Victoria del Ourense Provincia Termal, en su Pazo Paco Paz, ante el CB Prat Juventut, en un último partido de la regular vital para los dos conjuntos. Encuentro marcado por la fortísima personalidad como jugador de Guillermo Rejón, y por la facilidad anotadora de Diego Kapelan.
De nuevo una previa marcada por las dudas de los medios, que señalaban a un Club Ourense Baloncesto, en teoría ya ascendido por pacto con ACB, y donde todos, o casi, estaban convencidos de que un Playoffs este año era un gasto innecesario. Sin embargo, nada de esto hizo acto de presencia para los de Ourense. Las únicas dudas presentes en el Pazo fueron las de su rival, un CB Prat Juventut que se jugaba la permanencia en la liga, y que no estuvo a la altura del partido.
Una vez en el parquet, como digo, las dudas locales, si es que alguna vez existieron, desaparecieron por completo. Ourense fue amo y señor del partido, y pese a que hubo momentos de relajación, por parte de los de As Burgas, siempre supieron rehacerse e ir, con decisión, hacia la victoria final.
Así, pudimos ver una primera parte realmente placida, donde el COB marcaba la pauta, y donde incluso rozarían los 10 puntos de diferencia, aunque Prat parecía tener las soluciones, y al final de la primera parte ya reducían hasta un +5 del COB.
Tras la vuelta del descanso, eso que algunos llaman reanudación, pudo parecer que los locales saliesen con el pie cambiado, y Prat lo aprovechó para ponerse en el partido, e igualar el marcador, y la grada de Ourense ya pensaba en lo peor. Pero no, en esos momentos saldría el carácter competitivo, y la casta, de Guillermo Rejón, con la ayuda exterior de Diego Kapelan, anotador compulsivo donde los haya, para volver a creer, y sobre todo, volver a hacer crecer a este COB.
Con estos dos jugadores, tan determinantes para los de Ourense, las diferencias se multiplicarían, y darían un final realmente placido, donde Prat acabaría forzando tiros libres, intentando un imposible, para un +9 final del COB. Ourense vuelve ser de Playoffs, por segundo año consecutivo, en esta LEB Oro.
En lo individual, hoy es el día, sin lugar a dudas, de hablar de ese gran gladiador llamado Guillermo Rejón. Saldría sustituyendo a un Kyle Rowley realmente apagado en la noche de hoy, y se convertiría en la pieza vital de Ourense. Firmaría 14 puntos, con 71% en tiros de campo, 5 rebotes, 4 asistencias, 2 robos, 5 faltas recibidas, para 21 puntos de valoración, el MVP con letras mayúsculas del partido de hoy.
Acompañándole, el de siempre y como siempre, Mister Scorer, Diego Kapelan, toda una metralleta anotadora, anotaría triples desde su casa, penetraciones con rectificados maravillosos, en fin, Diego sacó todo su arsenal de movimientos para irse a los 21 puntos, con grandes porcentajes, y demostrando que es uno de los mejores anotadores de esta competición.
En frente, en el lado de la derrota, la de CB Prat Juventut, solo Alex Ros estuvo a su nivel, e incluso superior, se fue a los 18 puntos y 5 rebotes, mientras Xavi Forcada se quedaría en solo 9 puntos, algo que siempre restó para que los visitantes pudiesen hacer más en este último partido de la regular.
Al final, de nuevo debemos hablar de victoria de Club Ourense Baloncesto, aunque con algunas dudas iniciales, de nuevo Ourense supo aprovechar su mejorada defensa, para frenar las claves del rival, y de nuevo, su dentro – fuera volvió a funcionar para asegurarse un año más, estar en estos Playoffs de Leb Oro.
Para Prat, fue una noche muy complicada, y angustiosa, venían a por el partido, y debían ganar para asegurarse no descender. Al final, los resultados de otros partidos les ayudaron a mantenerse en la categoría, y pudimos ver, como caras llorosas, casi desencajadas pasaban a la felicidad más extrema. Así es el Basket, un cúmulo de hiper sensaciones, de las que uno debe aprender, y sobre todo, disfrutar hasta el final.
Y ahora, a por los Playoffs, Ourense se enfrenta a Burgos, tercer clasificado de la Regular. Los dos partidos previos, en la regular, fueron ganados por Club Ourense Baloncesto, sería el pez chico, por lo menos esta temporada, comiéndose al grande, desde luego, toda una fiesta de dos equipos que por méritos deportivos, y más que propios, deberían ser de ACB. Será una fiesta, que Somos ACB no se perderá, el que les escribe les contará.