Bryce Cotton puede tener éxito pese a su altura

Puede tener una oportunidad en los Jazz

Según el Delta Center Tribune, los Jazz probablemente arrancarán la pretemporada sin nadie en el puesto de base. Esta situación viene provocada por la más que fatídica lesión de Dante Exum.

Sin embargo el gran beneficiado de esta situación es el “diminuto” base Bryce Cotton, jugador que terminó la temporada pasada jugando a un nivel por encima del esperado para él.

Incluso no hay garantía de que la anterior prominencia permanezca en el equipo mucho tiempo. Dejando a un lado sus malos números en los finales de partidos, Cotton está luchando por mejorar en algunos aspectos. Empezando por minimizar la desventaja que le causa su estatura en algunos aspectos del juego.

No obstante, Cotton tiene precisamente el coraje y las agallas para darlo todo siempre. Además no sería el primer hombre en tener éxito a pesar de la escasez de tener una estatura más bien baja.

Un ejemplo de esto fue la leyenda de los Houston Rockets Calvin Murphy, un hombre que a pesar de su 1.75 logró entrar en el salón de la fama. Cierto es que jugó en una época diferente de la NBA, pero el talento de este individuo le permitió jugar más de 1000 partidos en la NBA, donde anotó un poco más de 18000 puntos. Su altura y su peso muestran una historia donde el talento logra derrotar a las cualidades físicas.

Más recientemente nos encontramos el caso de Allen Iverson, quien se fortaleció a si mismo hasta ser uno de los mejores de la historia, teniendo un físico parecido al de Cotton; sin ser gigantesco, ni pesar más de 70 kg. La velocidad y la tenacidad hicieron que Iverson llegara a ser MVP.

Sería temerario esperar que Cotton iguale a los hombres expuestos anteriormente, pero debe mostrar el control y la determinación que ayudaron a las anteriores leyendas a encontrar el éxito en la liga. Quizás carezca del talento de estos “Hall of Fame” pero el base de los Jazz debe tener el entusiasmo que le permita estar en la liga durante muchas temporadas.

En los 90 jugadores como Michael Adams y Mahmoud abdoul-Rauf eran eléctricos anotadores a pesar de su estatura. Shaquille O` Neal fue compañero en las categorías inferiores de Abdul-Rauf, nombró a este como el segundo mejor deportista de Louisiana, tras Pete Maravich.

Incluso ahora jugadores como Nate Robinson, Isaiah Thomas, Aaron Brooks o Lou Williams, han trabajado duro, y han llegado lejos gracias a su chispa, y su capacidad anotadora. Ellos no son bases tradicionales, no tienen tamaño para jugar en un momento concreto como escoltas, pero son jugadores electricos, y destacan gracias a su agilidad.

Cotton sin duda empieza un camino cuesta arriba, un camino que ha sido olvidado. Los jugadores que tienen un talento descomunal, o son fuertes psicológicamente, suelen tener un tiro que rompe moldes. Dana Barros por ejemplo, jugó 14 temporadas en la NBA y llegó a jugar el partido de las estrellas gracias a su habilidad para tirar de 3.

Cotton sin embargo no parece poseer esa habilidad para tirar de larga distancia, pero si posee una velocidad que no poseía Barros. Remarco que de Cotton hemos visto solo 15 partidos, lo que se traduce en pocos datos. Sin embargo Cotton antes de llegar a la NBA logró un porcentaje del 66.7 % desde la línea de 3.

Por supuesto existe la posibilidad de que las cosas vayan en una dirección distinta a la esperada. El último caso de este estilo que se vivió en Utah fue el de Dee Brown, en 2006. Jugó solo 68 partidos antes de tomar rumbo a Europa.

También está el caso de Tyus Edney. Edney destacó en las ligas inferiores, y fue drfateado por los kings. Sin embargo no cuajó en la NBA. El jugador se fue a Europa, donde encontró el éxito que no pudo tener en EEUU.

Como Brown o Edney, puede que el camino a la gloria de Cotton pase (que no quiere decir que sea) por Europa. Sin embargo, su físico, su energía y su conducta pueden permitirle quedarse en la liga e incluso hacerse un nombre como jugador.

El caso es si puede o no esperar a que lo recluten los Jazz. Puede que su estatura lo límite un poco, pero esta no tiene porque suponer la sentencia de muerte de un jugador realmente talentoso.