Boston Celtics, esa íncomoda situación

Cuando la zona de nadie te atrapa es complicado salir

FOTO: Robert Cassar (CC)
FOTO: Robert Cassar (CC). Representación visual del fan celtic medio estas últimas semanas, esperando el día 23 de junio.

Los Celtics se encuentran en la temida y común «tierra o zona de nadie«. Temida por lo difícil que resulta salir de la misma, y común, porque tenemos muchos ejemplos de equipos que llevan buena parte de su vida en ella (Hawks, Raptors, Bulls, Memphis, los Blazers de Aldridge…).

Esta tierra de nadie, nobody’s land en inglés, que siempre queda más profesional, es el nombre que denomina la situación de equipos competitivos, tanto como para tener una plaza asegurada en los PlayOffs, pero no lo suficientemente talentosos como para realmente aspirar a ser el único equipo que termine la postemporada ganando.

Es relativamente sencillo subir el escalón que separa a los equipos horribles de un equipo que pelea por los últimos puestos de PlayOffs, el siguiente paso cuesta más, es ese que separa a la zona baja (7º-8º) de los equipos que se disputan las posiciones 3ª a 6ª, pero el último paso, ese que te convierte en aspirante a que te regalen un anillo sin necesidad de suegros, banquetes o bodas, es el más complicado.

Los Celtics se encuentran en ese escalón, el penúltimo, y, seguramente, el más estresante e incómodo de todos. Cuántas veces hemos leído, escuchado o dicho nosotros mismos:

«Una estrella o dos y somos contenders» o «un par de piezas más y damos miedo» y el tan famoso «Un movimiento bien hecho y arrasamos el Este«.

Frases típicas de gente que vive en la zona de nadie, pero, ¿se puede salir? Claro que se puede, pero como dije, es muy difícil, por una razón en especial:

TOMA DE DECISIONES

La bendición se convierte en maldición, la cantidad en desdicha y la posibilidad de tomar varias rutas hace, en definitiva, que tengas más oportunidades de perderte. Los Celtics pueden tomar infinitos caminos, ninguno va a ser el perfecto, o se va a tomar sin que se generen dudas.

¿Draftear?, ¿a quién draftear?, ¿cuántos picks usar?, ¿hacer Draft and Stash?, ¿traspasar?, ¿el qué?, ¿sobrepago?, ¿cuál es mi límite?, ¿me lo planteo todo a largo, medio o corto plazo?, ¿quiero ganar más ahora, sacrificando futuro, o tengo más posibilidades de ganar el anillo con un proyecto a largo plazo?, ¿has visto que buenos son los Cavs y los Warriors?, ¿merece la pena mejorar ahora, ya, en este momento, para pegarme con ellos?, ¿puedo, con lo disponible en el mercado, mejorar tanto como para soñar con ganarles en PlayOffs?, ¿entonces apuesto por jóvenes?, ¿PERO QUÉ JÓVENES?, ¿talento más maduro?, ¿más potencial?, pero, ¿más techo o más suelo?, ¿necesidad o talento?, ¿OTRO BASE, EN SERIO?, ¿tiradores?, ¿cuánto queda para el Draft?, ¿Gar sigue de vacaciones?, ¿me arriesgo traspasando rondas para conseguir uno o dos jugadores del segundo escalón de la liga?, ¿me llegan para forma «The Team«?, ¿Y SI ME QUEDO CORTO QUÉ?, ¿salarios comprometidos y con un cuarto de los recursos de antes?, ¿medio plazo?, ¿puede funcionar traer algo ahora y más en un par de años?, ¿me atreveré a apretar el botón si llega la oportunidad?, ¿seré capaz de asumir riesgos?

Cuantas preguntas ¿verdad?. Realmente es frustrante llegar a la conclusión de que, decidas lo que decidas, nada es 100% seguro, más si tienes un factor influyendo tan grande como el hecho de elegir entre más caminos de los que llevan a Roma, y no optar, solamente, entre dos o tres. Danny Ainge se enfrentará a las iras de todos los fans que no estén de acuerdo con sus decisiones, y no serán pocos, siempre habrá algo que criticar al GM, aunque, en definitiva, llegue al punto que pensamos correcto.

¿Os habéis dado cuenta de lo tacaños que nos volvemos los seguidores de equipos inmersos en la zona de nadie?

Joder, yo cuento hasta las vueltas que me devuelven en mi bar de toda la vida desde que terminó la temporada. Y es que nos gustan mucho nuestros Celtics, no queremos perder a nadie, pero queremos mejorar, y traer nuevas piezas. Sabemos, en el fondo de nuestro corazón, que este equipo no va a llegar mucho más lejos, necesita cambios, jugadores deben irse para que otros con más talento, esperemos, lleguen, pero que no nos cueste mucho. Las gente de «la tierra de nadie«, quiere traer el mejor talento de la liga, pero sin tener que soltar las mejores piezas de su equipo.

Llegados a este punto las cosas se bloquean. Obviamente, no quieres dar a tu «Glue Guy» con rastas,  a tu All-Star, a tu top 5 en defensa, a la cara de la franquicia, a ese rookie que coge rebotes muy alto, a ese otro que tiró a su padre de la silla…, tampoco quieres dar muchos picks, y razón no te falta, si escoges bien, puedes tener a un jugador de nivel por ¿9 años?, igual lo traspasas por talento establecido, con 3 años por delante garantizados, no encuentras más ingredientes que añadir a la mezcla, o los que encuentras no combinan bien, y has perdido un activo muy valioso, te han robado, nadie quiere que le roben.

Siempre hay un «pero«. Escojas ganar ahora o en 4 años, escojas dar un paso atrás, o no forzar dar un paso adelante, para intentar dar un salto en un futuro, escojas Ketchup o Catsup…. Harto complicado es salir de la zona de nadie, pocos escapan, ya sea vía Draft, vía Agencia Libre o vía Traspasos, y tienen una oportunidad de luchar por el título. Los Celtics no llevan mucho vagando en esa región, pero el primer tren para salir, y puede que uno de los pocos que pase, llega el día 23 de junio, y si no son capaces de cogerlo, o se equivocan de vagón, la travesía por el desierto puede ser más larga de lo esperado, ya que si te acostumbras a la falsa e incómoda seguridad que te proporciona esta baldía tierra, estás muerto.

Este jueves 23 los Boston Celtics tienen su primera piedra de toque, el 1 de Julio comienza la definitiva, y en dos semanas comienzan a jugar la Summer League. Veremos qué nos depara este verano.