Para Sixers, todos los caminos conducen al Draft
El pick Nº 1 podría significar un cambio de sentido
Por tercera temporada consecutiva una derrota no sabe tan amarga como una victoria frente a tu competidor para las posiciones de honor entre los 10 equipos que se presentan a la lotería del Draft. Esta es la tercera campaña seguida donde jugadores que vienen de ganarlo todo o casi todo con sus equipos universitarios se ganan la fama de perdedores por entrar en esta franquicia, y en los vestuarios con las cabezas apuntando al suelo. Pero hay quienes son felices al pensar en un futuro (arriesgando el presente), estos son los pro «The Process», plan ideado por Sam Hinkie cuando cogió las riendas del equipo.
Estos fans desinteresados de las victorias a corto plazo siempre han creído en que Philadelphia será una de las ciudades más seguidas en unos años por su equipo de baloncesto. Ellos se basan en estadísticas, pero sobre todo en una cosa, el dinero acumulado debido a los bajos contratos. Salvo dos pequeñas excepciones como son JaVale McGee y Gerald Wallace, el jugador con mayor sueldo del actual roster es Carl Landry que recibe $ 6.5 millones al año, los demás jugadores no llegan a los $4.6M que cobra Joel Embiid.
Este espacio salarial, que es el más elevado de la liga, sumado a la primera selección del Draft de 2016 (más los picks de Kings, Lakers, Thunder y Heat), la incorporación de Dario Saric en verano y la agresividad en la agencia libre para intentar pescar algún FA, fácilmente puede ayudar a que los Sixers se olviden de este angosto camino la temporada que viene.
Este año la verdad es que hay unas cuantas debilidades en «The Process» que no se esperaban, como los infinitos altercados en los últimos meses de Okafor, uno de los pívots rookies más dominante que ha pasado por la liga desde Tim Duncan. La poca compenetración entre Okafor y Noel estando en pista, ya que ambos son dos centers puros; y el ya desdichado récord hasta el momento de 1-20 (1-21 se puede convertir fácilmente esta noche vs Spurs).
Sí, los Sixers tienen graves problemas, pero todo esto se puede convertir en el mero piñón pocho si pudieran elegir en la primera posición en la noche del Draft en junio de 2016. Por supuesto que esto siempre estará determinado por la suerte que se tenga en las bolas. El equipo que termine con peor registro tendrá una probabilidad del 25% de atrapar el pick 1 con el que, como ya se especula, los Sixers elegirían con esa elección al jugador de LSU, Ben Simmons, el «próximo LeBron James».