Derrick Rose, Jimmy Butler, o… ¿ninguno?

ambas estrellas no encajan con los actuales planes del equipo

jimmy butler
Matt Sisneros

Antes de comenzar querría dejar lo siguiente claro: no me he escapado del manicomio y sí, pienso que la situación que voy a plantear puede ser una de las más beneficiosas a largo plazo.

Las estadísticas para realizar este artículo han sido principalmente extraídas de NBA.com

Tras esto, comencemos.

Dos estrellas de otro puzzle

No hay que ser un gran entendido en esto del baloncesto para darte cuenta rápidamente del increíble talento que tienen ambos jugadores para este deporte, motivo por el cual se esperaba que ambos acabaran formando uno de los mejores backcourts de la liga, sin embargo, por el momento no ha sido así, y dudo que se dé el caso.

Las lesiones han sido un gran problema para que ambos jugadores se asentaran juntos en cancha, aunque ha habido múltiples ocasiones que sí han coincidido, sin demasiados resultados positivos a decir verdad.

Lo habitual es que cuando jueguen juntos se hagan sombra mutuamente. Son dos jugadores cuyo mejor baloncesto se despliega mientras cuentan con el balón en sus manos, algo complicado dado que, por lo menos por ahora, a este deporte se juega únicamente con uno solo.

De hecho, si atendemos a las parejas de jugadores formadas por aquellos que mayor relevancia han tenido en el equipo durante la temporada (Rose, Butler, Gibson, Mirotic, Pau), encontramos que de 7 posibles combinaciones en total, la formada por Jimmy Butler y Derrick Rose lidera a las demás en +/- negativo, con -1.9. También es la que menos porcentaje de acierto en tiros de campo cosecha, con un 43.6% de efectividad, y para finalizar es la segunda que más pérdidas por encuentro comete, con 7.3 por partido. Por si no iba quedando demasiado claro esta temporada en cuanto a impresiones que estos dos jugadores no estaban hechos para compartir pista, parece que los datos hablan por sí solos.

Tal y como he mencionado anteriormente, son jugadores que están a su máximo nivel con el balón en las manos tanto como necesiten. A la vista queda el 31% en triples de Butler esta temporada y el 29% de Rose (sí, sé que este último es en parte debido a los problemas de visión de comienzos de temporada, pero aún así, nunca ha sido un tirador). Pero, ¿por qué no vamos un paso más allá?

Para comenzar, observemos el increíble acierto de Jimmy Butler desde la pintura, con un 65.9% en estos tiros, por un 48.1 de Derrick Rose (de nuevo, cogeremos al base con pinzas por el inicio de temporada). En cuanto nos alejamos un poco de aquí, la efectividad de ambos comienza a caer en picado, sobre todo la de Butler con un 36% en sus tiros de media distancia, y el 31% previamente comentado desde el triple. Con Derrick Rose encontramos una situación similar, descendiendo su acierto hasta el 41% en tiros de media distancia y el 29% en triples. Por lo que de aquí sacamos dos cosas en claro:

– Son jugadores centrados en atacar el aro

– Sus malos porcentajes desde la larga distancia les convierten en hombres inviables como referencias en situaciones de catch&shoot.

Y es que, seamos reales, ¿quién querría tener a dos jugadores con semejante físico desplegando su juego desde el perímetro?, defender el fuerte tronco superior de Jimmy Butler acompañado de un increíble primer paso es muy difícil, pero más lo es parar alguien que, a pesar de todas las lesiones que ha sufrido, sigue teniendo una explosividad y un manejo del balón capaces de dejar sentado al más ávido defensor.

Sin duda alguna son jugadores con grandes aptitudes para ser considerados jugadores referencia, pero, ¿son realmente lo que necesitan los Chicago Bulls?

Antes de continuar, opino firmemente que el gran fracaso de esta temporada no ha sido culpa de Fred Hoiberg, enteramente. Si bien es cierto que en algunos partidos no ha tomado las mejores decisiones, no ha sido una temporada nada fácil para tener tu primer año en la NBA: Un grupo de veteranos establecidos, rookies con ganas de conseguir oportunidades que no tuvieron con Thibs y que con él no tendrían, lesiones inesperadas que rompían el ritmo del equipo por completo… nada ha ayudado a la transición de Hoiberg de la NCAA a la NBA, y además, todavía le quedan unos cuantos añitos de contrato, así que intentemos centrarnos en cómo hacer las cosas bien, en lugar de señalar a culpables, que es la solución más fácil.

Fred Hoiberg llegó aquí con dos ideas claras que destacaban por encima del resto: avivar el uso del triple y acelerar la ofensiva de los Bulls, y ninguna de las dos ha calado, de hecho, esta temporada se han lanzado menos triples por partido que la anterior (2014-2015: 21 / 2015-2016: 22). Además, si tenemos en cuenta que se pretende acelerar el ritmo del juego, eso debería desembocar en encuentros con mayor número de posesiones por partido, algo que tampoco ha ocurrido. Tal es así, que los Bulls son el 4º con menos número de posesiones por cada 48 minutos de juego, con 96.62, y nuevamente, se ha empeorado con respecto a la temporada pasada, en este caso además significativamente, ya que bajo las órdenes de Thibodeau, alguien que como ya sabemos no tiene por predilección en este deporte la ofensiva, el equipo contó con 100.41 posesiones por cada 48 minutos.

