo un inicio extraño en la NBA, siendo elegido en el draft de 2013 para ahorrar a los Thunder un salario, como bien explican en el blog de ESPN del equipo de Oklahoma aquí.
Tras pasar solamente un curso en la NCAA y no relucir mucho, está claro que todavía le queda mucho a Jerrett para poder convertirse en jugador NBA, y su mejor oportunidad la tenía en el training camp de los Jazz, un equipo joven dispuesto a dar a este tipo de talentos un hueco. Sin embargo ese ligamento del hombro puede terminar por apartarle de su sueño. De momento parte en desventaja con Cooley y el recién fichado Withey por uno de los últimos tres puestos en la plantilla, pero ni siquiera es seguro que Utah apueste por otro interior contando ya con Booker, Pleiss y Lyles además de Gobert y Favors.