The Marcus Smart Experience: playoffs tour

El sophomore lidera una remontada que iguala la serie

Marcus Smart: MaxDuelIndider (CC)
Marcus Smart: MaxDuelIndider (CC)

Marcus Smart no es pop de mierda o la última película de Michael Bay. El texano no es la canción que lo petará muy fuerte este verano gracias a un estribillo facilón y de la que nadie se acordará en Septiembre, ni esa película a la que te arrastrará tu novia el viernes y de la que el sábado por la tarde no sabrás decir a tus amigos de qué narices iba; no es un plato de fácil digestión ni algo que te entre por los ojos. Marcus Smart es un jugador para ya iniciados, el  Tommy de The Who, el Tremè de David Simon o El Cazador de Michael Cimino: algo que solo puedes apreciar si te gusta mucho este deporte o su equipo.

Así, podías clasificar el número de partidos que había visto cada uno de tus amigos o personas que sigues en twitter por el nivel de conocimientos y la opinión que demuestran sobre el jugador.

  1. Es algo especial, un líder desde que era rookie que te puede defender cinco posiciones y tiene cosas muy interesantes en ataque: vendría a equivaler a un aficionado medio de los Boston Celtics que ve al menos el 60 % de los partidos.
  2. Defiende bien pero es un poco cabra loca en ataque: seguidor del equipo que solo ve el resumen del partido las mañanas precedidas de una victoria.
  3. Tony Allen es su techo: aficionado medio NBA.
  4. Es un floppero: ha visto los dos o tres partidos que ha jugado contra su equipo.
  5. Los Celtics van de verde, ¿no?: comenta partidos en la tele.

Lo que pasa es que al igual que Jimi Hendrix tuvo que emigrar a Londres para ser reconocido, Macus Smart ha tenido que viajar a una tierra que parecía francamente lejana para su franquicia cuando él llegó al equipo: los playoffs de la NBA. Pese a que podríamos hablar de las cosas más que interesantes que ya dejó del año pasado en la serie que enfrentó a los Boston Celtics con los Cleveland Cavaliers, vamos a centrarnos en esta primera post-temporada que ha jugado con un equipo diseñado para llegar a ella.

A lo largo de la misma, Smart ha seguido mostrando aquello que todos los que seguimos la actualidad de los Orgullosos Verdes ya sabíamos – el chico se crece en los momentos difíciles. Durante los tres primeros partidos no solo mantuvo el nivel defensivo que ha dejado en casi cada partido desde que llegase a la NBA (lo que hace en el Game 2 con Millsap ya dejó entrever que lo de ayer no fue solo causa del cansancio) sino que elevó 10 puntos su tan criticado promedio de acierto desde el triple hasta un más que aceptable 37,5 %. Pero sus 12.3 puntos, 4.5 rebotes, 3.8 asistencias y 1.3 tapones solo son un anticipo de los que sería su Woodstock particular.

The Marcus Smart Experience

Este doble CD grabado en directo durante la madrugada del 25 de Abril de 2016 contiene los mejores éxitos tanto defensivos como ofensivos del jugador texano. En el primero encontramos aquello que se conoce como intangibles, los datos que no salen en la boxscore y que divide a los aficionados y expertos entre aquellos que no han visto más de tres partidos de los Boston Celtics y los habituales. Tracklist:

  1. Defensa sobre Kyler Korver. pieza de siete minutos en los que el jugador de los Hawks lanza un solo tiro a canasta – por supuesto, falla. Reconocido por el cuerpo técnico de Atlanta, durante el tiempo que Korver estuvo cubierto por Marcus Smart, simplemente prefirieron ni siquiera fabricar tiros para él puesto que no iba a lanzarlos con comodidad.
  2. Defensa sobre Bazemore. Más exigido en las ayudas, el rival logró lanzar hasta en tres ocasiones para no encestar ninguna. Un clásico.
  3. Defensa sobre Sefolosha: muy parecida a la pista que abre el disco aunque menos espectacular, durante el tiempo que estuvo mirando a los ojos de La Cobra, el bueno de Thabo solo pudo lanzar – y fallar – en una ocasión.
  4. Qué sabrá Reggie Miller de defensa: el tema que más se va a recordar de este Album, simplemente perfecta. El #4 de los Hawks llevaba en su saco las cabelleras de unos Kelly Olynyk, Jonas Jerebko y, sobre todo, Jared Sullinger a los que había destrozado hasta llevar su cuenta a los 45 puntos. En el momento en el que el director Stevens coloca a Marcus Smart sobre él, solo es capaz de encestar una canasta – y porque el base/escolta había ido a la ayuda de Thomas – de sus cinco intentos. En total son 10 los centímetros de diferencia que separan a ambos jugadores y que en ningún momento valieron para marcar la diferencia en favor del visitante. Para guardar en las hemerotecas el comentario de Miller diciendo tras el ajuste de Brad Stevens que no se le ocurría cómo Marcus Smart podría frenar a Paul Millsap.

