Los Pistons golpean de nuevo. Semana 1: Parece que ahora sí

Analizamos lo que ha dado de sí la primera semana

Fuente: Lubright (CC)
Fuente: Lubright (CC)

Un año más, la NBA está de vuelta, y como se suele decir, los niños sonríen. La mejor competición deportiva del planeta se muestra ante nuestros ojos con equipos renovados y deseosos de hacerse con el preciado anillo con el que todo aficionado a este deporte desea hacerse. Desde los Warriors hasta los Cavs, pasando por Spurs, Thunder, Grizzlies, Rockets o Clippers, por hacer una pequeña selección de los aspirantes, buscan volver a la cima en unos casos, y estrenar su casillero en otros. Bajando un escalón y centrándonos en el tema que nos ocupa, encontramos a los equipos que quieren dar un paso adelante, dar ese brinco definitivo que les sitúe en la mas amplia quiniela de aspirantes al anillo, que ya es algo, y a partir de ahí, trepar hacia la cima. Y es ahí donde entran en escena los Detroit Pistons.

El equipo de la Motown lo tenía todo en contra cuando todavía no había empezado la temporada. Casas de apuestas, webs deportivas, analistas reputados y hasta el amigo que tiene la camiseta de Garnett aunque no sepa ni si es base o pívot, todos pronosticaban otro año más de travesía para un equipo que por entidad, debería considerar imperdonable el hecho de estar desde 2009 sin jugar mas allá de abril. Y sus argumentos pueden ser razonables, ya que la plantilla, aunque talentosa y física como nos gusta a los fans de la Motown, es extremadamente joven, y muchos de sus componentes apenas se conocen de hace un par o tres de meses. Pero todo esto se ha ido desmontando rápidamente desde el primer partido en Atlanta.

Detroit, aunque tenga una plantilla nueva, conserva su Big Three de la temporada pasada, y eso se nota cuando los vemos jugar en la pista. A partir de ahí, las nuevas incorporaciones se han adaptado a las mil maravillas al esquema del equipo. Marcus Morris ha demostrado que no es el gemelo «malo» de los Morris, sino que simplemente, nadie le ha dado nunca una oportunidad de desenvolverse en la pista, como contaba en una reciente entrevista. El juego de Morris es ese que lo entendidos no quieren ver, los que solo quieren rentabilidad y quieren que el juego se base en el triple como si no hubiese un mañana. La media distancia es el ámbito indicado para el joven alero, y lo demostró ante los Bulls, rompiendo la defensa con 26 puntos y un 10-15 en TC. Su triple necesita todavía algo de trabajo, ya que ha acumulado un 5-13 en estos cuatro partidos. En el apartado opuesto, su defensa ha estado en sintonía con la del resto del equipo, que no ha dejado a ninguno de sus 4 oponentes llegar a los 100 puntos. Además, la sensación que nos deja es de pieza mucho más importante de lo que nos pensábamos, ya que algunos le situaban en el puesto de alero suplente, y hemos descubierto que esto no se producirá por el momento.

Otra de las nuevas e importantes incorporaciones ha sido la de Ilyasova. El turco desde que llegó fue muy cuestionado, y muchos firmaban su traspaso o su suplencia como mínimo. Ahora, yo pienso lo contrario. Pese a que su defensa ante interiores corpulentos y físicos deja mucho que desear, como ya vimos ante Millsap en Atlanta o Favors contra Utah, sus ganas de hacerlo bien nos han dejado destellos que nos han enamorado. Su habilidad de sacrificar su cuerpo para provocar faltas en ataque es algo que me ha impresionado, y además es contagioso, ya que en los últimos partidos hemos visto a Jackson hacer lo mismo. En el ataque, lo único que se le pedía era tiro exterior. Van Gundy ya lo dijo, «si tira alrededor del 40%, estará en pista«, y de momento, aunque en los momentos finales no suele estar en pista, promedia un más que correcto 41% desde la linea de 3, y está jugando algo más de 28 minutos, seis más de lo que jugaba en Milwaukee. Por tanto, creo que el turco debería conservar su posición de ala pívot sin dudarlo.

