¿Jahlil Okafor a los Boston Celtics? Sí, por favor
El jugador podría ser traspasado a cambio del pick-3
«Cuando el diablo no sabe qué hacer, espanta moscas con el rabo» es un dicho que tenía mi abuela y que explica perfectamente qué es lo que estamos haciendo todos los redactores NBA del mundo con la sola excepción de los que cubren a los Toronto Raptors, Cleveland Cavaliers, Oklahoma City Thunder, Golden State Warriors, y aquellos sin entrenador a día de hoy. Que la Tierra es redonda, que los dobladores españoles lo van a tener muy jodido con la escena de Hodor, y que no va a pasar nada relevante en cuanto a traspasos se refiere hasta la misma noche del draft, son las tres cosas de las que más seguro puedes estar a día de hoy. También, que absolutamente ningún reportero o insider – ni siquiera Andrés(in) – tiene una sola información fiable de por dónde pueden tirar los General Manager – porque finales de mayo en la NBA es como la 1:00 de la mañana en una discoteca: tienes muy claro que quieres hacer algo, pero no sabes muy claro el qué ni con quién.
Así que, ¿cuál es la solución para curar el mono de NBA y de escribir? Pues comentar con los amigos por las redes sociales o con una cerveza en la mano los últimos rumores que se están inventando desde las américas. Así, durante la pasada semana, varios miembros del Despacho y algunos de los más activos seguidores de la comunidad de los Boston Celtics en español, hemos mantenido una acalorada discusión por twitter entre los que no queremos hacer efectivo el pick-3 por nada del mundo -hasta el extremo de preferir traspasarlo por Jahlil Okafor -, y aquellos que antes de hacer esto, prefieren escoger a Dragan Bender con él. Para expresarse en los términos y longitud adecuada, Álvaro Mendez escribió un artículo hace un par de días al que este hace réplica.
Dejemos una cosa clara antes de tirarnos a la piscina: las catorce primeras cosas que haría con el pick-3 de los Boston Celtics en el próximo «NBA draft 2016″ serían traspasarlo por un jugador con más experiencia y más contrastado en la NBA que Okafor, seguramente la decimoquinta también; pero si la alternativa es acabar teniendo que elegir a otro base o a un pivot de 18 años que aún no ha sido capaz de jugar más de 10 minutos y anotar más de 4 puntos por partido en la liga israelí, el 26 de Junio estaré en el aeropuerto de Boston con un ramo de rosas para dar la bienvenida a Jahlil Okafor.
Porque el valor de Okafor en caso de que los Boston Celtics decidiesen hacerse con sus servicios es doble: el que puede aportar como jugador y el que tiene como moneda de cambio.
El Okafor jugador
Resulta que Jahlil Okafor no es un jugador extraño para mí: o tenía puesta Marcus Smart la camiseta de los Boston Celtics y ya estaban todos los expertos hablando del center de Arkansas como «The Next Big Thing«, por lo que me lancé a ver todos los partidos que pude de su última temporada en la NCAA. Desde hace una década, casi todos los drafts tuvieron a un jugador que no llegaba a los dos metros como su mejor jugador, al menos sobre el papel; por lo que el año de Okafor y Towns fue un soplo de aire fresco para los que entendemos el smallball como un recurso en tiempos de falta de talento en los pivots más que como el futuro de este deporte. Tras un año de scouting, este fue mi informe sobre él y difiere muy poco de lo expuesto por Álvaro, tanto en los aspectos positivos como en los negativos. Veamos qué aportaría en caso de que Danny Ainge se haga con él con la idea de ponerle la camiseta verde y soltarle a jugar.
El center nació con un don para anotar. Sus movimientos al poste son de los que salen una vez en cada generación y tiene una facilidad asombrosa para crearse sus propios tiros, en su primer año en la NBA le hemos visto comerse a todos y cada uno de los pivots que ha tenido enfrente, sin importar de quién se tratase. En la actual NBA, solo DeMarcus Cousins, Anthony Davis, y ese ángel llamado Karl-Anthony Towns están a su nivel ofensivo, ¿darían un pick-3 por cualquiera de ellos? Entonces, ¿por qué hay tantas dudas con el jugador de los Philadelphia 76ers? Porque su defensa es solo comparable al ataque de Dennis Rodman: no es que no tenga herramientas, es que simplemente pasa de usarlas.
El principal defecto de Okafor ha sido y es su apatía. No es que sea un mal defensor o reboteador, es que simplemente no sabemos cómo de bueno es en estas parcelas porque nunca ha necesitado de ellas para ser dominante. Ha salido campeón en cada competición que ha jugado sin necesidad de bajar el culo ni de lanzarse a por el rebote. Sé que a muchos de ustedes esto les hará decir, «entonces a ese jugador no le quiero para los Boston Celtics, porque la actitud no se negocia en este equipo«. Déjenme pensar una cosa, ¿no ha habido nunca en los Boston Celtics un pick-3 con todos los recursos ofensivos del mundo pero que fue displicente durante gran parte de su carrera, nunca tuvo ese ansia ganadora que comía por dentro a sus compañeros, y que solo explotó cuando se dieron una serie de circunstancias muy determinadas? Creo recordar que un tal Kevin McHale encaja bastante bien en esta descripción, ¿puede recordarme algo el rendimiento que dio en los Orgullosos Verdes? Aclaración a los puristas, no estoy comparando a ambos jugadores ni lo haría nunca con menos de ocho copas de Chivas, solo su falta de ambición.
