Miami se impone a los Grizzlies en un final de infarto
Memphis Grizzlies 97 - 100 Miami Heat

Miami Heat y Memphis Grizzlies se enfrentaban en Florida en un partido entre dos equipos que las estaban pasando canutas últimamente, con muchos problemas ofensivos que les hacía muy difícil ganar un partido, por lo que una victoria, además ante un equipo de PlayOffs, podía ser un bálsamo importante para quien la consiguiera. Además de todo ello, el encuentro representaba también la emotiva vuelta de Mario Chalmers a la que había sido su casa los primeros 7 años de su carrera. Muy querido por afición y equipo, más allá de las decisiones que le llevaron al traspaso, seguirá siendo un jugador bienvenido en Miami y así se lo hicieron saber los aficionados anoche.
Los Grizzlies tenían una importante baja en el quinteto inicial como era la de Tony Allen, que se notaba unos problemas en la rodilla en el calentamiento previo al comienzo del partido, un varapalo duro para los de Tennessee. En los Heat, dos hombres de segunda unidad, Tyler Johnson y Josh McRoberts, se lo perdían también por lesión.
Tras un inicio esperanzador para los locales, Memphis recuperaba sensaciones e igualaba la contienda mediado el cuarto. Además, con un parcial de 17-2 conseguían ponerse por delante y marcharse en el luminoso, aunque una reacción de Gerald Green al final del período redujo la diferencia hasta 6 los puntos, 27-21.
En el segundo la maquinaria de los locales parecía mejor engrasada y bajo la batuta de un viejo conocido de los Grizzlies, Beno Udrih, los Heat consiguieron evaporar las diferencias existentes hasta ese momento. Sin embargo, otro parcial de 7-0 de los visitantes les volvió a aupar al +10, y les permitiría marcharse al descanso con un 56-48 favorable a sus intereses.
El tercer cuarto fue un duelo mental, de ritmo. Mientras que los hombres de Joerger tenían un juego fluido, Jeff Green era el finalizador del equipo y ejecutaban posesión tras posesión, los Heat eran exactamente lo opuesto. Funcionaban a mafchas forzadas, no encadenaban dos buenas jugadas seguidas, sus estrellas pasaban desapercibidas y solo gracias a alguna canasta de vez en cuando de Luol Deng, el mejor de los locales en ese período, se mantenían vivos en el partido, pese a que la diferencia aumentaba por minutos. Solo en los últimos minutos, con un parcial de 10-0 de Miami, los Heat volvieron a acercarse en el marcador y el resultado tras 36 minutos jugados era 78-71.
Miami empezaba bien este definitivo período con 4 puntos seguidos de Dwyane Wade, que parecía activarse definitivamente para este cuarto final, pero otro parcial de 7-0 de los Grizzlies, liderado por Chalmers, volvía a poner los dos dígitos de diferencia en el luminoso. Esta vez fue Chris Bosh el que se puso el mono de trabajo y con 5 puntos consecutivos volvía a acercar a su equipo. A 1 minuto y medio del final Miami perdía por 6 puntos, pero una serie de defensas muy buenas que desquiciaron a los Grizzlies, juntamente con un Wade en su mejor versión clutch sentenciaron un encuentro que no lideraron desde el primer cuarto hasta esos segundos finales, y que terminaron llevándose por 97-100.