Kevin McHale, sorprendido con Danny Ainge
Su ex-compañero alaba la labor del GM de Boston
En la década de los 80 del pasado siglo los Boston Celtics formaron uno de los quintetos más demoledores de la historia NBA. A través de elecciones de Draft y algún que otro brillante traspaso, Red Auerbach consiguió agrupar a Dennis Johnson, Danny Ainge, Larry Bird, Kevin McHale y Robert Parish. Estos jugadores, ganadores de tres campeonatos, destacaban por una gran inteligencia en la cancha y por un singular conocimiento del juego. Prueba de ello es que todos (a excepción del pívot) han ocupado cargos de responsabilidad en el mundo del baloncesto con relativo éxito. Este hecho es sumamente inusual, y ha dado lugar a todo tipo de situaciones; algunas cómicas y curiosas, otras más dramáticas.
En esta ocasión el personaje a destacar ha sido Kevin McHale. Tras conocerse el anuncio de que desempeñará un nuevo rol como comentarista de NBA TV, parece que el ex entrenador de los Rockets quiere dar titulares. Si recientemente ha hablado sobre James Harden, hoy el blanco de sus comentarios ha sido Danny Ainge.
Pero no se dejen engañar por la cara de bueno de Kevin McHale (sino que se lo pregunten a Kurt Rambis), ya que ha mostrado su sorpresa al comprobar cómo una persona como Ainge podía convertirse en un GM tan competente, y lo ha manifestado con las siguientes palabras:
«Danny lo está haciendo de la manera correcta. No está entrando en pánico; que es lo contrario al tipo que conozco. Danny es uno de los tipos más impulsivos que conozco, y estoy sorprendido que no esté haciendo un traspaso todas las semanas. Es un general manager muy disciplinado, lo cual que es divertido porque él es una persona muy indisciplinada».
Es evidente que los años y la experiencia están sosegando a Danny Ainge. Aunque mantiene su talento para los negocios del basket fuera de toda duda, cada vez es más difícil ver sus típicos movimientos: donde desmontaba el equipo por la tarde y lo tenía reconstruido para la mañana siguiente. Su figura está evolucionando, ha pasado de ser artificiero loco a convertirse en un sigiloso francotirador.
Este verano parece ser la confirmación de esta metamorfosis, puesto que si este estío hubiera tenido lugar hace algunos años podríamos afirmar, con un escaso margen de error, que el 50% de la plantilla sería diferente de la que acabó la temporada. Pero esto no sucedió, se apostó por: la continuidad, mantener un perfil bajo y únicamente perseguir activos que mejoraran lo presente, riesgo cero.
El Draft, la agencia libre y el inexistente período de traspasos para Boston, lo confirman. La adquisición de Horford es la recompensa a la paciencia y al buen hacer de la franquicia de Massachusetts. No obstante, no podemos descartar una recaída, ya que con «el inquieto Danny» nunca se sabe.