Marcus Smart gana a los Bucks sin anotar una sola canasta
Milwaukee Bucks 109 - 124 Boston Celtics
Se llevaban jugados cuatro minutos del partido que anoche enfrentó a los Milwaukee Bucks y a los Boston Celtics cuando Giannis Antetokounmpo ya había hecho algo de lo que muy pocos jugadores pueden presumir. Había silenciado el TD Garden con 11 puntos y dos rebotes en una actuación que apuntaba a ser devastadora: defendía, cogía el rebote, daba tres zancadas, y ya estaba destrozando a una defensa que no sabía cómo parar al griego. Si es que se podía, algo que en ese momento parecía dudar todo aquel que estuviese viendo el encuentro.
Con un Jae Crowder aún renqueante de su tobillo y evidentemente incapaz de seguir el ritmo de Giannis, Brad Stevens hizo lo que acostumbra a hacer en estas situaciones: miró al banquillo, llamó a Marcus Smart y La cobra acabó emparejada con base-escolta-alero-cuatro. Quería comprobar si el mismo veneno que ya había funcionado con James Harden, Paul George, Kristaps Porzingis, y Klay Thompson, y del que solo Kevin Durant parece tener el antídoto, podría funcionar con Antetokounmpo. Funcionó.
Con la entrada de Smart, Evan Turner, y Kelly Olynyk, se redujo la diferencia desde los 11 hasta los 5 puntos durante el primer cuarto, y se ganó el partido con un segundo en el que la segunda unidad de los Boston Celtics, la segunda más efectiva de la NBA, abusó de la menos capaz de todas. En tres jugadas consecutivas, el sophomore de los Boston Celtics puso un tapón, cogió un rebote, realizó un robo, tiro dos tiros libres, y dio dos asistencias. Hay que poner el partido para entender cómo lo hizo y, sobre todo, para ver el pase de 25 metros para la canasta de Jared Sullinger que cerró el cuarto. Recibió el balón, simuló tener algún problema en los ojos que permitió a su equipo colocarse como es debido, y lanzó un pase de lado al lado del campo que hizo llorar a Tom Brady. El TD Garden rugía como en las grandes noches con un equipo que acumula cuatro victorias en casa y que ha ganado 18 de sus últimos 20 partidos como local, y con un jugador que puede dominar el partido sin ni siquiera lanzar a canasta.
Isaiah Thomas: «Hizo lo que hace siempre. Se esforzó en defensa, hizo las jugadas correctas en ataque, y nos aportó muchísima energía. No necesita lanzar a canasta para tener su impacto en el juego. Eso es un jugador especial»
Cómo resolver un saque de fondo con 25 metros de pase (Smart-Sully)https://t.co/rIX5XEVCGe
— Gonzalo Vázquez (@GVazquezNY) 9 de abril de 2016
El resto del partido solo sirvió para dejar tres cosas claras. La primera es que los Milwaukee Bucks tienen unos mimbres estupendos para ser un gran equipo en el momento que mejoren su segunda unidad y tengan un plan para jugar en estático. A tumba abierta hay muy pocos equipos que sean tan efectivos como ellos, por eso casi nadie les propone ese tipo de encuentros y su temporada ha sido así de decepcionante. Solo Gregg Monroe es capaz de crearse tiros por sí mismo en posiciones fijas, con un backcourt incapaz de nutrir a sus interiores.
La segunda es que Evan Turner lleva una segunda parte de la temporada excelsa que le va a hacer merecedor del premio al mejor sexto hombre del año; entró, se jugó el partido el ritmo que él impuso y repartió hasta 9 asistencias en 21 minutos para que los Celtics acabasen el partido con un +26 con él en pista. Una nueva gran actuación de Mr. President, que tuvo que jugar con unas gafas para proteger sus ojos de cualquier eventualidad que pudiese afectar a la lesión que le produjo el domingo un encontronazo con Julius Randle. Por último, Tyler Zeller dejó claro que es el jugador más irregular de la liga, firmando un partido impecable en ambos costados de la cancha gracias a sus 26 puntos y ¡4 tapones! en 25 minutos de partido.
La derrota de los Miami Heat frente a los Orlando Magic da además cierto margen de maniobra a unos Boston Celtics que va a cerrar la temporada jugando contra tres rivales directos por las tercera y cuarta posiciones de la Conferencia Este que otorgan la ventaja de campo de cara a unos playoffs que afrontarán, como es habitual en los equipos de Brad Stevens, en el mejor momento de forma y juego de la temporada. 25 vitorias y 11 derrotas desde el 22 de Enero.