Unos desarmados Mavs vencen a unos desalmados Pelicans

No debía ser un partido fácil para los Dallas Mavericks; los Pelicans les tenían cogida la medida —2-1 hasta la pasada noche en sus enfrentamientos esta temporada— y estaban con todo el equipo salvo Pondexter. Pero Rick Carlisle se visitó de Rey Mago y se obró el milagro.

Quintetos titulares:

New Orleans Pelicans: Tyreke Evans, Eric Gordon, Alonzo Gee, Anthony Davis, Omer Asik.

Dallas Mavericks: J.J. Barea, Raymond Felton, Chandler Parsons, Charlie Villanueva, JaVale McGee.

Viendo ambos quintetos, parece claro que el de los Mavs no ganaría muchos partidos en la NBA; pero está claro que los Pelicans están bloqueados y estancados, la relación con Gentry no es la adecuada y no han cogido el ritmo para conseguir subir puestos en la clasificación.

El encuentro no se rompió hasta el último cuarto. Al inicio Anthony Davis fue como un auténtico martillo pilón, era imposible de parar para la defensa visitante; pero como los Pelicans atrás no están a su mejor nivel, los Mavs pudieron responder liderados por un Parsons muy intenso que, a falta de acierto desde el triple, se mostró muy acertado con las penetraciones. Al final del primer cuarto los locales ganaban 24-22. Ya en el segundo los jugadores se soltaron algo más y hubo más ritmo ofensivo, un terreno que favorece a los Mavs, que ganaron ese cuarto y redujeron la ventaja, llegando al descanso con el marcador de 50-49.

Después del descanso, el cansancio de unos y el desacierto de otros nos dejaron un parcial realmente bajo, los Mavericks seguían con su remontada progresiva y llegaron al último cuarto con ventaja de 3 puntos (68-71). Ya para los definitivos 12 minutos, los Mavs rompieron definitivamente el partido, llegando a tener una diferencia de dobles dígitos, los Pelicans intentaron reducir diferencias; pero al final los Mavs, gracias a un triple de Felton, cerraron el partido con el marcador de 91-100.

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Por parte de los New Orleans Pelicans, el que más daño hizo sin duda fue Anthony Davis; solo Powell pudo darle algún problema pero ni con esas. Terminó con un doble-doble de 26 puntos y 12 rebotes con, además, 7 asistencias. Tyreke Evans, la segunda espada del equipo, estuvo cerca del doble-doble con 16 puntos y 9 rebotes; pero con un gran desacierto desde el triple (25%). Eric Gordon mantuvo su nivel habitual con 14 puntos y porcentajes de acierto por encima del 50%. Desde el banquillo, la pareja de «pequeños» formada por Holiday y Cole también tuvieron un papel importante; el ex de los Sixers terminó con 11 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias, mientras que Cole anotó 10 puntos.

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Para los Dallas Mavericks, Chandler Parsons se puso el equipo a la espalda e hizo el mejor partido de su temporada con 21 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias. El máximo anotador del equipo fue Felton con 22 y 6 asistencias. J.J. Barea fue solo un brazo anotador con 11 puntos y un papel algo desapercibido en otros campos. Desde el banquillo, Powell aprovechó su oportunidad con un doble-doble de 13 puntos y 10 rebotes y una gran defensa sobre AD, y Harris anotó 10 puntos y capturó 6 rebotes. Mención especial para la defensa —aunque no tanto por los números— de JaVale McGee y de Justin Anderson.

Los Pelicans (11-23) siguen en la parte baja de la tabla y recibirán, en dos días, a los Indiana Pacers mientras que los Mavs (21-15) se mantienen en la quinta plaza del Oeste y visitará Milwaukee dentro de dos días.