Damian Lillard impone la ley del Small Ball en L.A.

Portland Trail Blazers 107 - 93 Los Angeles Lakers

Fuente: Matt Sisneros (CC)
Fuente: Matt Sisneros (CC)

Gran victoria de Portland Trail Blazers en su visita al Staples Center, ante unos Los Angeles Lakers que siguen perdiendo, en su búsqueda por un futuro mejor, dirigidos por un Byron Scott cada vez más cuestionado en L.A. Soberbia noche de un gran Damian Lillard, el cual firmaría una de sus mejores actuaciones de este final de año.

Llegaban los Lakers a una noche púrpura más en el Staples Center, con los deberes sin hacer en cuanto a resultados, pero volviendo a las buenas sensaciones del inicio de temporada. Eran esas gratas vibraciones, esas que pese a las derrotas, llegaban en forma de alegrías, gracias a las buenas actuaciones de sus tres chicos más jóvenes, el futuro púrpura de nuevo volvía a brillar, a pesar de los pesares entre derrota y derrota.

En frente, unos Blazers que luchan por una utopía, la octava Plaza del Oeste, y que llegaban a un estadio donde debían llevarse la victoria si querían seguir con su misión imposible. Un equipo sin las referencias del pasado, pero con un líder en solitario, Damian Lillard, que da un poco más de dignidad al camino que ha cogido el baloncesto moderno, el “Small Ball” que domina la NBA.

Así, los Blazers entraron al partido con las ansias del que busca resultados, y los púrpuras buscaban la química en el juego, y sobre todo, minutos de calidad de sus cachorros, el tridente formado por Russell – Clarkson – Randle. Mientras todo esto ocurría Lillard y los suyos conseguían imponer su juego, y cerraban un +9 al término del primer cuarto.

Tras el primer golpe de efecto de los Blazers, las segundas unidades igualaron más la contienda. Los púrpuras apretaban los dientes, y conseguían acercarse a su rival, +4 para los de Portland al descanso, y todo un mundo por jugarse y por disfrutar en el Staples Center.

Por desgracia para los locales, los Blazers en el reinicio del partido, borraron el espejismo del final de primera mitad, y convertirían la segunda mitad en su cortijo particular. Así dominarían todas las facetas del juego, y sobre todo, el marcador con múltiples ventajas en los dos últimos cuartos, para un +14 final.

Un partido dominado por los Blazers en su mayor extensión, con presencia de un gran Damian Lillard que sería el factor diferencial, con 30 pts 13 asts 6 rebotes 2 robos y un tapón. Lillard anotó y mandó, y su milicia finalizó sus mandatos, cuyos guerreros más eficientes fueron C.J. McCollum, 19 pts 4 rbts 5 asts 2 robos, y Mason Plumlee, con 17 pts 11 rbts 4 asts.

En Lakers, tendrían presencia en el juego, aunque desacertados en sus porcentajes, por el poder defensivo del rival, Kobe Bryant con 18 pts 4 rbts 4 asts, Jordan Clarkson con 19 pts 4 rbts, D’Angelo Russell con 13 pts 9 rbts 6 asts, y Julius Randle, con 13 pts 13 rbts.

En los púrpuras, una derrota más ya no trae consigo nada más que normalidad, en ese proceso de crecimiento que un equipo debe pasar cuando sus piezas, todas menos una, aún están por ser relevantes en esta liga. Rebuscando entre sus buenas noticias, en forma de dominar aspectos del juego, esta noche su clavo ardiendo fue el rebote, donde los púrpuras se harían fuertes desde el rebote ofensivo, un buen paso hacia delante.

Para los Blazers, una victoria más, su sexta de la temporada, que les pone a los pies de competir por sus sueños, quizás prematuros, a los que los de Portland quieren aferrarse como su luz blanca al final del túnel del nuevo año, veremos si lo consiguen.