Jaylen Brown, potencial y trabajo para llegar a la cima

se ha pasado todo el verano trabajando en su juego

Jaylen Brown, alero seleccionado en la tercera posición del NBA Draft 2016 por los Boston Celtics (Foto: Mitchell Layton)
Jaylen Brown, alero seleccionado en la tercera posición del NBA Draft 2016 por los Boston Celtics (Foto: Mitchell Layton)

Cuando los Boston Celtics seleccionaron con la elección número 3 a Jaylen Brown muchos aficionados se preguntaron ¿por qué? Si nos ceñimos a la regla de que hay que draftear por potencial y traspasar por necesidad, la elección no tiene lógica, ya que si potencial era el objetivo podían haber escogido a Dragan Bender (18 añitos y 2,16 metros de puro talento balcánico), pero parece que no fue este el criterio seguido.

Descartada esta opción nos queda la inversa, osea draftear a un joven que pueda cubrir las necesidades inmediatas del equipo. Pero tampoco se amolda el pick a este método, ya que si hay algo que necesitaban los Celtics eran tiradores y podían haber seleccionado a escoltas como Buddy Hield o Jamal Murray (ambos por encima del 40% en triples durante la pasada temporada universitaria), ya que el triple no es precisamente la virtud de Brown (no llegó al 30% en triples).

Parece claro que el anterior tampoco no fue el criterio elegido porque si hay algo que no se necesita en Boston son jugadores físicos que destacan por su garra y entrega, ya que cuentan con Avery Bradley, Marcus Smart, Terry Rozier y Jae Crowder. A priori parece que como mínimo 3 de ellos estarán por delante de Brown en la rotación, incluido Crowder, el alero titular que para más engorro progresa notablemente cada temporada, y no tiene intención de detenerse.

Por supuesto no voy a entrar en porqué no se pensó en Dunn, puesto que creo que mi mente no soportaría tener otro base más en plantilla. Tras desgranar todas las posibilidades del draft no encuentro ninguna razón aparentemente lógica que clarifique el motivo, por lo que ya por descartar solo me quedan dos opciones. La primera es que Ainge haya sufrido un colapso este verano y ante la falta de ideas haya optado por acogerse una máxima de Boston en los últimos años del draft, escoger al que tenga el apellido de un color bonito. Es una pauta interesante pero a mí (que soy un «aingista» devoto), me cuesta creer que sea al azar; así que solo queda una opción y es que Jaylen Brown tenga algo especial.

Pero ¿cuál podría ser ese punto que diferenciara a este joven del resto de rookies, de los otros jugadores NBA y lo que es más importante, del resto de perimetrales de los Celtics? Es posible que ese punto sea la actitud.

Mucho se ha hablado y escrito sobre lo inusual que resulta que un jugador de la NBA destaque por sus inquietudes culturales e intelectuales, y más aún se ha comentado que esto no le servirá de nada a la hora de estar en la cancha. Es más, ha habido quien ha llegado a afirmar que estas inquietudes solo suponen una distracción más al ya de por sí difuso entorno que rodea a los jugadores de la liga (aunque mejor que tenga estas distracciones que otras menos recomendables y más peligrosas). Pero lo realmente importante es que Jaylen es un competidor, un jugador que tiene muy claro sus objetivos y más claro aún: lo que debe hacer para alcanzarlos.

La última información que hemos conocido sobre el rookie es que estaba trabajando su juego en el poste, tras un verano en el que ya ha hecho hincapié en otros aspectos como el físico, el tiro, la defensa y su juego interior. Todo ello cuando todavía quedan meses para que comience la temporada. Para un jugador medio de la NBA sería muy difícil centrarse en pulir tantos aspectos, más aún antes de su debut. Pero Brown es diferente, y quizás pueda tener la capacidad de evolucionar en el tipo de jugador que se proponga. Ainge no ha escogido al rookie con mayores virtudes en la actualidad, ha elegido al que tiene mayor capacidad para superar los obstáculos que se le presenten en un futuro.

Aunque no debemos engañarnos. Jaylen tiene un largo y peligroso camino por delante para llegar a ser en un futuro muy lejano el jugador con el que soñamos. Pero el físico y una buena defensa ya los tiene, y eso a día de hoy es indispensable para jugar en los Boston Celtics.