Dos años cedido en Sevilla formando parte de los mejores quintetos jóvenes de la Liga Endesa, dando sus primeros pasos con Aíto García Reneses y aprendiendo de todo un mito como Audie Norris, siendo drafteado en la NBA y coronando el año formando parte de la selección española ganadora del Eurobasket este verano eran ingredientes más que sobrados para que Pablo Laso y su cuerpo técnico confiaran en Willy Hernangómez como parte de la rotación interior del equipo blanco.
El pivot de 21 años llegó este verano a la casa blanca después de haber estado fogueándose en Sevilla y cogiendo minutos y experiencia, el propio jugador reconocía que «es todo un sueño y un orgullo volver a casa, intentaré aprender lo máximo posible«, consciente de que iba a tener que pelear sus minutos desde el primer minutos y sabedor de que su rol era el de cerrar la plantilla.
Tardó en arrancar Willy, siempre seguido muy de cerca por Laso, cogiendo minutos poco a poco y relevancia en el equipo, alternando partidos con poco peso en el equipo con otros en los que superaba los 15 minutos. Fue el partido ante UCAM Murcia, el 6 de Diciembre, cuando, ante Augusto Lima, Willy se vino arriba, el pivot madrileño cuajo su mejor partido del año hasta el momento, 14 puntos, 7 rebotes y 15 de valoración, saliendo ovacionado del Palacio.
Desde ese día, Pablo Laso decidió dar rienda suelta al chaval, sumando 43 minutos en los tres siguientes partidos de competición nacional, destacando ante Obradoiro con 10 puntos, 9 rebotes y 17 de valoración, su tope. Justo el partido antes del clásico frente al FC Barcelona Lassa, justo antes de que Pablo Laso retirase los minutos de Willy.
Entre medias, y con una situación muy complicada en Euroleague, Hernangómez sacó pecho ante todo un Fenerbahce, siendo clave junto a Luka Doncic en la remontada de los blancos, sumando 4 puntos, 6 rebotes y 10 de valoración, además de ser clave en la defensa sobre Pero Antic y sumar elogios en cada rincón del baloncesto español en el que ha sido, hasta ahora, su mejor partido en la máxima competición continental.
Pero vayamos al día D, 27 de Diciembre de 2015, el Real Madrid recibe al FC Barcelona en el partido por antonomasia del baloncesto español. Pablo Laso da entrada a Willy en el segundo cuarto, inmediatamente después Samardo Samuels empieza a ser el foco del ataque blaugrana, anotando tres canastas fáciles bajo el aro madridista y ante la mirada de Hernangómez. El Barça abre la primera brecha y Laso sienta a Willy con apenas 3 minutos jugados, los últimos de Willy hasta ahora
Desde entonces, 107 minutos seguidos sentado en el banquillo, los 27 restantes del clásico, los 40 ante el Brose Baskets en Euroleague y los 40 ante Baskonia en Liga Endesa.
Por si fuera poco, Maurice Ndour le ha adelantado en la rotación, sumando 5 minutos en el último partido de Euroleague y 14 ante Laboral Kutxa, su tope como madridista, aprovechándolo con 7 puntos, 5 rebotes y 8 de valoración, el mejor de toda la rotación interior blanca el pasado domingo.
Esta misma mañana en la rueda de prensa previa de Pablo Laso antes de medirse al CSKA de Moscú, ha sido preguntado sobre la opción de ceder al mayor de los Hernangómez.
«No pienso ceder a Willy, venía jugando muy bien, no tuvo un buen partido frente al Barcelona, pero como el resto del equipo. Nadie terminó contento, no pienso más en él que en cualquiera de mis otros jugadores interiores«.
Pero lo cierto es que la amplia la rotación interior del Real Madrid, con hasta 6 jugadores, a los que podría sumarse el brasileño Augusto Cesar Lima si el conjunto blanco lo reclama antes de que termine la primera vuelta, complica mucho la evolución de Willy Hernangómez y eleva las posibilidades reales de que el madrileño salga cedido a mitad de temporada en busca de minutos con destino hacia algún equipo de la zona media de la tabla.
De momento el Real Madrid se juega mucho el viernes ante CSKA, una victoria allanaría el pase a la siguiente ronda de la Euroleague en una cancha muy complicada y ante un equipo con pivots muy poderosos, como son Joel Freeland, Kyle Hines o Pavel Korobkov.