¿Cómo afectaría la llegada de Blake Griffin a los Bulls?

Aclaramos cómo podría ayudar el ala-pívot al equipo de Chicago

Blake Griffin
Fuente de la foto: A. Scott (CC)

Es innegable confesar que la temporada de los de Illinois ha sido un auténtico fracaso. Podemos objetar que un cúmulo de aspectos negativos han abatido todas las posibilidades de clasificación para los Playoffs, entre ellos nos encontramos con malas relaciones entre jugadores claves, un esquema de juego propuesto por Hoiberg que no ha encajado lo suficiente y una lista voluminosa de elementos que han provocado el deterioro del equipo.

Frente a esta situación, se están planteando cambios que pueden llegar a ser muy trascendentales. Así pues, podrían tener lugar los traspasos de alguna o varias estrellas del equipo, como Jimmy Butler o Derrick Rose, o la anunciada y más que probable marcha de Pau Gasol, con el objetivo de conseguir una buena moneda de cambio con cualidades para renovar las expectativas de cara a la próxima temporada. Por otro lado, también se baraja la posibilidad de apostar por una joven promesa, valorando no solo la siguiente campaña, sino con vistas hacia un futuro cercano.

La última novedad relacionada con el mercado de fichajes es el interés mostrado por parte de los Bulls hacia Blake Griffin, jugador que actualmente milita en las filas de Los Ángeles Clippers. A continuación, les aclararemos cómo puede afectar el hipotético fichaje en el rendimiento de la franquicia de Chicago.

Como ya he citado anteriormente, una posibilidad más que factible es la marcha del español Pau Gasol, el cual ocupa la misma posición que Griffin. Aunque su marcha pueda suponer consecuencias tanto positivas como negativas, es obvio que dejará un hueco bastante considerable en el quinteto inicial, digno de ser relevado por un jugador de la talla de Blake Griffin. Lo cierto y verdad es que facultades para cubrir el puesto no le faltan.

Para comenzar, el actual jugador de los Clippers puede presumir de ser productivo tanto en defensa como en ataque.

Defensivamente hablando, es un jugador capaz de rebotear, como ha demostrado a lo largo de su carrera, consiguiendo una media de 9,6 rebotes por partido, y a su vez también es un jugador con un físico intimidador, pudiendo taponar si la situación lo requiere.

Pero es su apartado ofensivo el que más llama la atención. Por un lado, con sus entradas a canasta y sus potentes mates podría aportar la agresividad y el carácter que quizás le ha faltado a lo largo del año a los Bulls. El jugador nacido en Oklahoma ha demostrado que tiene capacidad para postear a quien se ponga en su camino, incluso a los pívots más robustos de la liga. Además, Griffin posee un manejo de balón bastante apto para su altura y posición de juego. Siguiendo en el apartado de ataque, el ala-pívot ha experimentado una mejoría extraordinaria en el tiro a lo largo de las últimas campañas, aumentando sus porcentajes de manera significativa.

Obviamente, no podemos comparar su tiro desde media distancia con el de Gasol, (recordemos que el español posee una de las mejores muñecas de la liga, en cuanto a jugadores interiores se refiere) pero el jugador de los Clippers no se corta en absoluto. Estudiando la situación de manera un poco más meditada, su buen tiro produciría que el equipo pueda abrir la pista y, por el contrario, que el rival no se encierre debajo de su propio aro. ¿Qué provocaría esto? Espacios en la zona. De esta forma jugadores explosivos como Derrick Rose entrarían a canasta con mucha facilidad, y si el ex MVP está en plena forma es considerablemente difícil pararlo, como ya ha demostrado en numerosas ocasiones. Además, mediante la circulación de balón sería más fácil tirar de media distancia.

Por otra parte, su visión de juego también merece ser citada, ya que para ocupar la posición de ala-pívot es bastante notable. En la última campaña logró una media de 4,9 asistencias por partido.

Me gustaría resaltar también un aspecto que en cuanto a lo deportivo se refiere no tiene la mínima trascendencia, pero aún así lo considero importante. Se trata de la ilusión que crearía el matador en los aficionados. Después de una temporada digna de olvidar, lo que está claro es que se necesitan cambios urgentemente, y el fichaje de Griffin podría suponer una última dosis de esperanza.

En el ámbito personal, sigo aferrándome a que los años gloriosos de la franquicia pueden verse retomados gracias a grandes jugadores como Rose y Butler. Opino que el base estará la temporada que viene a su máximo nivel y por parte de Jimmy Butler no contemplo ninguna razón posible para que directiva opte por venderlo. Un ‘Big Three’ formado por Rose, Butler y Griffin sembraría en Chicago la semilla que dirigiría al equipo hacia su séptimo anillo, obviando que la máxima utilidad del trío se obtendría siempre y cuando la relación entre ellos fuera aceptable y que estos jugadores sepan admitir su rol en el equipo.