Kevin Garnett, la NBA respira sin ti
Tan talentoso como predilecto a las faltas de respeto
Primero fue Kobe Bryant con su «Mamba Tour», convirtiendo una temporada de reconstrucción cualquiera de los Lakers en la campaña más mediática de los últimos años. Luego Tim Duncan con su e-mail llevando al extremo su forma de ser fuera de los focos y, ahora, le llegó el turno a Kevin Garnett.
Después de todo un verano meditando la decisión, KG no volverá a jugar en una cancha de la NBA. Abandona el baloncesto profesional con 40 años, 21 temporadas en la liga y una larga lista de premios culminados con el anillo de campeón en el 2008 con los Boston Celtics. Pero hoy no vamos hablar de ese Kevin Garnett que impresionó a los dirigentes de los T-Wolves en el instituto, ese KG que está considerado como el «primer ala-pívot moderno» (aunque en mi opinión ese cartel lo completa, o ayuda a entender lo que es un «ala-pívot moderno», Dirk Nowitzki); hoy toca hablar de por qué The Big Ticket ha estado jugando con su cartel de leyenda temporada sí y temporada también.
Y es que al ex jugador de los Minnesota Timberwolves, los Boston Celtics y los Brooklyn Nets se le considera el rey del trash-talking; Kevin Garnett ha saltado a la comba con esa línea que separa ese método «disuasorio» con la falta de respeto y, además, demasiado protegido por la NBA.
El trash-talking es un método muy utilizado por muchos deportistas y es tan simple como hablar a tu contrincante mientras se está jugando con el objetivo de descentrarlo; pero existen muchas formas de hacerlo: puedes hablar de algo ilógico que lo desconcierte, sobre sus errores en la cancha o, lo que presuntamente hacía KG, insultando y faltando al respeto.
Hay casos menores, como los piques con «nuestros» Pau Gasol y José Manuel Calderón, que pueden estar considerados lances dentro del partido y que, como mucho, podrían haber estado castigadas con una técnica, aunque si el árbitro no las penaliza tampoco es algo flagrante. Pero con otros jugadores no solo pasó la línea, la destruyó.
Todo el mundo recuerda la polémica con Tim Duncan; y es que sea por el famoso aunque no confirmado «Feliz Día de la Madre, h*** de p***» o por la teoría del ex compañero de TD, Malik Rose, con el puñetazo de KG a Duncan en un partido de PO —todo perfectamente explicado aquí—. Lo único cierto es que Tim Duncan ha tenido batallas durante años con muchísimos jugadores y, textualmente, solo odia a Kevin Garnett. Para pasar de rivales a enemigos hay que hacer algo realmente sucio, hay que cruzar la línea varias veces o hacerlo de forma muy grave.
También tenemos la bronca con Charlie Villanueva. En ese momento el jugador estaba en los Detroit Pistons y Kevin Garnett le soltó un contundente «eres un enfermo de cáncer» —confirmado por el propio jugador— cuando, en realidad, Villanueva no tiene nada de pelo en su cuerpo por una enfermedad denominada Alopecia Areata. Ante las críticas que le cayeron, KG se intentó excusar declarando que lo que le dijo era, casualmente, parecido pero no lo mismo: «Eres cancerígeno para tu equipo y la liga»; bueno, no hay duda que, en este caso, el remedio es mejor que la enfermedad aunque todavía son palabras demasiado duras.
El último «gran enfrentamiento» que ha tenido Kevin Garnett fue con la estrella de los New York Knicks, Carmelo Anthony. Otra vez, KG se vuelve a refugiar en que nunca podremos saber que pasa en la pista; pero ya le dijera que «su mujer (Lala Vázquez) sabe a Cheerios» u otra cosa semejante, algo muy fuerte debió de pasar entre ambos cracks para que «Melo» no solo se enfrentase a él en la pista, sino que también lo esperase fuera del pabellón.
El personaje de Kevin Garnett, y todos sus acérrimos fans, se apresuran a decir que no hay pruebas de esas faltas de respeto, que todos son interpretaciones, se benefician de que nunca podremos escuchar lo que se dicen cuando están en la pista… ¿O sí? Y es que no sería la primera vez que la NBA pone micrófonos a jugadores y entrenadores para que los espectadores tengan una experiencia más cercana al partido y a Kevin Garnett le ha tocado ponerse tal micrófono en muy contadas ocasiones para evitar que podamos saber que es lo que The Mask dice dentro de una pista de baloncesto.
Como ya pasase con Kobe Bryant con sus polémicas y con otros muchos deportistas; los grandes atletas se benefician de su estatus para evitar que «su lado oscuro» no salga nunca a la luz y así sus fans puedan defender el honor de su admirado atleta mientras sus detractores siguen teniendo «carnaza» para atizarle. Pocas veces podemos saber con seguridad si las polémicas de las estrellas son o no reales pero, en la mayoría de los casos, las cosas no pasan por casualidad y como me han enseñado desde pequeño: si el río suena, agua lleva.