Pero sin lugar a dudas, la bestia que todo lo ha dominado en estos primeros compases de temporada ha sido Andre Drummond. El pívot tiene detractores, como todos, que le piden más técnica y recursos en la pintura, y que mejore de una vez en la línea de tiros libres. Bajo mi punto de vista, el joven pívot ha dado un salto para tachar esos puntos de la lista. Drummond ha estado entrenando desde el día que los Pistons clausuraron su temporada pasado en el Madison, haciendo honor al «dedication, my occupation» que cantan los tejanos Bowling for Soup. Se ha centrado en su gancho, el cual todavía necesita algo de trabajo, como ha declarado el pívot. Pero el hecho de que tan solo lo esté intentando, ya nos indica una cosa, que no quiere ser un peso muerto en la zona que caza balones y los hunde. Drummond es algo más, es un reboteador, un intimidador, un anotador en la pintura, y por qué no, un jugador con recursos de espaldas a canasta que tan pronto te hace un gancho como se va de ti por velocidad con un rudimentario «crossover». El pívot tiene un físico privilegiado, y sabe como utilizarlo. Ha ganado el premio de mejor jugador de la semana en la Conferencia Este, cosa que no ocurría en la franquicia desde hacía tiempo, y sus promedios son puro escándalo: 20,3 puntos, 19,5 rebotes, 1,8 tapones y 1,8 robos, con casi un 50% en TC y un ¡57,6%! en TL. Drummond ha llegado a la liga para dominarla, y presenta su candidatura para el All Star, y muchos premios individuales, aunque él diga que mientras no sean grupales, no le importan.

El resto del equipo ha cumplido, y en la racha de 3-0 inicial que elevó a los Pistons a lo mas alto de los Power Rankings, jugadores como Reggie Jackson, Kentavious Caldwell-Pope y en menor medida Stanley Johnson o Anthony Tolliver han sido fundamentales para el equipo. La clave, como ya ha dicho Van Gundy, ha sido la gran preparación física que los jugadores han hecho durante todo el verano y posteriormente en la pretemporada, lo que ha dado lugar al extraordinario rendimiento del equipo. El año pasado, los Pistons eran un coladero, pero ahora son una de las defensas más sólidas de la liga, y en cuatro partidos, ni Hawks, Jazz, Bulls con una prórroga ni Pacers, aunque pasaron por encima de nosotros, llegaron a los tres dígitos. La defensa promedió 93,2 puntos encajados de media. Además, el ataque fue correcto, aunque a veces faltó fluidez, y solo jugadas personales consiguieron desatascar el partido, como pasó ante los Bulls con el gran partido de Morris.

Por otra banda, hay todavía aspectos a mejorar, y los vimos casi todos en el partido ante Indiana. Los Pacers son un equipo singular, que al igual que Morris, tiene una gran efectividad en la media distancia, y la defensa de Detroit no supo ajustarse a las exigencias. Además, vimos un auténtico problema por resolver: la segunda unidad. Jodie Meeks no solo era un tío que veías a veces salir al triple y tirar, era un microondas capaz de desatascar ataques, y Bullock no hace eso. Además, Blake baja considerablemente su efectividad cuando no tiene a Drummond a su lado para amenazar con el P&R. El papel de Baynes en ataque todavía no lo veo claro, y está siendo inefectivo y poco preciso. Además, su defensa dista de la esperada. Por otra parte, Stanley Johnson es uno de los jugadores que tiene excusa, ya que apenas ha empezado su camino en la NBA, y jugando en una unidad sin un líder claro, él no está preparado para asumir tal rol. Solo tenemos que darle tiempo y minutos. El equipo necesita urgentemente la vuelta de Brandon Jennings, al que le queda algo mas de mes y medio para volver a las pistas. El equipo necesita a otro revulsivo desde el banquillo, y sobre todo en el puesto de base, ya que ni Blake ni Dinwiddie lo son.

La primera semana de los Pistons nos ha vuelto a iluminar los ojos, y ha cerrado muchas voces críticas. El equipo y sus jugadores ilusionan, y el Palace vuelve a estar casi lleno, lo que es motivo de satisfacción absoluta. Pero ojo, no podemos perder la concentración. El partido ante los Pacers no fue tan negativo como se esperaba, fue incluso necesario. Nos bajó de las nubes, e hizo ver que el equipo todavía tiene defectos que arreglar. Pero esto ya no es lo de la temporada pasada, esta vez sí, los Pistons presentan a la NBA una candidatura firme a los PlayOffs, y sus fans podemos decir que esta vez, si nos respetan las lesiones, podemos ver al equipo jugar en junio.