Buscando el hijo predilecto de Lakers

Julius Randle, D'Angelo Russell o Jordan Clarkson

 

D’Angelo Russell, Julius Randle y Jordan Clarkson. Tres nombres que suenan y también conocen muy bien los aficionados a Los Ángeles Lakers. Tres nombres que el resto de aficionados a la mejor liga del Mundo también empiezan a tener en cuenta. Podría sonar ventajista, escribir sobre ello el día despues de que el más joven de los tres, Russell, metiera 39 puntos con 8 triples a los Nets, pero si de algo me he caracterizado es por tener una fe ciega y confianza plena en estos tres jóvenes diamantes. No deben ser traspasados bajo ningún concepto a excepción de traer a LA a Stephen Curry, punto final.

Son tres jugadores muy diferentes entre sí, por eso funcionan bien juntos, los polos «opuestos» se atraen, y estos tres chicos de apenas 20 años, además de congeniar en la pista, se entienden fuera de ella. Para un tal Cristiano Ronaldo, tal vez estas cosas de abracitos y besitos no funcionen, pero el resto de la humanidad sabe que una buena química entre jugadores de un equipo hace que en la pista aumente dicha unión de átomos.

Fuente: Adrián Rodríguez (CC)
Fuente: Adrián Rodríguez (CC)

Si tengo que deciros quién es mi predilecto, mi favorito, en quien tengo más esperanzas, me costaría mucho decirlo, quizás por una cuestión de «feeling» (decírselo a Guardiola y Eto’o) siempre ha sido Julius Randle. Poderío, coast to coast, flexibilidad, IQ, y sí, me cae bien. Un jugador que se lesiona de gravedad en su primer partido oficial en la NBA tiene toda mi atención, y más si era la poca luz que tenía Lakers la pasada temporada. Pero una temporada después, en su año «rookie» por mucho que la NBA se empeñe en que no sea así, promedia un doble-doble con 11.3 puntos y 10.1 rebotes en 27,6 minutos de juego con un 42.3% en tiros de campo. El día en el que en un partido contra los Raptors, Byron Scott sacó del quinteto titular a Julius Randle y D’Angelo Russell, me eché las manos a la cabeza, no tanto por Russell, quien podía dar mucho más, del que hablaremos más adelante, sino por un Julius Randle que venía haciendo un doble-doble noche si y noche también. No se lo merecía, y se noto en su rendimiento desde la banca. El Rookie se vino abajo, moralmente, con un entrenador que no fue justo. Hace 18 partidos que Randle ha vuelto a la titularidad (lesión de Nance, que posteriormente ha vuelto pero ya con el sitio perdido), con una media de 13,3 puntos y 11,9 rebotes por partido, cada vez metiendo más tiritos de media distancia (la clave para llegar a ser un All Star reside en esa característica, si es capaz de mejorar su tiro puede ser imparable) y cada vez usando más su mano derecha, lo cual intensifica su manera de celebrar, mostrando su mano diestra, como diciendo al Mundo: «Ey, que empiezo a dominar ambas manos, no soy un zurdo cerrado»

Adrián Rodríguez (cc)
Adrián Rodríguez (cc)

Pero claro, me considero un amante del baloncesto técnico, de la exquisitez de un cambio de mano por detrás de la espalda y un step back o yugoslava que acabe en un tiro lejano y chof! (gracias Don Stephen), y es aquí donde me entran las dudas sobre mi predilecto. D’Angelo Russell, base de 2 metros, 20 años recién cumplidos y un desparpajo digno de un tal Kobe Bryant al entrar en la liga. Hay muchas cosas que me hacen pensar que este chico puede llegar a ser el líder de Lakers durante mucho tiempo en una liga que se ha vuelto Small Ball, con líderes en el puesto de base.

No es sólo la actuación de anoche con 39 puntos y 8 triples, además de ese «I got ice, ice in my veins» que no deja de ser una explosión de la eclosión de Russell esta temporada (actuaciones como esta abren las puertas a un verano en la agencia libre mejor), es el partido ante Minnesota Timberwolves siendo decisivo en los últimos segundos, es el partido ante Kings que todos recordaréis por la celebración de llamada al estilo Drake, aunque también por el susto que nos dió con su tobillo, pero la verdad es que D’Angelo (sólo por el nombre merece atención de jugón y más jugando en Los Ángeles) ha tenido muchos altibajos en su primera temporada, después de ser número 2 del Draft. El Rookie del año se lo va a llevar Towns, merecido, está mucho más maduro y formado para la liga actualmente, y Porzingis ha tenido una gran temporada con más protagonismo, pero Russell ha tenido un entrenador que no ha confiado en él en los momentos difíciles, no le ha dejado jugar los últimos minutos de partido y le ha mandado al banquillo al primer síntoma de «irregularidad», tirándole a los caballos de la prensa y aficionados en ese caldo de agua hirviendo llamado «dudas» (pese a promediar en la temporada 12.9 puntos, 3.4 asistencias y 3.6 rebotes)

Y a pesar de tener todas estas desventajas, D’Angelo siguió esperando su momento, celebró su vigésimo cumpleaños ya con la titularidad de nuevo, y desde entonces promedia 19.5 puntos por partido con un 60% en tiros de campo y un 65% en triples. El «no digas nada loco» de Clarkson a Russell en una rueda de prensa al ser preguntado sobre Byron Scott y los minutos e importancia en pista se ha convertido en un zas en la pista. Todos sabíamos de la calidad de este chico, y Russell empieza a quitarse focos de hollywood de encima y a gustarle ponerlos delante, lo mejor esta por llegar.

Fuente: The Daily Sports Herald (CC)
Fuente: The Daily Sports Herald (CC)

Pero claro, la regularidad y constancia en este equipo tiene nombre y apellidos, Jordan Clarkson. Para algunos como mi compañero Rubén Ortega, de L.A. Fiebre Amarilla, es el predilecto, pero en mi opinión, y admirándo como un pick 46 del Draft se ha comido a casi toda su generación, veo más futuro en los más jóvenes Russell y Randle (Jordan tiene 23 años). Creo que Jordan Clarkson tiene potencial para poder llegar a ser All Star, en realidad lo creo de los tres, pero tengo la corazonada de que el rango de mejora es mayor en Russell y Randle que en Clarkson, quien puede estancarse y quedarse en un gran jugador, gran escolta, pero no superestrella. El tiempo lo dirá, ojalá me equivoque. Lo que si que tengo claro es que yo lo renovaría con los ojos cerrados, y que actualmente es el más regular y con más madurez de los 3.  Clarkson promedia durante la temporada 15.6 puntos y 4 rebotes por partido, constantes a lo largo de la liga. En Boston dio un recital, e hizo que los compañeros y amigos del Despacho de Auerbach se tiraran de los pelos e incluso escribieran esto: (vale, llevo más de 20 minutos intentado encontrar un tweet que decía más o menos, «Este Clarkson va a ser grande» por parte de El Despacho de Auerbach @DespachoCeltics, pero lo habrán borrado, ups)

Sigo sin tener un predilecto, aunque tal vez no se necesite y el tiempo lo de por si sólo. De momento me quedo con un trío de jugadores que por ningún motivo deben salir de la franquicia.