El Real Madrid se cita con la historia y estará en la final
Laboral Kutxa Baskonia 80 - 86 Real Madrid
Segunda semifinal de la Copa del Rey la que medía al Real Madrid, vigente campeón, y al Laboral Kutxa Baskonia, en la final de los poderosos. Un partido marcado por las dos victorias cosechadas por los de Perasovic en lo que va de temporada frente a los de Pablo Laso. Un partido de igual a igual en el que para muchos es el mejor partido que se puede ver a nivel nacional ahora mismo en España.
El Madrid comenzaba como un tiro encontrando situaciones cómodas, un triple de Carroll y un 2+1 de Felipe abría la primera brecha nada más empezar el partido, 0-6. El empuje vitoriano desde las gradas era tremendo, mientras los de Laso fijaban su ataque en Gustavo Ayón, un robo y contraataque de Carroll establecía el 2-10 a 07:15, tiempo muerto de Perasovic. Aumentaba la intensidad Baskonia y poco a poco se acercaba en el marcador. Perasovic daba entrada a Bourousis a 03:27 con 10-15, centrando su ataque en el griego desde el primer momento. Defensa y a correr, la seña identidad del Real Madrid, funcionaba mejor que nunca, con un Nocioni extra motivado, autor de 8 puntos seguidos, los blancos abrían un hueco importante, 17-25 al final del primer cuarto.
Grandísimos minutos de Willy, el chaval, volcado en la defensa sobre Bourousis, sacaba dos faltas al griego en ataque y anotando, poniendo el +10, 17-27. La maquinaria de baskonia no funcionaba, muchas pérdidas, errores en el lanzamiento y faltas en ataque. Una vez más apareció el arma secreta de Peras, Adam Hanga, el belga lideraba desde la defensa la reacción vitoriana, parcial de 7-0 que acercaba a los suyos, 24-29. Pero si algo tiene el Real Madrid es que te mata en cuanto te despistas, momento de KC Rivers, el alero estadounidense devolvía los 10 puntos con 5 puntos seguidos, 26-36 a 04:13. Darius Adamos volvió a pista para dar otro aire a los suyos, el base corría y hacer correr, 8 puntos de el de Illinois igualaban el partido a 38 y guiaban un parcial de 16-2 que ponía a los suyos por delante ante delirio de la afición, 42-38 a 43 segundos para el descanso, a donde se llegaba con un resultado final de 44-40.
Máxima igualdad en los primeros instantes del tercer cuarto, con los dos equipos tentándose y con mucho miedo a precipitarse y cometer errores, si bien Baskonia respondía a cada acometida blanca, un equipo, el Real Madrid, que cada vez empujaba más en defensa y encontraba situaciones cómodas al contraataque, 55-54 a 03:10 para el final del tercer cuarto. Bajó el ritmo del partido mediado el tercer cuarto, ¿calma antes de la tormenta final? El caso es que Lima igualó el partido a 58 a 2 para el final del cuarto. Imprecisiones finales llevaron el partido al final del tercer cuarto con un ajustadísimo 61-60.
LA HORA DE LOS VALIENTES.
Bourousis y Hanga, Hanga y Bourousis, el martillo pilón baskonista, entre los dos golpeaban con violencia a un Real Madrid que tiraba de la fantasía del Chacho para igualar el partido a 65 a 8 par el final del partido e incluso poner por delante a los suyos por primera vez en mucho tiempo. Se venía arriba la hinchada blanca, «chacho sistema» comentaban. Se frotó la barba, como un mago la varita, y los blancos disfrutaban de sus mejores minutos del partido bajo su mando. Carácter baskonia decían los más antiguos del lugar, Bourousis, reencarnado en héroe, devolvía el mando a los suyos, 69-70 a 05:42. Final de fantasía en el Coliseum.
Esa barba, esa magia, ese baile, y esa esquina de Nocioni, la alternancia volvía a los blancos y Laso, con otro base, Sergio Llull, buscaba el control del partido, los Sergios juntos en la pista. Parcial de 5-0 con la barba argentina tirado por los suelos y lanzando el contraataque para el mojo picón, 69-75 a 04:44, Perasovic lo paraba inmediatamente, sabedor de lo crucial del momento. «Baskonia Baskonia Baskonia», las gradas se volcaban con los vitorianos. Bourousis no podía con Ayón en la pintura y se buscaba las habichuelas desde el triple, 6 puntos seguidos del griego que ponían tablas en el marcador, empate a 75 con 3 minutos por jugarse.. Defensa gritaba Peras a sus guerreros, y estos, sin protestar ni remolonear, bajaron el culo confiando en su entrenador.
SERGIO LLULL, el más valiente de los guerreros.
Los nervios se mezclaban con las ganas de uno y otro equipo, entonces apareció el aeroplano de Maón, Sergio Llull, el balear sacó toda la fuerza que ha estado guardando durante su lesión y, con dos penetraciones calcadas, puso el +4 blanco a 50 segundos para el final y sentenció el partido con 4 puntos más que sentenciaron a Baskonia, 8 puntos en un minuto, espectacular. Y el Real Madrid pasó a la final, 80-86.