Scott Skiles no se casa con nadie

jugará el que lo esté haciendo bien

Cuando llegan los minutos de la verdad, en Orlando juegan los que lo están haciendo bien. Y si eso implica dejar en el banquillo a Vucevic, a Tobias Harris o a Payton, Skiles no tiene problemas en hacerlo. «Si alguien no está haciendo su trabajo, tenemos que buscar soluciones en el banquillo porque el objetivo es ganar cada partido», dice Skiles, al que no le importó jugarse los minutos finales frente a Toronto con C.J. Watson en lugar de Payton, o con Aaron Gordon frente a Houston dejando en el banco a Tobias Harris. Y si tiene que dejar a Vucevic sin un solo minuto durante toda la segunda parte de un encuentro, Scott Skiles lo hace. De momento, Orlando presenta un balance de seis victorias y seis derrotas. ¿Seguirá con esta estrategia? Skiles afirma que sí.

El entrenador tiene muy claro que lo único importante es el equipo. Y en cada momento del partido pone a los cinco jugadores que cree que pueden ganarlo. No le importan los nombres, sino si el jugador está en racha en ese instante. Si está haciendo un buen trabajo, juega. Si no lo está haciendo bien, al banquillo. Los minutos de cada jugador en cada partido no responden a un plan predeterminado. Skiles rota en función de cómo se esté desarrollando el juego y del estado de forma de cada jugador en ese momento. «Nadie puede decirme que no esté ofreciendo las mismas oportunidades a todos», dice el entrenador de los Magic.

Hasta la fecha, cinco jugadores promedian treinta o más minutos por encuentro: Fournier (38,4), Oladipo (33,5), Harris (32,9), Payton (31,9) y Vucevic (29,5). Pero eso no implica que, cuando llegan los minutos calientes, vayan a estar sobre la cancha. Skiles ha apostado por jugarse los partidos con aquellos que hayan estado más acertados a lo largo del partido. Y, de momento, no parece que vaya a cambiar de estrategia.