La realidad es que los tres pilares del equipo esta temporada, Derrick Rose, Jimmy Butler, y Pau Gasol, van, de una forma u otra, en contra de los principios que pretendía inculcar Fred Hoiberg. Pau Gasol se marcha este verano, y con muy pocos números para volver como ya ha dejado entrever (además del creciente desinterés de la franquicia), motivo por el cual no debe ser considerado tema central a tratar.

Centrándonos en Derrick Rose, diré que el motivo principal para traspasarle es el más obvio de todos: finaliza contrato el año que viene, y su interés por volver a firmar un contrato por un alto nivel económico dificultan bastante la idea de ir a por él el verano siguiente, más si tenemos en cuenta que hombres como Russell Westbrook o Stephen Curry serán agentes libres, y otros como Chris Paul, Kyle Lowry o el joven Dennis Schroeder tienen la opción de abandonar sus respectivos equipos. Con esto no estoy diciendo que firmaría sin pensarlo a cualquiera de estos antes que a Derrick Rose. El ex MVP ha demostrado esta temporada que sano tiene capacidad para imponerse sobre los demás, sea quien sea el jugador que esté delante.

Pero con Derrick Rose, o por lo menos bajo mi punto de vista, tendremos a un interrogante durante el resto de su carrera. El número de los Bulls nunca ha sido un base que haya destacado ni por su capacidad como organizador, ni por su habilidad como tirador ni defensor, ha sido un hombre cuyo impresionante físico le permitía imponerse durante los partidos, un físico, que tras tantos males sufridos, siempre dejará la duda sobre si logrará mantenerse firme.

Con Jimmy Butler sin embargo, los problemas son diferentes. Uno es que rompe totalmente con el molde de juego rápido de Hoiberg. Es un amasador de balón nato, en el pasado partido lo pudimos incluso ver como base, y es realmente como más cómodo está, con el balón en sus manos y decidiendo cómo se va a realizar la ofensiva. Él mismo llegó a decir que jugar de base «no era tan complicado».

El otro gran problema con Jimmy es que, como es obvio, al haber aumentado tanto su nivel como su importancia y sus ingresos, también ha aumentado su ego. Esto no ha de ser malo, si sabes cómo encajarlo, algo en lo que Jimmy ha ido un poco justo esta temporada. Sin ir más lejos, el reciente incidente que encendió las alarmas en Chicago y que según uno de los titulares demostraba un «trato preferente» hacia el escolta de los Bulls. Lejos de querer entrar en ese tipo de polémicas, lo cierto es que se ha repetido por activa y por pasiva que los más veteranos parecían no encajar muy bien con Jimmy como líder del equipo, mientras que los más jóvenes estaban encantados por tenerle como referente, lo que nos da como resultado final de la ecuación el frágil vestuario que se ha desmoronado esta temporada.

Derrick Rose
Fuente: Keith Allison (CC)

Buscando soluciones

Traspasar a ambos jugadores parece algo apresurado, y sin duda atrasaría bastante el estado actual del equipo. No niego que en un futuro la situación pueda cambiar, queda un verano entero por delante y muchas charlas y decisiones van a tener lugar, pero actualmente, veo a Butler y Rose como dos grandes piezas para un puzzle totalmente diferente.

Siendo sincero, y a pesar que Jimmy Butler sea el hombre que más me agrada de entre ambos, a la vez le veo como el que menos encaja en el sistema que Hoiberg pretende implantar. Rose es un jugador que eleva el ritmo de juego muy fácilmente, de hecho, en eso se basa su baloncesto, pero dudo sinceramente que los Chicago Bulls le ofrezcan el gran contrato que tanto buscará este verano, o por lo menos, yo no lo haría.

Los Boston Celtics y los Orlando Magic ya se interesaron en su momento por Butler, ofreciendo múltiples rondas de Draft o jugadores con bastante potencial por desarrollar todavía. Sin duda Derrick Rose sería el hombre más difícil de colocar, en último año de contrato y cobrando la barbaridad de 20 millones de dólares, difícil organizar una operación que pueda absorber semejante cantidad de dinero.

Quizá lo más beneficioso para el equipo sea mover a uno de los dos jugadores, evitando así perder toda referencia en la cancha de cara a la temporada 2016-2017. Quizá sea más lógico quedarse con Jimmy Butler dado a los años de contrato que le quedan por delante, o quizá sea más fácil quedarse con Rose la temporada que viene y ver si vale la pena ir a por él durante el verano, y si no, borrón y cuenta nueva con las piezas conseguidas por Jimmy Butler.

Opciones pueden haber muchas, descubrir la más correcta es complicado, queda todo un verano por delante, pero algo que tengo bastante claro a estas alturas es lo siguiente: Jimmy Butler y Derrick Rose no están hechos para compartir la pista.