Análisis de temporada 2015-2016: Minnesota Timberwolves

Decepción en el presente, ilusión para el futuro

DECEPCIÓN INICIAL, PERO ILUSIÓN PARA EL FUTURO

Después de que Minnesota Timberwolves hubiera conseguido el primer pick del Draft, que a la postre se convertiría en uno de los mejores rookies de los últimos años, iban a empezar con una plantilla joven (con el propio Towns, Wiggins, LaVine, Rubio…) y con KG de jugador experimentado dentro de la franquicia para asesorarles, pero llegó el mazazo. Flip Saunders, por culpa de esa maldita enfermedad llamada cáncer, nos dejaba. El entrenador que confiaba en esos jugadores jóvenes falleció a solo tres días de empezar la temporada de la NBA. Toda la liga lloró su pérdida. Uno de los de siempre se había marchado, no sin haber luchado hasta el final y sin dejar de trabajar en la franquicia hasta prácticamente el último momento.

Sam Mitchell tuvo que tomar el mando como entrenador interino a falta de menos de una semana para empezar; y al principio las cosas parecían funcionar. Llegaron a Diciembre con un destacado 8-9, los aficionados disfrutaban de su rookie, que iba ganando confianza e importancia mes sí y al siguiente también, con Wiggins haciendo unos números a la altura de lo que se espera de él, y con un juego ofensivo agradable de ver.

Pero llegó Diciembre, y con él la dura realidad. Un equipo que prometía mucho veía como se desplomaba. De llevar ese 8-9 a principios de mes a acumular un 14-35 el 31 de Enero. Sin contar con Philadelphia, eran el peor equipo de la NBA. Algo que no se correspondía con la calidad de sus jugadores, que, aun siendo jóvenes, demostraban que sabían jugar muy bien al baloncesto, pero que tácticamente, sobre todo en defensa (donde escasas veces el equipo rival no llegaba a los 100 puntos) aún tenían mucho que resolver. Otro año sin llegar a postemporada, y ya iban 12.

Con el All-Star break Wiggins, Dieng, LaVine y Towns se fueron a Toronto para disfrutar. Y vaya si lo hicieron. KAT se llevó el concurso de habilidades, ganándole a duros rivales como Davis, Draymond Green o Clarkson y a Thomas en la final. LaVine, por su parte, nos dejó, junto con Aaron Gordon, uno de los mejores concursos de mates que se recuerdan hasta la fecha. LaVine se impuso con ese mate dantesco desde la línea de personal a Gordon, que nos dejó uno de los mates más originales y espectaculares de siempre.

Volvieron a Minneapolis con la intención de hacer disfrutar al aficionado; y lo consiguieron en gran medida. Sam Mitchell cambió su quinteto titular, bajó la media de edad de su titulares cambiando a Garnett por Dieng y LaVine por Prince y le salió bien la jugada. En estos dos últimos meses, los Wolves han conseguido alcanzar un balance de 12-16, consiguiendo incluso ganar en el Oracle Arena a los todopoderosos Warriors.

Nunca sabremos si con Saunders el equipo hubiera ido de mejor manera. Lo que sí está claro es que es que Sam Mitchell no ha llegado al mínimo exigido por este equipo, cosa que le ha costado su destitución como técnico de los Wolves. Al final, los Timberwolves acaban con un pobre balance de 29-53, siendo el quinto peor equipo de la NBA.

LOS DESTACADOS

La estrella: Karl-Anthony Towns

El mejor novato del año se ha convertido en el jugador franquicia. El rookie más completo de la última década ha promediado dobles dígitos en puntos y rebotes en toda la temporada. Aunque el equipo haya decepcionado esta temporada, no se le pueda reprochar nada al internacional dominicano. Dentro de poco, si continúa así, también seguirá presente en las futuras ediciones del All-Star, pero siendo titular en el partido de las estrellas. En él, los Timberwolves tienen uno de los pilares de futuro más importantes de la NBA y un jugador que puede llevar al equipo a lo más alto si se le rodea de las piezas adecuadas.

La decepción: Sam Mitchell

Le vino grande el puesto. Jugó intercalando a los veteranos con los jóvenes, pero no cuajó; quiso cambiarlo luego, pero fue demasiado tarde. Firmar un 6-26 en dos meses con esta plantilla es imperdonable. Al final parece que supo sacar provecho a sus futuras estrellas, pero la Liga para ellos ya había acabado. Finalmente, fue destituido después del último partido.

La sorpresa: Nemanja Bjelica

Casi a última hora, sobre la bocina, pero parece que Bjelica puede ser un hombre de banquillo más que aceptable para los Wolves. Junto con Shabazz Muhammad ha cuajado unos últimos partidos más que interesantes, llegando a firmar incluso dobles-dobles desde el banquillo. Esperemos que la próxima temporada aumente su progresión.

VALORACIÓN FINAL

Decepción. Es la palabra que describiría la temporada de los Timberwolves. Tener a gente del talento de Wiggins, LaVine y Towns, entre otros, para no alcanzar ni los 30 partidos ganados es, simplemente, un desastre. Este último mes y medio de juego ha sido la ilusión de que la temporada que viene, jugando así el equipo, sí que puedan alcanzar los ansiados PlayOffs, pero esta ya ha sido otra de querer y no haber podido o sabido. Tocará trabajar durante el verano, confiando en la suerte de la lotería en el Draft, contratando a un nuevo coach que sepa realmente sacarle todo lo que estos jugadores puedan explotar y que podamos, al fin, hablar de unos Wolves que sí cumplieron con lo que prometen. Se lo debemos a Flip. Con todo esto, la puntuación de la temporada de los Minnesota Timberwolves es un claro suspenso:

4