«Entramos en una nueva era»

Kevin Durant lleva ya 8 años vistiendo la camiseta de los Thunder(el primero de ellos en Seattle) desde que fuera elegido en la segunda posición del Draft de 2007. Desde aquel momento en que la franquicia cambió de ciudad y nombre, el equipo fue construyéndose vía Draft consiguiendo piezas importantes como Westbrook, Harden o Ibaka. El equipo fue desarrollando química a la par que las cualidades de sus jóvenes estrellas y, dirigidos por Scott Brooks todo este tiempo, la cúspide de aquel grupo fue llegar a las Finales de la NBA de 2012 en las que se acabaron imponiendo los Miami Heat por 4-1.

Tras eso y la marcha de Harden, la suerte no ha acompañado a la franquicia que, entre las lesiones de sus mejores jugadores y la decadencia de Scott Brooks como entrenador, sin definir un estilo de juego, ha llevado a Oklahoma a ser el eterno «contender» pero sin posibilidades reales de título.

Este año todo parece distinto; el entrenador Billy Donovan, bicampeón de la NCAA con Florida, sustituyó a principios de verano a Scott Brooks. Por otra parte, Durant vuelve con más ganas que nunca de demostrar que el MVP de 2014 no se lo llevó de casualidad, tras pasarse la mitad de la temporada pasada en blanco por culpa de las lesiones. Westbrook quiere hacer ver a los aficionados que puede igualar la temporada pasada aún con KD en pista, Ibaka quiere entrar a formar parte de la élite de la liga para conformar un Big Three mortal, y otros jóvenes como Dion Waiters, Enes Kanter, Mitch McGary o Steven Adams quieren desarrollar todo su potencial para convertir a OKC en un serio candidato al título en la feroz Conferencia Oeste.

En estos primeros días de «training camp», el sentimiento general es que ha empezado una época de cambio en la franquicia, y de momento las sensaciones al respecto son positivas, y la estrella del equipo así lo ha expresado ante la prensa:

«Nuevo entrenador, nuevo sistema. Parece que entramos en una nueva era baloncestística.»