En total son 10 tiros los que llegaron a lanzar los jugadores que estaban cubiertos por Marcus Smart en ese momento y 2 los puntos que se lograron con los mismos. Tampoco hay que olvidar la Sangría Millsap que cortó y que iba camino de ser histórica (solo hace falta comprobar los nombres de los jugadores que han anotado 40 puntos contra los Celtics en playoffs). Pese a ser impresionante, no es algo nuevo en un jugador que esta misma temporada ha defendido y secado a jugadores Top-5 de la liga en su posición, sea esta la que sea: Russell Westbrook, James Harden, Carmelo Anthony, Paul George, y Kristaps Porzingis.

Como decimos, esto solo vale para confirmar lo que ya sabía todo el mundo y que salvo que lo hagas en el equipo campeón (Hola, Draymond, ¿qué tal? ¿Te han sacado alguna técnica hoy? Haha, es broma, besos), nadie valora en su justa medida. Por eso, es el segundo CD el que marca la diferencia y hace que el partido de ayer sea el mejor en la aún joven carrera de Smart. Tracklist ofensivo:

  1. 2+1 Suicida: venían los Celtics de realizar una de esas remontadas casi tan sorprendentes como las pájaras que las provocan, cuando Marcus Smart se tiró un triple sin ningún tipo de sentido que, por orden: casi rompe el aro en seis cachos, casi mata al padre de Bill Simmons, provocó que en twitter empezase ese runrun tan habitual de ‘ya está Marcus jodiendo en ataque lo que genera en defensa‘. la siguiente jugada acabaría con un tapón del sophomore que acalló el ronroneo del Garden para segundos después lanzarse contra viento y marea con la sola compañía de su fe. Tras esta canasta cambió la cara del partido.
  2. Mate porque sí: Pum, Welcome to the Marcus Smart Experience Playoffs Tour. La diferencia entre un buen album en directo y uno pésimo, es si este logra recoger la complicidad entre artista y público; si quieren ver a unos espectadores entregados a su solista, escuchen esta pista con los ojos cerrados. Solo por el ruido puedes ver cuándo encara, deja atrás a su oponente y machaca.
  3. Qué narices sabra Reggie Miller de meter triples: resultó hasta cómica la narración del que fuera máximo triplista en  la historia porque, justo después del triple anteriormente mencionado, Smart encestó los dos siguientes que ponían tierra de por medio con los Hawks; ¿alguien sabe si el pacer ha dicho que no hay manera humana por la que los Celtics puedan ganar un campeonato? Es una de las cosas más divertidas del ex-jugador de Oklahoma State, ver cómo suben sus promedios a medida que baja el tiempo en el marcador.
  4. Sweet home TD Garden: Al igual que la cansina Sweet home Alabama se compuso para responder a unos ofensivos comentarios de Neil Young sobre la tierra que vio nacer a Sir Charles Barkley, la prórroga ayer jugada vino a contestar a aquellos que dicen que a Smart le falta visión de juego y que no es un gran pasador. Puede ser cierto que no se prodigue mucho en este aspecto, sí, tanto como que esa labor ya está asignada a Evan Turner e Isaiah Thomas, pero lejos está el #36 de ser un mal pasador. No hay partido en los que no deje un par de acciones como las que ayer sirvieron a los Boston Celtics para anotar las dos primeras canastas del tiempo añadido y, a la postre, ganar el partido.

Resultado total, un partido en el que Marcus Smart frenó a toda marca que le fue asignada y en el que aportó 20 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias, 2 robos y un tapón (11 puntos, 2 rebotes y 3 asistencias en el clutch). No está mal para ser un jugador que no defiende mal y poco más. Ah, sí, una cosa de nada, es el jugador más joven en toda la historia de los Boston Celtics en anotar 20 puntos en un partido de playoffs.