Trevor Booker, máximo representante de la nueva cultura de los Nets

El equipo compacto que ha demostrado haber formado Brooklyn este año, a pesar de no contar con muchos jugadores de calidad, posee ciertas individualidades destacables en varios aspectos. Todos sabemos de las habilidades de Brook Lopez o Jeremy Lin, que representan la clase del equipo actualmente, aunque por detrás se encuentran jugadores que realizan el trabajo sucio y que no se llevan muchos elogios. Podríamos poner como ejemplo a Rondae Hollis-Jefferson o Trevor Booker, principales anclas defensivas del conjunto neoyorquino.

Del segundo podríamos decir, incluso, que es una de las mejores incorporaciones realizadas en la ya pasada agencia libre. Junto a adiciones como Al Horford (Celtics) o George Hill (Jazz), es uno de los jugadores que mejor se ha adaptado a la cultura del equipo, y que ha aportado en el sistema del conjunto desde el principio. También ha influido que Kenny Atkinson haya llegado como nuevo entrenador en verano y trabajado con Booker desde el principio. A lo que no se ha dado tanto bombo es a los tres dobles dobles que posee el ala pívot en su cuenta particular en los primeros seis partidos, y registrando en total 8.8 puntos. 9.5 rebotes y 1.8 robos en esta media docena de encuentros disputados hasta el momento.

Su rendimiento se asemeja un poco al de Reggie Evans cuando militaba en Brooklyn, y Booker cumple la misma función que él: subsanar los despistes de Brook Lopez en el rebote y en defensa interior, aparte de ser el mejor defensor de los de Nueva York. Mientras que el pívot está promediando unos deleznables 3.6 rebotes por partido hasta ahora, su peor marca de carrera, Booker ronda los diez por noche, y le cubre las espaldas continuamente. Por suerte, la estrella del equipo sabe reconocer el mérito de Trevor:

«Él siempre brinda esa intensidad y es, sin duda, contagioso«, manifestó Lopez tras el partido de los Pistons. «Si seguimos jugando de la forma que lo hicimos esta noche en cuanto a energía y esfuerzo y él juega así, con la pelota, estaremos bien.»

El partido del que habla Brook Lopez se tradujo en una victoria en casa con el protagonista de este artículo como principal artífice. Un robo, un tapón y posterior rebote ofensivo dieron la victoria a Brooklyn por 101-109. Se puede decir que Booker ha descubierto una nueva faceta suya: la de clutch player. «Para esto lo trajimos», manifiesta el entrenador Kenny Atkinson, y es la pura verdad, el jugador está respondiendo de maravilla ante este nuevo sistema.

Trevor Booker ha aumentado incluso sus minutos con respecto a la franquicia en la que pasó dos temporadas, los Utah Jazz. Hasta ahora ha estado en pista 26 minutos (y subiendo) por encuentro en Nueva York, que contrastan con los 20 que registró en Salt Lake City. Él mismo manifiesta la mejora de su situación en el conjunto neoyorquino:

«Pienso que hice un gran trabajo en Utah, utilizando mis recursos en la pista. Pero estar en Nueva York es algo totalmente diferente, porque hay muchas más personas con las que puedo conectar.»

En resumen, la subestimación a la que ha estado sometida este hombre parece ir diluyéndose a medida que muestra su mejor versión en los Brooklyn Nets. Su potencial defensivo y reboteador se ha desatado en Nueva York, lugar en el que finamente ha podido llegar a ser titular.