Este es el año clave para Andrew Wiggins
El canadiense debe convertirse en estrella
Entre la gran cantidad de joven talento existente en la ciudad de Minneapolis, hay dos hombres que destacan por encima del resto: Karl-Anthony Towns y Andrew Wiggins. Para este último, ya en su tercer año en la liga, esta debe ser la temporada en la que consiga despegar hacia el estrellato y demostrar que todas las esperanzas que había sobre él antes de ser elegido número 1 del Draft en 2014 eran ciertas y no falsos halagos.
Tras una primera temporada en la que se llevó el Rookie del Año promediando 16.9 puntos por partido, el pasado curso mejoró esos registros hasta los 20.7 puntos, colocándole así entre la élite de la liga en el apartado de anotación, exactamente en la 20ª posición. Esto es por encima de estrellas como Kyrie Irving, Dwyane Wade o Chris Paul. Además, es el cuarto jugador más joven en alcanzar los 3.000 puntos, solo por detrás de jugadores como Durant, LeBron o Carmelo; para nada una mala compañía.
«Mientras mi tercera temporada se acerca, entiendo que mi rol sea mucho mayor en los Timberwolves y la dedicación de cara a esta temporada debe de tenerme totalmente centrado. Estamos construyendo un equipo que opte al anillo y ese ha sido siempre mi objetivo».
De momento, esa concentración de la que habla Wiggins se está viendo reflejada, al igual que su trabajo en verano, y con la pretemporada finalizada, en la que fue de menos a más, ha promediado 17 puntos y tres rebotes en 28 minutos durante los cuatro partidos que disputó. Ahora debe demostrar esas buenas sensaciones en la temporada regular y, junto a Towns, ser las dos estrellas que guíen a los jóvenes Wolves a un futuro inmediato brillante.