Los Jazz están de gira por el este está semana, cuatro importantes partidos que marcan la temperatura de los jóvenes Jazz en este inicio de temporada.
Tras haber jugado contra los Cleveland Cavaliers de LeBron James y compañía, y luego haber volado hasta Florida para jugar contra los Miami Heat de Chris Bosh (Wade estaba lesionado), se enfrentarán a Orlando Magic y Tobias Harris que será su siguiente escala, para finalizar en Atlanta contra los Hawks de un viejo conocido Paul Millsap, antes de emprender el camino de vuelta a casa. Al final del viaje, los Jazz habrán recorrido más de 4.000 millas y habrán jugado ocho de sus primeros diez partidos fuera de casa.
Probablemente el partido «más difícil” de la gira, sobre todo porque era contra los actuales campeones de la Conferencia Este fue el de los Cavs, y contra el mejor jugador en activo en este momento: LeBron James, «el gran rey». Sin embargo los Cavs son un equipo que está concebido para ganar la liga y es posible que los de Blatt no estén ni mucho menos en su punto álgido de la temporada, sumada la baja importante de Irving, pero el equipo le plantó cara al partido sin ningún complejo. La mayor experiencia de los de Ohio, su mayor músculo y un «Rey» que estuvo cuando tuvo que estar consiguieron doblegar por poco a unos aguerridos Jazz. Una de esas derrotas que dejan buen sabor de boca.
Contra Miami Heat fue el segundo partido. Si hay un partido en el que los Jazz podían dar la «sorpresa» era en Miami. Los Heat no han ganado dos partidos seguidos durante esta temporada y Chris Bosh, Luol Deng, Goran Dragic, y Hassan Whiteside deberían haber sufrido mucho con la defensa de los Jazz, sobre todo si los chicos de Snyder no les dejaban correr e imponían su ritmo lento. Pero la ausencia del principal baluarte defensivo del equipo, Rudy Gobert, pesó mucho en el resultado del partido: derrota por un punto. El equipo pierde por poco, pero pierde. No le pierde la cara a ningún contrincante pero aún falta algo por encajar en el juego de los de Utah.
En el tercer partido en Orlando va a ser muy complicado, los Magic perdieron en doble tiempo extra con los Oklahoma City Thunder, y los Rockets de Houston les ganaron muy justo, también vencieron a los Raptors de Toronto. Victor Oladipo, Elfrid Payton, Evan Fournier, y Tobias Harris son jugadores muy rápidos y aquí Utah tendrá que aplicar su receta de ritmo lento, si quiere estar en el partido y conseguir la victoria.
El último partido del viaje, sera su tercer encuentro en cuatro noches, será el más difícil todavía. Los fans de los Jazz les encantará volver a ver a Paul Millsap y Kyle Korver de nuevo en acción. Los Atlanta Hawks son uno de los mejores equipos de la liga, y dominaron la temporada regular el año pasado. Ellos sólo perdieron ante los Timberwolves de Minnesota en casa. Los Atlanta Hawks juegan a un ritmo medio, y están listos para hacer lo que se necesita para ganar partidos. Ellos tienen mucho que demostrar, y con la mejora de Dennis Schroder, Al Horford y Thabo Sefolosha a tope y el nuevo fichaje Tiago Splitter su objetivo claro es llegar a disputar la final de la NBA. Pero realmente de los cuatro equipos es el que mejor se adapta al juego de los Jazz .
Los jóvenes Jazz, se enfrentan a una semana que les marcara para bien o para mal, si sacan un buen balance de victorias y derrotas afianzaran su buen comienzo de temporada, y por el contrario si sacan un balance muy negativo puede hacer que bajen los brazos antes de tiempo.
