La temporada 2015-2016 de Will Barton

El escolta ha cuajado un gran año

will barton
ESPN

Procedemos al análisis de los jugadores de los Nuggets en esta temporada 2015-2016, en este caso el sexto hombre del equipo, y que ha cuajado una gran actuación durante la temporada regular, el escolta suplente Will Barton.

Después de llegar en invierno de 2015 desde Portland, los 28 partidos que disputó en Colorado le permitieron conseguir un contrato de 3 años con la franquicia celeste a razón de 3 millones al año, que, viendo sus buenas, aunque irregulares actuaciones, parece un buen precio.

Ha pasado de ser fondo de armario a un candidato al premio a Sexto Hombre del Año. De media en su carrera había jugado 14 minutos, y este año ha doblado esa cantidad, pasando a ser el mejor activo saliendo desde el banquillo de estos jóvenes Nuggets, que han mantenido la esperanza de PlayOffs hasta el final.

Esta mejora de minutos ha supuesto un aumento sustancial en todas las estadísticas del juego, ya que ha cogido galones en el vestuario. Esta confianza por parte de Mike Malone viene dada por un gran trabajo del escolta, que incluso trabajaba los días de descanso, lo cual se ha notado sobre todo en una mejora de su porcentaje desde más allá de los 7,25 m, pasando de un 28,7% a un 34,5%, gran aumento considerando que el volumen de tiros intentados también ha aumentado. Esa confianza que Malone ha depositado en él ha hecho que le alabe en varias ocasiones, y se ha ganado a la fuerza jugar en los momentos más importantes del equipo.

En el apartado estadístico destacamos que, pese a ser suplente en 81 de los 82 partidos, ha sido el segundo máximo anotador de la franquicia, con una media de 14,4 puntos. Esto supone que, en los 82 partidos de esta temporada, ha metido más puntos que en los 172 partidos disputados en los 3 años anteriores de su carrera (1178 este año,858 antes). Esto ha supuesto que, cuando estaba en el campo y no coincidiera con Gallinari, él era la principal opción ofensiva para terminar la jugada. Incluso con este nivel de responsabilidad ofensiva y más carga de tiros sobre sus hombros, el porcentaje de Barton ha subido del 40% que promediaba antes al 43% de este año, aunque es verdad que a veces tira de forma algo alocada.

Siguiendo con estadísticas más allá del apartado anotador, Barton ha subido su productividad reboteadora hasta llegar a rozar los 6 rebotes por partido, buena marca para un escolta. También ha mejorado notablemente en asistencias respecto a la marca anterior. Aunque 2,5 asistencias por partido parezcan pocas para notar esta mejora, se nota un aumento del CI baloncestístico a la hora de elegir los pases, además de convertirse en una amenaza en el pick&roll por su gran habilidad para pasar o terminar la jugada (0,89 puntos por intento de pick&roll finalizando él, número 15 de la liga en este apartado). Lógicamente, el hecho de tener más tiempo el balón en sus manos ha hecho que también suba su número de pérdidas por partido, aunque menos 2 es una cifra muy buena, y más teniendo en cuenta esa inconsistencia y falta de cabeza antes mencionada y en la que volveremos a hacer hincapié.

En defensa, su impacto es neutral. Está en las medias del equipo en cuanto a puntos recibidos con él en pista y marcajes individuales, además de que no destaca en tapones ni en robos (0,9 robos y 0,5 tapones por partido). Tiene un gran físico, lo que le podría hacer ser un gran two-way player, pero le faltan fundamentos defensivos, así que la recomendación de un servidor es que este verano se ponga a trabajar con Gary Harris, escolta titular y especialista defensivo en el perímetro, para aprender y ser un jugador muy versátil.

El juego eléctrico de Will Barton provoca que los aficionados veamos las dos caras del jugador: el día que está caliente, los tiros entran, supera los 30 puntos y gana partidos en el “clutch time”, cuando a los de más les quema el balón. Ahora también, al igual que otras estrellas de la liga, tiene días tontos en los que, con un porcentaje de tiro paupérrimo, es uno de los causantes de la derrota del equipo debido a su precipitación a la hora de tirar. Esta inconsistencia le provoca las críticas de un sector de aficionados, que le piden más táctica y fundamentos, y con razón, pero es verdad que es muy joven y esas cosas se aprenden con el tiempo, y esperemos que siga progresando en la toma de decisiones.

Esta mejora y su esfuerzo se han visto recompensados a lo largo del año: primero, Barton fue elegido para participar en el Concurso de Mates del All-Star Weekend, debido a que, a lo largo del año ha hecho varios “posters” a jugadores más grandes que él aprovechándose de su físico. De todas formas, en el concurso tuvo una participación más que mejorable, sin ninguna opción contra LaVine y Gordon. A final de temporada, con el premio a Mejor Sexto Hombre del Año ya conocido (Jamal Crawford), los fans vemos que, sobre todo en la primera parte de la temporada, Barton lo tuvo a tiro para llevárselo a él, pero es verdad que al final se desinfló, y acabó en la cuarta posición de la votación. Algunos periodistas también le han tenido en cuenta para el premio a Jugador más Mejorado del Año, y ha terminado quinto en la clasificación, y peleando por el tercer y cuarto puesto, aunque abismalmente lejos de ganarlo. El año que viene puede que vuelva a pelear por estos dos galardones.

De cara al año que viene, si sigue mejorando como lo ha hecho este año, y cobrando menos de 4 millones, es una ganga para el equipo. La falta de lesiones lesiones le ha permitido disputar todos los partidos de la temporada, y esperemos que así siga. Su papel seguirá siendo el de sexto hombre, saliendo desde el banquillo para anotar (aunque si se cansa un poco defendiendo no pasa nada), esperemos que ya con la ayuda de Wilson Chandler a su lado, e intentar pelear por ser el Sexto Hombre del Año y luchar con el resto de la franquicia por jugar los PlayOffs.