Sí, Okafor no está en el Top-80 de la NBA en cuanto a jugadores con más hambre de victoria ni ética de trabajo, pero ¿por qué tiene que ser eso un problema en estos Boston Celtics, ya sobrados de espírtu defensivo y hambre? A lo largo de la temporada hemos analizado largo y tendido el juego y las carencias del equipo dirigido por Brad Stevens y parece claro que todos hemos encontrado las mismas carencias: talento, otro jugador que se cree sus propios tiros aparte de Thomas, triple, y falta de rebote. Las dos primeras las solucionaría solo con ponerse la camiseta y saltar a la cancha; de repente, los Boston Celtics contaría con 7 puntos más de media por partido y el mejor aliado con el que Isaiah Thomas podría soñar: un gran jugador de pick and roll, con una elevada IQ, y una capacidad para generarse sus propios tiros que liberaría a Isaiah de balón y atraería jugadores a la zona para dejar a los exteriores más liberados generando más y mejores opciones de triples. Si no pueden imaginar la cantidad de variantes que podría diseñar Stevens con el primer jugador alto y dominante que tendía en la zona tras tres años con Sullinger como mejor referencia ofensiva en la pintura, yo ya no puedo hacer más
Desde 2013 nos hemos cansado de ver al equipo sufriendo frente a rivales que se limitaban a defender a nuestros exteriores y dejando a un jugador alto en la zona que él solito se bastaba para cubrir a nuestros interiores y recoger las piedras que lanzase nuestro backcourt como si de manzanas en Octubre se tratase. No existe un universo en el que un entrenador de la NBA deje sin ayudas a su interior para cubrir a Jahlil Okafor; y si lo hace, Oka acaba el partido con 30 puntos. Si no adopta esta técnica suicida, ya hay un hombre menos pendiente de tapar el tiro de Smart y Bradley, o de frenar las penetraciones de Thomas y Crowder. En resumen, no creo que haya ninguna duda que desde el minuto uno Okafor iba a dar un plus en ataque que los Boston Celtics necesitan más que cualquier otra cosa ahora mismo con la sola salvedad de un anotador exterior.
El aspecto defensivo es la gran duda, aunque no tanta. Por un lado, estamos hablando del agujero que sería Okafor como si durante estos tres años los Boston Celtics hubiesen tenido a las «Torres gemelas» en la pintura. Por otro, Brad Stevens ha sacado lo mejor de todos y cada uno de los jugadores que ha tenido en sus manos durante su periodo en la NBA. Particularmente, yo no recuerdo haber visto nunca un interior más perdido en defensa que Kelly Olynyk: no tenía actitud, no tenía carácter, no tenía tantas herramientas como puede tener Okafor, y parecía que toda la IQ que demostraba en ataque la perdía cuando el balón lo tenía el equipo contrarío. Siendo un caso comparable la apatía de Okafor con la falta de carácter de Olynyk, tras tres años con Stevens el bueno de Kelly tuvo meses en los que estuvo entre los jugadores altos con mejor rating defensivo de la liga. ¿Es mucho presuponer, o mucho apostar, que si Stevens supo cómo utilizar al canadiense en defensa cuando esto parecía imposible, no sabrá motivarle en un equipo en el que además contará con la inestimable ayuda de gente como Marcus Smart, Jae Crowder o Avery Bradley?
No olvidemos que este desdén defensivo y falta de ganas al atacar al rebote que ahora se le da por supuesto tras un primer año en la franquicia más errática en toda la historia de la NBA (al menos yo no recuerdo otro equipo que tankease durante cuatro años seguidos), no era tal en la última vez que jugó en un equipo competitivo. En su tiempo en Duke – donde, por cierto, salió campeón – Okafor si bien tenía rachas de desconexión cuando el partido tenía poco en juego, para nada se mostraba displicente en el costado defensivo durante todo el partido como en Philly. Simplemente no se me ocurre como un jugador con el físico de Okafor y el carácter ya impreso en este equipo puede ser menos efectivo en defensa que Jared Sullinger, Kelly Olynyk, o Tyler Zeller.
