El segundo escalafón del baloncesto nacional volvió a alzar el vuelo en la noche del viernes y lo hizo con 16 equipos, dos más que la temporada pasada, gracias a otra de esas gestiones sorpresa a las que nos tienen acostumbrados las altas esferas del baloncesto español. Las aficiones se reencontraban con sus jugadores y la pelota volvía a botar en las canchas de LEB, una temporada más.
Pero sin duda los reencuentros más destacados de la jornada tuvieron lugar en la cancha de El Plantío. Porque tras ver como un verano más la ACB les cerraba las puertas y acto seguido ver como unos directivos que no podían dar más en su esfuerzo por poner a su club en lo más alto del basket nacional “tiraban la toalla”, la afición burgalesa veía como el sueño del baloncesto se iba desvaneciendo poco a poco a orillas del Arlanzón. Pero en el último segundo, sobre la bocina, un nuevo club se formaba en Burgos en tiempo record, plagado de caras nuevas y bajo las órdenes de un técnico que ya es una institución en la ciudad, Andreu Casadevall. Y así, una temporada más la pelota volverá a botar en el Plantío, devolviendo con ello la ilusión a muchos y generando dudas a otros.
Fue también la noche en la que los veteranos Jaka Lakovic y Lubos Barton se volvían a enfundar la elástica blaugrana, esta vez en el equipo filial para contribuir en la formación de los jóvenes talentos culés. El alero apenas tuvo descanso y sumó 10 puntos y 11 rebotes durante los 29 minutos que estuvo en pista. Lakovic por su parte pasó desapercibido durante gran parte del encuentro, pero en el último cuarto se echó el equipo a la espalda encabezando la remontada de los suyos con una gran dirección del juego, acabando con 10 puntos (9 de ellos en el último cuarto), 4 rebotes y 4 asistencias. Otro que se volvía a vestir de azulgrana era el joven escolta de 19 años Marc García, que tras su paso por Manresa no quiso esperar para demostrar que es uno de los jugadores llamados a dominar el baloncesto nacional en el futuro, sumando 21 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias.
Los locales por su parte acusaron la falta de condición física tras una pretemporada express y mostraron una defensa con muchos aspectos aún por ajustar, sobre todo en el rebote. Se vieron además sorprendidos por la gran defensa de los bloqueos que llevaron a cabo los de Alfred Julbe. Pero a pesar de la derrota ayer ya se pudieron ver los primeros destellos de calidad del equipo dirigido por Andreu Casadevall, sobre todo de la mano de un estelar Filip Toncinic, que mostró un gran repertorio de movimientos en el poste y que acabó con 16 puntos y 10 rebotes, y del ya veterano en la ciudad castellana Anton Maresch, que asumió los galones de capitán y se mostró muy activo, sumando 16 puntos. Edu Martinez y Justas Sinica mostraron un notable acierto desde la línea de tres, sin embargo mostraron deficiencias en defensa.
Al final 77-84 y un equipo local, el San Pablo Inmobiliaria, que bien pudo sentenciar un partido que tenía dominado y que dejó la sensación de estar aún lejos de aprovechar todo su potencial.
