Ben Simmons debe ser más egoísta

tiene que cambiar su juego

 TonyTheTiger(CC)
Ben Simmons en un campo de entrenamiento. Fuente de la foto: TonyTheTiger(CC)

Hace tiempo que en el Wells Fargo Center no se oyen aplausos multitudinarios para el equipo.  Pero todo parece estar cambiando en esta Summer League. Si bien no es una competición en la que la victoria sea lo esencial, los jóvenes jugadores que visten la elástica Sixer en ella este año generan una ilusión que parecía extinguida en Philadelphia. Gran parte de la culpa de ello la tiene un chico australiano que, sin haber debutado en la NBA, ya está en boca de todos (llegando algunos a compararlo con LeBron James). Ben Simmons lleva cuatro partidos en esta Summer League, en los que ha dejado muy buenas sensaciones.

Simmons está demostrando partido tras partido, sus innatas capacidades para ver el juego y pasar el balón, incluso cuando nadie puede imaginarse un hueco. Basta con echar un vistazo a cualquiera de las espectaculares jugadas que nos ha dejado con sus pases.

Salvando las distancias, algunas jugadas del joven rookie nos recordaron a las efectuadas por toda una leyenda de la liga como Magic Johnson. Y es que Simmons es también un hombre muy alto (mide 2.08 m), con una visión de juego anormalmente buena para su altura. Es tan buena, que Brown ve en él un futuro base. Cualquier aficionado Sixer se relame sólo de pensar en este jugador nutriendo de balones a los Embiid, Okafor y Noel, que, si se compenetran bien con él, podrán hacer autenticas carnicerías bajo los aros rivales. Además, Philadelphia ha firmado a tres agentes libres de marcado carácter tirador, especialmente Jerryd Bayless, el escolta que cumplirá 28 años el mes que viene, que tuvo el quinto mejor porcentaje de triples de toda la liga la temporada pasada (43.7%). Esta temporada, gracias a Ben Simmons y su visión de juego, Bayless tendrá muchos más balones para lanzar desde el perímetro, que darán muchos puntos a los Sixers.

A día de hoy sin duda, la visión de juego es la mayor virtud que tiene el australiano. Está siendo el máximo asistente de la Summer League, demostrando cómo consiguió la temporada pasada 23 dobles-dobles en 33 partidos. Esta virtud evidentemente debe ser conservada, ya que él debería ser el creador de juego de estos Sixers durante los próximos años, así como lo es LeBron James en los Cleveland Cavaliers. Sin embargo, Philadelphia no busca en Simmons un simple playmaker. Buscan una superestrella, un jugador que los catapulte a lo más alto en los próximos años. Y cualquier jugador de estas características debe ser el hombre que más tiros asuma en el equipo. Y esto, durante los primeros partidos de esta Summer League, no se vio. En los primeros 3 partidos, tan sólo intentó 23 tiros, menos de 8 por encuentro, y encestó siete de ellos, unos datos bastante pobres para él. Hizo los mismos números en asistencias y en tiros intentados (23), lo cual es bastante revelador. El entrenador Brett Brown se pronunció al respecto tras el partido que les enfrentó a los Lakers de Brandon Ingram:

«Debemos hacer que su confianza aumente para no tener miedo a fallar, y su mundo cambiará radicalmente cuando lo consiga. Todo empieza intentándolo – sólo tirando – , y no conseguirá tirar con buenos porcentajes al principio. Quiero que se crezca, y tire algunos triples, y probablemente lo consiga más con «catch-and-shoot» que tiros tras bote. Queremos castigar a los rivales si le flotan, ya que en esta liga le van a flotar, y lo único que se puede hacer es ignorarlo. Debemos empezar a trabajar desde ya«

En el último partido frente a los Chicago Bulls, Ben Simmons hizo caso a su entrenador, y decidió asumir más tiros. El resultado fueron los números siguientes: 18 puntos con 7/13 en tiros de campo, en 29 minutos y 31 segundos. La mejoría anotadora respecto a los partidos anteriores, y en cuanto a tiros asumidos, es evidente. A lo largo de la temporada, cuando Simmons se vaya adaptando más al juego del equipo y a la liga en general, estos números deberían aumentar, pero de momento es un buen punto de partida. Simmons también deberá aprender, y esto es muy importante, a combinar creación de juego y anotación. En este partido frente a Chicago Bulls, tan sólo consiguió repartir dos asistencias, unos números que, vistas sus capacidades en días anteriores, son bastante pobres y mejorables. La ventaja es, que para ello queda una larga temporada en la ciudad del amor fraternal.

Por lo tanto, parece que la vida sonríe por fin en Philadelphia. Ha llegado una nueva futura superestrella a la ciudad, después de varios años vagando por la liga, esperando acumular rondas y jugadores jóvenes para llegar al punto de partida donde están ahora. Hoy ya ha llegado el momento, y es el turno de Ben Simmons, junto con sus compañeros, para levantar una franquicia que por momentos parecía hecha pedazos. Con la visión de juego ya mencionada, y un tiro en el que poco a poco vaya confiando más, junto a una buena compenetración con sus compañeros, Simmons debe ser el líder de estos jóvenes hacia el estrellato.