Siguiendo con el Okafor visto en la ciudad del amor fraternal, a veces se nos olvida mencionar que desde el primer momento no casó con su compañero en la pista, Noel. Y que visto esto, los Sixers decidieron sacrificar al primero para dar protagonismo al segundo, ¿por qué? Porque Philadelphia tiene tres interiores con un gran futuro ahora mismo, Nerlens Noel, Joel Embiid, y Jahlil Okafor, siendo estos dos últimos ciertamente parecidos en cuanto a juego. Así que, si dos de ellos no funcionan, lo lógico es favorecer al que no tiene cualidades únicas en el roster. ¿Por qué digo esto? Porque el estar acompañado de Noel no solo le ha limitado como jugador, sino que le llegó a relegar al banquillo. Si ya estás en una franquicia sin un plan fijo y encima ves que te están relegando al banquillo para dejar crecer a tu pareja y esperar a un jugador lesionado, ¿vas a dejarte los cuernos defendiendo?
En los Celtics, sin embargo, estos dos factores se pondrían de su lado. Desde el primer momento contará con una organización que solo piensa en ganar y tiene un plan para hacerlo. Pero no olvidemos lo más importante, ahora mismo solo hay dos jugadores altos en la plantilla que tengan contrato garantizado para el año que viene: Kelly Olynyk y Jordan Mickey. ¿Por dónde quieren que empiece: por lo mucho que le liberaría de responsabilidades defensivas un Mickey que tiene entre sus principales características la defensa del pick and roll y la habilidad taponadora, o por un Kelly Olynyk que cuanto más alejado de la pintura está, más efectivo es en ataque? Jugar con Kelly Olynyk es de las tres mejores cosas que le podrían pasar a Okafor junto a un cambio de peinado y comer menos hidratos de carbono. Si con Noel su principal problema es que ambos vivían en la pintura, con Olynyk no solo no tendría a nadie que le molestase ahí dentro, sino que encima se la limpiaría de rivales al ser este una amenaza exterior: frótense los ojos si quieren al leer esto, pero podría ser posible ver ejecutar un pick and roll a dos jugadores que casi llegan a los cinco metros entre ambos. Además, el coladero defensivo que serían en defensa podría no serlo tanto con un Olynyk más centrado en las penetraciones y un Okafor que si bien no es un gran protector del aro (1.2 tapones por partido) sí que es más que hábil cortando los pases a los interiores.
Pero la pareja con la que más me gustaría verle es Jordan Mickey. Cada uno tiene lo que le falta al otro y viceversa. Jordan Mickey, buen reboteador, gran taponador, rápido en la defensa del pick and roll, y con un buen rango de tiro en larga y media distancia, encajaría perfectamente con un Okafor del que no voy a repetir una vez más sus caracterísiticas.
Por último, para acabar con el Okafor jugador, dejar caer que su falta de velocidad en la defensa del p&r podría no ser tanta de estar en el esquema defensivo adecuado, solo hay que ver su velocidad de pies y primer paso en ataque.
El Jahlil Okafor moneda de cambio
En el actual mercado de la NBA, solo podría haber tres súper-estrellas a la venta: Jimmy Butler, DeMarcus Cousins, y Blake Griffin. En todos y cada uno de esos casos, las franquicias necesitarían estarían más que interesadas en un jugador como Okafor para cubrir la salida de su jugador. En el caso de los dos de la Conferencia Oeste es evidente, los General Managers podría presentar el tidente perfecto de excusas a la salida de su estrella:
- A cambio recibimos a otro gran jugador interior
- Encima es más joven por lo que 1. podemos seguir construyendo con él y las mil rondas que llegan con él (caso Kings) o 2. rejuvenecería una plantilla ya avanzada en edad y las rondas nos dan un futuro que no tenemos a día de hoy (caso Clippers)
- Es mucho mejor que cualquier cosa a la que podríamos aspirar en este draft y da salida a un jugador que ya había acabado su ciclo en la franquicia.
En el caso de Butler, a la más que posible salida de Pau Gasol este verano, se ha filtrado durante esta semana que Joakim Noah se habría despedido de sus compañeros y los Bulls estarían buscando un hombre alto. He aquí a un pick-3 de 21 años, con experiencia en la liga y que se adaptaría bastante bien al estilo de juego que trata de establecer Fred Hoiberg.
La opción Bender
En definitiva, Jahlil Okafor no es para nada una apuesta segura, pero en el momento que lo vistas de verdes ya hay tres o cuatro cosas que te va a aportar y que necesitas urgentemente. Además, su valor de mercado es mayor que el de Bender para aquellas franquicias que puedan estar dispuestas a soltar a su jugador franquicia. Sí, quizás Bender tiene un mayor potencial – yo, sinceramente, creo que no – pero desde el primer momento no aportaría nada al equipo salvo quizás una mayor movilidad defensiva; y la lista de cosas que pueden torcerse con un jugador de 18 años, europeo y que no ha disputado más de 11 minutos por partido en la liga de Israel, es interminable. Un pick-3 es una apuesta muy seria, muchísimo. No solo hay que mirar el techo, sino también el sótano. Aún concediendo que el techo de Bender sea más alto que el de Okafor – que es algo más que cuestionable -, ¿cuál es el sótano de cada uno? ¿Al Jefferson o Gregg Monroe para Okafor? ¿Darko Miličić para Bender? Con un pick-3 yo no apostaría nunca al todo o nada, prefiero asegurarme una ganancia mínima.